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Ultra-Maratón de los Monegros
100 km de campo a través

 40 grados a la sombra...Ni una sombra en cien kilómetros

Sed, Calambres, Fatiga, Espejismos, Mil colinas, Cientos de caminos...

La orientación és vital en un terreno monótono y difícil

Zaragoza, 11 - 09 - 99

El atleta Eduardo Barceló es desde este fin de semana la primera persona que ha logrado atravesar el Desierto de los Monegros a pie. Lo ha hecho de norte a sur, cubriendo una distancia de 90 km y en un sólo día.

Para recorrer la distancia que separa las poblaciones de Alcubierre y Sástago, Eduardo Barceló invirtió un total de 15 horas, realizando un recorrido total de 90 km de campo través, buscando él mismo el mejor camino utilizando mapa y brújula.

La consecución de este récord inédito era el objetivo de la "Expedición Buff Ultra-maratón de los Monegros", de la cual formaban también parte Sergio Fernández, también como corredor, y Gemma Pérez, como asistencia en carrera.

Los pies están tan hinchados que no caben en las botas.... el termómetro corporal está a punto de estallar

La intención principal de esta prueba deportiva era atravesar a pie, corriendo y caminando, el Desierto de los Monegros en sus zonas más áridas y solitarias en el menor tiempo posible.

El corredor catalán Eduardo Barceló declaró al final de la travesía "haber disfrutado mucho. Me lo he pasado muy bien porque en una zona como ésta nunca había corrido. Ha sido un poco duro hacia el final, porque las fuerzas me fallaban un poco y hacía mucho calor. Sólo tenía ganas de beber algo frío. Y también de darme una ducha". Cabe señalar que Eduardo Barceló es experto en este tipo de carreras que se disputan en condiciones extremas

Sobre el recorrido, Eduardo Barceló manifestó: "Las zonas más bonitas son la Sierra de Alcubierre y como paisaje desértico me quedo con las salinas. También lo he pasado muy bien bajando el barranco hasta Farlete".

Sobre los peores momentos de la carrera, el atleta Eduardo Barceló recuerda con angustia el momento en que se quedó sin agua. "Poco antes del avituallamiento de La Almolda he ido a beber y he notado que el depósito de agua mi mochila estaba vacío. han sido unos kilómetros de incertidumbre porque pensé que me quedaría sin agua. Además, aquí no hay casas para entrar y pedir un poco de agua. De hecho, no hay nada".

Cabe señalar que Sergio Fernández tuvo que abandonar cuando había cubierto dos terceras partes del recorrido por problemas físicos, debidos a la dureza de la prueba. "A partir del kilómetro 45 me he sentido mal. Mucho calor y me han fallado las fuerzas. No quería frenar el avance de mi compañero y he decidido dejarlo en La Almolda, porque él iba bien y tenía opciones de llegar", comentaba Sergio Fernández.

La dureza del recorrido es equiparable a su belleza

La travesía empezaba a las 5 de la mañana, aún de noche, en la localidad de Alcubierre, al noreste de Zaragoza. El primer sector a recorrer era la Sierra de Alcubierre, con una ascensión a la Ermita de San Caprasio de 12 km a través de la única zona boscosa de la región. El posterior descenso se realizó por una zona de barrancos secos que implicaban ciertas dotes de montañismo, pues era todavía de noche y el terreno era escarpado hasta llegar al lecho del río, que quedaba totalmente encañonado.

A partir de Farlete, pueblo en el que desembocaba el barranco, los atletas debían trazar un rumbo campo través en una zona de colinas. Era primera hora de la mañana y ya empezaba a hacer calor. Pero lo peor estaba por llegar, pues desde Monegrillo a La Almolda había casi 30 km de monte bajo y polvorientos caminos sin más signos de humanidad que casas abandonadas y algún rebaño de ovejas.

En el kilómetro 50 de carrera, en La Almolda, se fijó el primer avituallamiento, donde tuvo que abandonar Sergio Fernández, que sufría los primeros síntomas de golpe de calor. A partir de entonces, Eduardo Barceló correría en solitario. Le restaban casi 40 km y eran las 2 de la tarde, una de las peores horas del día a causa de las altas temperaturas.

Tras dos horas de carrera con rumbo sur, Eduardo Barceló llegaba a la Salina de Camarón, un paisaje fantasma en el que el corredor era una pequeña figura perdida en el infinito. Los terrenos embarrados de la salina, en los que se registraban temperaturas extremas, precedían a la línea de meta.

La hidratación frecuente es el secreto para una aventura en un terreno árido

De este modo, Eduardo Barceló, especialista en carreras de orientación de larga distancia y en la práctica de deportes de aventura, se ha convertido en el primer ser humano capaz de desafiar el calor y la monotonía del Desierto de los Monegros para atravesarlo de norte a sur a la carrera.
La Expedición Buff pretende ser la primera de una serie que sirvan para diseñar y organizar una carrera por etapas en esta zona, aprovechando todo su potencial y desconocida belleza.
Para más información, no duden en contactar con Sergio Fernández (610) 61 84 81 o con Eduardo Serrano (629) 00 65 95.