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París - Brest - París

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Colaboración de Antonio Alvarez García

La París - Brest París es una Brevette que se organiza del 23 - 27 de agosto. Esta marcha de 1200km supone un reto personal así como una oportunidad para conocer otros ciclistas y a uno mismo. Este es el relato de Antonio.

Día 1. ( Un calentamiento de 460 km. ;-)

Nuestra salida estaba programada para las 22:00 h.
Tras ver partir la primera salida ( 20:00 h ) y
regresar al hotel a por nuestros compañeros de
fatigas (*) llegamos a St.Quentin en Yvelines,
Guyancourt - Gymnase des Droits del l'Homme
que es de donde partiremos.

(*) Nos acompañarán José Luis y Roberto, miembros de la Sociedad CicloTurista Asturiana ( familiarmente conocida como la "SECTA" :-) con los que hicimos gran parte del recorrido. Nos sirvieron de orientación por ser veteranos de la PBP e hicieron más llevadero el
recorrido, gracias a su increíble sentido del humor ( se ríen hasta de su sombra :-) el cual, más de una vez, estuvo a punto de hacernos caer de la bici de risa :-)

Ante nuestros ojos se aparece una aglomeración de
participantes, que forman una cola de 200 m. para
acceder a la salida ( aquello parecía el estreno
de la "Amenaza fantasma" aunque la "amenaza" que
nos esperaba era, por desgracia, bastante real ;-)
Tras una paciente espera, pronto nos encontramos
dentro de las instalaciones y prestos a tomar la
salida. Nos toca aguardar en el campo de fútbol,
pues se da la salida por tandas, debido al gran
número de corredores que optaron por esa salida.

Se distinguen participantes de variadas
nacionalidades. Oigo hablar en inglés y descubro
a un estadounidense contando a un británico, que
había visto su marca preferida de cerveza y no
pudo evitar comprarla ( el tío estaba bebiéndose
una lata de medio litro antes de la salida :-O )
Más tarde, llega hasta mi nariz cierto aroma
inconfundible y, allí estaba, el mismo de antes
fumándose un porro ( menos mal que no habían
venido los comisarios de la UCI :-)

Al final, a eso de las 22:45 PM, tomamos la salida,
tras un minuto de silencio ( supongo que por los
fallecidos desde la anterior edición ).
Tras callejear por el pueblo, llegamos a una zona
boscosa en pronunciado descenso. Los "guiris", no
sé si por precaución o respeto por la ley, bajan
con el freno de mano puesto. Así que,no tenemos más
remedio que dedicarnos a adelantar gente por el
carril izquierdo.
Pronto estamos en cabeza y al volver la vista
atrás, se nos revela un grandioso espectáculo: nos
siguen unos 200 participantes ... parecemos la
Santa Compañía en procesión ...

A eso de la 1, tras atravesar un pueblo, vemos a un
ciclista "tirado" en una cuneta, al acercarme logro
distinguir a ... nuestro amigo "el del porro" ...
quien estaba viajando pero de otra forma más
descansada ... ;-)

Vamos a buen ritmo, hasta que a eso de las 3 de la
mañana, nos detenemos en Montagne Au Perche, control
que en la ida sólo ejerce las funciones de avituallamiento.
Reponemos líquidos, sustituyo las pilas de una de mis
luces, me descalzo para aliviar el ya ligero dolor de pies
y, tras descansar unos minutos retomamos la ruta.

Tras pedalear toda la noche, nos vemos recompensados con
la belleza de contemplar el amanecer en bici. En un par
de horas, llegamos al primer control en el que hay que
sellar: Villaines La Juhel. José Luis y Roberto, como
veteranos que son, nos aconsejan detenernos sólo a sellar
y esperar al siguiente pueblo para desayunar, para evitar
la aglomeración de gente. Así lo hacemos, y tras poder
superar una muralla de "nibelungos": ( holandeses, alemanes
y daneses de 1,90 para arriba ) conseguimos nuestro
objetivo de café con croissants.

Reanudamos la marcha y, a eso del mediodía, llegamos al
siguiente control: Fougeres donde, tras sellar, nos
detenemos a comer de plato ( pasta, fruta y dulces)

Tras una media hora de descanso, partimos hacia Tinteniac.
Bajo un sol de justicia, rondaría los 30º, rodamos hacia
nuestro destino. Aquí ya tenía un dolor de pies insoportable,
llegando a tener que detenerme varias veces, para que
al caminar descalzo unos minutos, se restableciera el
riego sanguíneo.

Tras sellar y reponer líquidos, continuamos viaje hasta
Loudeac, lugar donde nos esperaba el autobús para poder
dormir algo. Esta última parte fue la que se nos hizo
más dura: fatiga física, mental y dolores varios.


