Artesanias
 
   
 
 
 
 
 
 
   

Las artesanías son unos de los atractivos más importantes del estado, elaborados por los indígenas Coras y Huicholes originarios de Nayarit, habitan en las montañas de la Sierra Madre Occidental en los estados de Jalisco y Nayarit, llevando una vida similar a la de sus antepasados.

Los huicholes tienen una larga historia y los arqueólogos sostienen que viven en las montañas desde hace cerca de dos mil años. Los españoles les han dado muchos nombres entre los que figuran los de Nayarita, Vitzúrita, Usilique, Guisol y Guisare.

Esa misma multiplicidad permite deducir que la étnia huichol se encontraba dividido en grupos numerosos que además admitían características propias y diferenciadas.

Los franciscanos del siglo XVIII describen a los huicholes como ganaderos, artesanos y comerciantes que con frecuencia bajaban a la costa a colocar sus productos. Se sostenía que los huicholes eran los nayaritas orientales. Por su parte, los nayaritas occidentales se llamaban Chora Nayarita y en la actualidad se les conoce como Coras, su historia es similar a la de los huicholes.

La producción artesanal entre los indígenas Coras y Huicholes está ligada tradicionalmente a su religión, representado por los dioses del sol, la luna, la estrella de la mañana y el fuego principalmente; siendo esto una tradición prehispánica que proyecta siempre en sus creaciones artísticas y de ahí que confeccionan jícaras decorativas, tablas huicholes, plumas mágicas y ojos de dios.

Con una enorme gama de creatividad y diseño, Coras y Huicholes son por decirlo así artistas natos y sus representaciones nunca se rigen por un patrón determinado. Entre las principales representaciones estéticas están los “Ojos de Dios”. El padre o la madre del pequeño es quien hace el ojo de dios, como una especie de protección a los niños. “El Ojo de Dios” es una de las artesanías más típicas de los indígenas. Consiste en un conjunto de cinco rombos a base de cruces de madera tejidos con vistosos y múltiples colores.

Tiene varios significados: cuando nace un niño huichol y cumple un año de edad, conocido como “Wirraca o ave que canta” se lleva una ofrenda al templo o “Kalihuey” un ojo de dios que contiene un solo rombo; cumple dos años de edad se lleva un ojo de dios con dos rombos; y así año con año hasta completar cinco años de edad; porque suponen que a partir de esta edad el niño podrá llevar por sí sólo las ofrendas a sus dioses. Es entonces cuando padre e hijo se dirigen al mar y arrojan el ojo de dios, así dan gracias porque el niño hasta los cinco años, la edad más difícil sin ser atacado por alguno de los animales ponzoñosos como los alacranes.

También simboliza los cinco puntos cardinales del indígena; Norte, Sur, Oriente y Poniente; arriba y abajo. Los colores del ojo de dios o “Tzicuri”, simbolizan el poder y sirve para ver y entender las cosas desconocidas, cada color tiene un significado:

  1. El negro es vida, es el color de “Tatei Aramara” (Océano Pacífico) donde vive la gran serpiente devoradora de hombres.
  2. El azul es el color de la lluvia y el agua simbolizando por “Rapawiyene” y la laguna de Chapala.
  3. El blanco esta asociado con las nubes, por lo cual los huicholes colocan pedacitos de algodón en las jícaras para pedir la lluvia, también significa la muerte.
  4. El rojo significa la vida de Dios en el oriente, la zona de “Parierekua”, residencia del “Dios Peyote”.
  5. El morado es la vida del hombre.

El autor con su capacidad creadora, imprime su propia personalidad a la obra, además de la particularidad de no pensar que está creando arte, pero si que está cumpliendo con una parte tradicional de su mundo religioso.

En el aspecto textil, el huichol porta un suntuoso vestuario de manta ricamente bordado con hilo de colores y representando generalmente aves, venados, flores geométricas; el maíz, el peyote, el fuego y el sol.

El venado representa en diversos mitos al dios del Fuego y del Viento, que va dejando sus huellas donde nacen los pequeños peyotes (planta utilizada en sus ritos religiosos), la sangre del venado es elemento sacralizar, hace la unión entre el mundo de los agricultores, los cargadores y los recolectores.

El “Peyote” es el Dios de la inteligencia y proporciona fuerza andariega a los peregrinos.
El traje está integrado por calzón y camisa decorada con extraordinarios diseños bordados, paño cuadrado finamente bordado que termina en una franja de color rojo el cual utilizan para cubrirse los hombros; faja o ceñidor con diversos diseños, cinturones con bolsitas de manta vistosamente bordados y huaraches de vaqueta del tipo llamado “Pie de Gallo”, completan el atavío, morrales de lana y mantas bordadas, paliacate de vivos colores anudado al cuello, sombrero de paja, engalanado con bolas de estambre y cintas tejidas que cuelgan de la orilla del ala elaboradas con capullos de gusanos de seda silvestre; durante las fiestas lo adornan con hojas verdes, flores, colas de ardillas y venado, plumas de garza, perico, cuervo, gallina y guajolote.

La mujer huichol está considerada como una de las Más hábiles bordadoras y tejedoras de la República Mexicana. La ornamentación de sus trajes a base de estambres, hilo de lana y chaquira es de hermoso colorido y de los diseños de gusto refinado casi siempre con simbolismo religioso y ancestral y que abunda en motivos geométricos, florales y animales.