Día 2. ( Descanso activo de 330 km :-)


Al siguiente día, salimos a eso de las 6 hacia Carhaix,
con una hora de retraso al esperar a un compañero que
se había dormido. Esto nos obligó a apretar pues a las
10:00 AM se cerraba el control de Carhaix.
Nada más salir de Loudeac, empezamos a ascender una colina,
la oscuridad de la noche, ayuda a subir mejor pues no ves
lo que queda. Al rato, se descuelga Roberto y José Luis se
queda con él. Luis y yo seguimos hacia adelante y ya no nos
volveremos a ver hasta Brest. Llevamos un ritmo majo y vamos
pasando gente, llueve y al contrario del día anterior,
hace fresco.
Para terminar de arreglarlo, a eso de las 8:00 nos encontramos
con uno de los controles secretos: cuya consecuencia es más
tiempo perdido. Al haber salido sin desayunar, unido a la lluvia
y el frío, hace que los últimos kilómetros antes del control
se me hagan eternos ( no comí nada y agarré un "melocotón"
de aúpa ;-).
De todas formas, llegamos a eso de las 9:15 y
tras desayunar, en una aldea bretona, de cuyo nombre no
quiero acordarme, algo que creímos café y croissants pero
que cuyo precio ( 1000 pts cada uno ) y "efectos milagrosos"
me da que pensar ( puede que se tratara de un derivado
de la poción mágica de Panoramix )
Partimos raudos y veloces ( gracias al susodicho brebaje )
y aumentamos el ritmo a unos 30 km/h. A lo lo lejos, unas
nubes oscuras no presagian nada bueno y, en seguida, una
lluvia fina nos refresca un poquito. Vamos pasando
de un grupo a otro, hasta que un francés nos comenta que
en 25 km. llegaríamos al puerto más duro del recorrido.
Nos tememos lo peor, pero no resulta ser nada del otro mundo.
Tendría unos 4 ó 5 km con pendiente relativamente suave, menor
que la del resto de repechos. Al coronar, nos cruzamos con
el grupo de asturianos que habían salido tres horas antes
que nosotros ( eligieron la salida de menos de 80h )
Con más moral por la cercanía de Brest, continuamos viaje,
hasta llegar a eso de las 13:30. La entrada en Brest se
realiza a través de un precioso puente colgante ( he de
volver como turista ) y tras un recorrido por un carril
bici ( bastante empinado, por cierto ) llegamos al control.
Allí, sellamos, comemos, bebemos y reposamos un bien rato.
A eso de las 2:30, decidimos dar la vuelta y según abandonamos
las instalaciones nos cruzamos con nuestros compañeros de
fatigas. Decidimos continuar y nos despedimos de ellos.
En la salida, otra vez hay que subir un repecho. (*)

(*) No sé como se arreglan los ingenieros franceses, pero
en todas las ciudades llegábamos subiendo y volvíamos
a toparnos con un repechón en la salida.

Al encontrarnos mejor que el día anterior, resolvemos
que es hora del "showtime", es decir, leña al mono, o sea
que nos decidimos a ir a toda máquina. Vamos pasando
grupos a toda leche, hasta que vemos a uno compuesto de
suecos. Pensamos que sería un buen vagón y nos ponemos
a rueda. Al rato, vemos que no es nuestra marcha, por lo
que abandonamos su compañía. A lo lejos, vemos un
"nibelungo" de unos 2 metros, con una planta estupenda.
Dice Luis: "ése debe ser la máquina del tren de los suecos".
Nos acercamos y le propongo ir juntos. El sueco, acepta.
Apenas releva y, en las subidas resopla y pide que vayamos
más despacio. Le esperamos, le doy conversación y en las
bajadas y llanos ya da un relevo que otro.
En una de las bajadas, nos "dejamos caer" a gran velocidad
dando gritos al más puro estilo "cowboy" y, al llegar
abajo, vemos a un gendarme haciendo señas. Más allá está
una ambulancia y, al pasar, vemos que están retirando
a un participante en camilla ( fue el único accidente
que vimos :-( )
De todos modos, nuestro compañero de aventura, parecía
que iba un poco justo, le costaba seguir nuestra marcheta.
Al llegar al control de Carhaix, a eso de las 18:00, nos
damos cuenta del porqué, tenía 56 años, aunque con el casco
y por su complexión física, aparentaba treinta y tantos.
Era un veterano en carreras de fondo, pues también había
hecho la clásica de Noruega ( unos 500 km en 24h. con puertos )
Nos dice que nuestro ritmo es mucho para él y se queda a
esperar a sus colegas. Nosotros, seguimos pues hay que
aprovechar el ligero viento a favor. Además, el terreno es
ligeramente favorable, por lo que se presta a rodar rápido.
Con el ardor del momento, en un pueblo y al no venir nadie
nos saltamos un semáforo. Un alemán se nos acerca y
nos pregunta si somos "bike messengers" ( debió quedar
alucinado al vernos pasar en rojo, como se nota que no
anda por España en bici ;-) ... bueno, no penséis mal.
Solemos respetar los semáforos, pero como comprenderéis
cuando llevas tantos kilómetros no está la cosa como para
andar parando innecesariamente ... :-)
Vamos pasando de grupo en grupo, y llegamos a uno en el que
se oye silbar la canción del tractor amarillo, siendo asturiano
no puedo evitar comenzar a cantar, ante el estupor del aragonés
que encabezaba al pelotón. Volvemos a irnos hacia delante,
y alcanzamos a un grupo aún mayor, que adelantamos a unos
50 km/h ( terreno favorable y viento a favor ) y oímos a un
francés decir ( ¡ Al ataqué ! )
Poco más tarde, en una bajada pronunciada que terminaba en
un pueblo, nos lanzamos a tumba abierta con postura
aerodinámica.
Alcanzamos los 60-70 km/h y al pasar por una señal de prohibido
superar 50 km/h, nos sorprende un flash. Luis exclama:
"El radar", me da tiempo a levantar la vista y se trataba de un
participante búlgaro que no había podido evitar sacarnos una
foto ...
Así seguimos, hasta que faltando 20 km. para Loudeac, al no
encontrar ningún grupo y llevar una media de 30 km./h, nos
dejamos ir. Llegamos a Loudeac a eso de las 9:00 y tras
sellar, damos cuenta de unos suculentos chorizos criollos.
Luis nota descentrada la rueda trasera, y al no lograr
centrarla con la llave de radios, se dirige al stand de Shimano
donde le dicen que tiene una rotura en la llanta y debería
cambiarla. Aprovechó que, uno de los asturianos, se había
retirado por una lesión de rodilla y le cambio la rueda
trasera, que resulto ser una Cosmic de Campagnolo ( "Lo que
hay que hacer para conseguir una buena llanta" le dije a Luis )
Nos duchamos con una manguera ( desafortunadamente, era uno
de los pocos controles sin duchas ) y nos fuimos a una
pizzería cercana a cenar y tomar unos helados. El mío,
tenía una especie de licor, que tuvo entretenido a mi estómago
toda la noche, impidiéndome conciliar el sueño más de una
hora.


Día 3. ( Estiramientos durante otros 460 km. de nada :-)

Tras esa mala noche, dando vueltas por el autocar, nos
levantamos a eso de las 4:30. Junto a nuestros dos compañeros
de fatigas, a los que ayer habíamos abandonado, nos dirigimos
a desayunar. Pese a las molestias de estómago, como a dos
carrillos. A eso de las 5:30, salimos hacia Tinteniac.
En seguida, me empiezo a encontrar mal, esto hace que
salga de mi garganta un concierto en "la" bastante sostenido ;-)
Entre esto y los chistes que cuenta Roberto, más de una
vez estuvimos a punto de caernos de la bici de risa. Los
demás participantes, nos miraban con cara de asombro y
debían de pensar que los kilómetros nos habían vuelto aún
más locos.
( Deberíais ver la cara que pone la gente cuando, en un
repechón te pasan cuatro locos, descojonandose de risa ;-)
No tardaría en llegar un nuevo control secreto, cosa que
me vino bien por el respiro que supone una paradita para
el dolor de pies.
A eso de las 9:30, llegamos a Tinteniac, donde tomamos un
ligero almuerzo y continuamos viaje.
Aquí me quedo cortado, pues llevaba en la boca un bocadillo
y no pude avisar del "bloqueo" efectuado por un grupo de
franceses que llegaba en la otra dirección. Así que me
toca perseguir, no quiero cebarme y prefiero ir poco a
poco. A la media hora, consigo enlazar. Me dispongo a beber
un poco, y ¡zas! se me cae el bidón al suelo. Vuelta a
empezar, esta vez decido no esperar tanto y a los diez
minutos estaba de vuelta. No soporto el dolor de pies,
decido irme pues parece que si fuerzo algo más el ritmo
me duele menos. Da la impresión de que he atacado porque
no me habían esperado, pero no, se debió al dolor.
Voy dosificando en los repechos y apretando en las bajadas,
se me pega un francés que no releva, hasta que me hincha
las narices y pego un palo en un repecho duro. Al rato,
se vuelve a pegar, sigue con la misma actitud así que
dejo de pedalear. Se queda conmigo un instante y luego
se va.
Me doy cuenta de la tontería que estoy haciendo, pues es
mejor ir agrupados, y decido esperar mis compañeros.