La tela es de manta bordada y “Quechquémetl” de manta tejida. Los hombres y mujeres elaboran y portan anillos, aretes y pulseras de chaquira, morrales, fajas y diversas prendas de vestir a base de lana blanca, negra y café.

Otras artesanías de las Etnias Nayaritas, son los cuadros bordados en estambre o “Nierika” que significa rostro, superficie externa y características de las cosas. Es una tablilla cuadrada, rectangular o redonda con hueco central que tiene cera en uno o  ambos lados y encima de éstas se elaboran figuras de hilo o estambre que van pegadas, formando ideogramas que sirven para comunicarse con las deidades.

Los Nierika son utilizados como ofrendas, encontrándose en adoratorios, cuevas, ojos de agua y otros lugares sagrados; actualmente los huicholes los elaboran y están en venta en las tiendas de artesanías de Tepic, existiendo diversos diseños.

La jícara o “Rukeke” lleva cera adherida al fondo presentando figuras elusivas a peticiones y necesidades a los dioses; las jícaras son colocadas en un sitio sagrado donde mora la divinidad a la cual se le solicita su intervención.

La flecha de caza, la flecha ceremonial y la Chamanica o “Muwieri”, son importantes en la vida de los huicholes y constituyen otro de los objetos artesanales, además de representar una forma de comunicarse con sus dioses. La flecha ceremonial está cubierta casi totalmente con hilo, llevando amarradas del astil algunas plumas que poseen poderes misteriosos, esta flecha es el objeto más importante de la indumentaria del Chaman o Marakame, quien por medio de ella conoce el futuro, desentraña los designios de las deidades, canta y conjura a los muertos, conoce lo que está oculto o lejano, vivo o muerto, invoca a las divinidades, maldice y destruye las hechicerías.

Las plumas de las aves tienen poderes y un significado diferente. Con la plumas del pájaro blanco medio amarillo, hablan los huicholes con “Rapawilleme”, que habita en el Lago de Chapala; la pluma del gavilán permite comunicarse con el sol, con las plumas del águila grande hablan a todas partes, de ahí que el sacerdote “Marakame” tenga varias.

Los instrumentos musicales hechos con maderas rústicas como el violín, la guitarra, el tambor o “tepo”, la sonaja o “jaisa”, la flauta de carrizo y el cuerno los utilizan en las “fiestas de Tatei” y de las “Pachitas”, porque  su sonido se produce en la voz de Dios, el cuerno lo utilizan en la festividad del “Hikuri” o “Peyote”. Entre la gran variedad de objetos artesanales, hay hermosas máscaras que usan en sus festividades y ceremonias religiosas sobre todo en el “Carnaval Cora”, festividad que se prolonga hasta la “Semana Santa Cora”; estas máscaras están decoradas con pintorescos y vistosos colores, alusivos a la cabeza del venado y demonios.

Todos estos objetos son considerados sagrados, que veneran y emplean como ofrendas a sus dioses, pero también los exponen a la venta a los visitantes o turistas.

Entre otros tipos de artesanías tradicionales se cuentan con: alfarería, cerámica, talabartería, artículos de mimbre, lámina, tejidos de hilados, sillas, equipales ceremoniales relacionados con la “flor de sotol” (planta de la que extraen el licor, sillas hechas de carrizo y palma asegurados con cordeles y una especie de pegamento vegetal ligando las juntas del respaldo y brazos).

Se considera artesanía especial, la prenda de vestir femenina llamada “encaje” como son: cuellos de diferentes tamaños y diseño, chalecos, trajes de baño, vestidos de noche y blusas, que es una tradición que data de hace varios siglos que llegó a nuestra entidad a través de la colonización de los Españoles y Franceses; el encaje se lleva al cuello y hombros sobrepuestos en la blusa o vestido, se elabora en forma manual, con material en cintilla de diferentes tonos, que hacen resaltar la belleza femenina al portarlos.

El telar usado por los huicholes es de estilo precortesiano y consiste en varitas de otates toscamente labradas, lanzadoras y tramaderas hechas de madera dura, cuidadosamente pulida. Para las cintillas de su atavío, usan el mismo tipo de telar de tamaño adecuado y dejan la urdimbre en redondo; para estas cintas emplean estambre coloreado que adquieren en los poblados.

La artesanía de las tablillas comenzó a desarrollarse no en el territorio indígena, sino en las ciudades como Tepic, Guadalajara y México. Los cuadros de estambre son un arte nuevo que el huichol empezó a descubrir y lo cultivan actualmente solo fuera de la sierra.

Con la chaquira el huichol labora sobre tablas pequeñas donde las figuras están hechas a base de cuentecitas pegadas en la madera o en el fibracel. Confecciona collares, pulseras, aretes, anillos, morrales, gargantillas y unos cinturones que no sirven propiamente para ceñir, sino para ponerlo como adorno encima de la faja.

El huichol designa con el nombre de Kuka todo lo que esta hecho a base de chaquira. La chaquira tiene también un uso ritual. En las jícaras votivas que se llevan a Aramara, a Teakata, a Teupc, a Rapawiym, a Wirikuta, donde nació el peyote, la chaquira sirve para adornar y hacer resaltar las figuras de cera que se encuentran pegadas en el fondo.

Las artesanías se elaboran con  diferentes materiales: figuras decorativas de los Coras a base de estambres y madera, artículos de mimbre, tablillas huicholes, flechas sagradas adornadas con plumas que significan poder, voluntad, fuerza del rayo, rapidez y espacio.