Llegamos a Fougeres a la hora de la comida, aunque esta
vez no comemos de plato, sino que reponemos líquidos,
comemos algo, descansamos un poco y reanudamos la marcha.
En cada control, camino descalzo, tratando de mejorar la
circulación y aliviar el dolor de pies.

Partimos hacia el siguiente control, Villaines la Juhel,
donde tenemos previsto parar a comer más cantidad.
Llegamos a eso de las 5. Al ir a sellar, tenemos una
pequeña sorpresa: nos regalan una postal, un sobre con
franqueo y un bolígrafo: ¿querrán que hagamos testamento?
La verdad es que la postal casi llega a España antes que
nosotros.
Tengo un pajarón impresionante, al escribir la postal me
tiembla la mano y, luego mientras comía apenas podía
levantar el tenedor pero me zampé un montón de macarrones.

Salimos hacia las 6:30, en dirección a Montagne au Perche,
a donde pensábamos llegar a eso de las 11. Allí decidiríamos
si parábamos a dormir o continuábamos hacia París.
Comienzo a tener dolores en una rodilla, así que le digo
a Luis que no me espere y continué el sólo ( Luis pretendía
acabar en menos de 80 horas y yo no sabía como respondería
esa última noche ) A eso de las 8, Luis se va y me
quedo con José Luis y Roberto, este último bastante
desanimado, al que tratamos de convencer para seguir esa
última noche. Sufriendo un montón, llegamos a Montagne
au Perche a medianoche. Roberto dice que se queda a dormir
y nos ofrecemos a acompañarle. El insiste en que continuemos
y que esperaría a otros dos asturianos que venían por detrás
( habían tomado la salida a las 5:00 AM del martes )
Tras un "regateo", decidimos hacer esto último y tras cenar
algo y tomar un café, partimos a eso de las 12. Hace frío,
José Luis dice que debemos charlar para ahuyentar el sueño
y nos vamos contando nuestras vidas ... aquí se agradece
tener como compañero de viaje a un "pesao" como yo ... :-)

A eso de las 4:00 AM llegamos al último control, antes de la
meta, en Nogent le Roi. Ya se "huele" la meta y esto te da
alas, pero el sueño se deja notar. Para espabilarme, tomo
dos tazones de café solo, más algo de bollería. El frío
había hecho que me dolieran aún más las rodillas, por lo
que opté por quitarme los manguitos y ponérmelos ...
de perneras ... :-O

Allí nos juntamos con el único participante de Cantabria,
al que conocíamos de haber realizado alguna "brevet" en
Asturias. Alrededor de las 6, sucedió lo más alucinante
que me ha pasado en bici ... ME DORMI. Sí, con los ojos
abiertos, pero perdí la consciencia durante unos kilómetros
( he de reconocer que nunca he estado demasiado sobrado
de consciencia, precisamente ... ;-)
Fue tal el susto, y subidón de adrenalina, que hice los
últimos kilómetros como un avión ... ;-)

Nos deleitamos con un precioso amanecer en los bosques
cercanos a Versalles, como toda rosa tiene su espina y
pagamos la belleza con sudor, pues nos encontramos con
una subida durísima ( casi como la "huesera" de Los
Lagos de Covadonga ).

Un postrero esfuerzo y ya estamos en la meta. Pese a lo
temprano de la hora 8:00 AM de un viernes, hay gente
aplaudiéndonos en las aceras.

Al llegar a la meta, veo en la entrada la bici de Luis.
Entro en estado semi-comatoso, buscándole pero es él
quien me ve primero ( había llegado dos horas antes, a
eso de las 6:00 ) Nos quedamos tirados por allí esperando
el resto de compañeros. Nunca me dolieron tanto las piernas
ni las rodillas, cada paso era un tormento, apenas podíamos
andar.

Mientras esperamos, se nos acercó Beascoetxea, que
escribe en CAF-BS, en la sección de Cicloturismo. Nos puso
al día de lo sucedido y nos sacó una foto, que trataremos
de conseguir para que veáis las caras de unas almas en pena ;-)

Tiempo de Luis: 79h 15m y el mío unas 81h 20m, pese a que
la organización me adjudica 20 minutos más ( ¿será el tiempo
que estuve "abducido" que no cuenta? ;-)
De todas formas, creo haber leído que la organización piensa
descontar una 2 horas por los 50 km. extras y en la clasificación
se ve gente con 93h que no han sido dados como fuera de control.

Un saludo,

Antonio Alvarez García
Oviedo
garcia@seresco.es