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     N 309 de 28 de agosto de 2002


 

RESPUESTA DEL SUPLENTE DEL PORTAVOZ DEL MAE DE RUSIA, BORÍS MALÁJOV, A LA PREGUNTA DE LA AGENCIA INTERFAX EN RELACIÓN CON LA PROPUESTA DE GEORGIA DE INSTITUIR UNA COMISIÓN CONJUNTA PARA INVESTIGAR EL HECHO DEL BOMBARDEO DEL TERRITORIO GEORGIANO

     Pregunta: En Tbilisi se ha anunciado el martes que el MAE de Georgia ha propuesto, en la nota enviada al MAE de Rusia, instituir una comisión conjunta para investigar el hecho del bombardeo del territorio georgiano.

     Podría usted confirmar el hecho de la recepción de tal nota. ¿Cuál es la actitud de Moscú hacia esta propuesta de la parte georgiana?

     Respuesta: Se sabe que ya el 23 de agosto el servicio de prensa de las Fuerzas Aéreas de Rusia declaró su disposición para conceder a Tbilisi los materiales del control objetivo que atestiguan que no hubo infracciones de la frontera aérea de Georgia por parte de Rusia.

     El 26 de agosto, Serguéi Ivanov, Ministro de Defensa de la Federación de Rusia, expresó la disposición de la parte rusa para investigar en común los comunicados sobre el bombardeo del valle de Pankisi y conceder todos los materiales del control, los de radar inclusive. Dicho en otras palabras, Rusia promovió la iniciativa de la investigación. En lo que respecta a la nota del MAE de Georgia, la hemos recibido y la estudiamos tal como está establecido.

     

PRENSA COMENTA: FANTASMAS EN LA FRONTERA RUSO-GEORGIANA

     Moscú, RIA "Novosti", 28 de agosto

     El escándalo surgido a raíz del bombardeo del desfiladero de Pankisi ha adquirido en Georgia perfiles políticos muy agudos. Aunque la nacionalidad del avión no haya sido comprobada, los lideres georgianos acusaron a Rusia de haber cometido esta acción. El asunto llegó a extremos: sin esperar a que el problema se aclare, el parlamento de la república le exigió al presidente que el país abandonase la CEI y retire a todas las fuerzas de paz desde la zona del conflicto georgiano-abjasio.

     Eduard Shevardnadze, dice el diario "Trud", "afanado como siempre por formarse la imagen de político sabio y circunspecto, se negó a apoyar las exigencias de los parlamentarios. También se opuso a ello el ministro de Estado de la república, Avtandil Dzhorbenadze, quien subrayó que "la normalización de las relaciones con Rusia constituye el objetivo estratégico fundamental de Georgia". Un poco antes, el embajador de Georgia ante la ONU, Revaz Adamia, anunció que al lanzar un ataque aéreo contra Georgia, Rusia violó la Carta de las Naciones Unidas y se embarcó en la vía del terrorismo institucionalizado.

     La reacción de los parlamentarios rusos a esta acción de sus colegas georgianos ha sido apropiada. Mijaíl Marguelov, presidente del comité internacional del Consejo de la Federación (cámara alta del parlamento), piensa que los diputados al parlamento de Georgia no tenían que haberse dado tanta prisa para emitir una declaración tan enérgica con respecto a las relaciones ruso-georgianas. La premura con que lo hicieron la atribuye a la reacción de Washington a los llamados bombardeos rusos. La opinión de EE.UU. sobre la implicación de Rusia en los bombardeos se basa en la declaración de las propias autoridades georgianas y las de la OSCE. "Es decir - subraya el parlamentario ruso -, las conclusiones se sacan partiendo de una base informativa precaria".

     No obstante, no es tan difícil comprobar la verdad. "Cada salida de aviones de las Fuerzas Aéreas de Rusia -, afirman los militares rusos -, cuenta con un documento especial que recoge las características y parámetros de vuelo que puede conocer cualquier comisión". Pero Georgia no quiere ver estas características. ¿Por qué? Pues porque, según afirma "Trud", "el bombardeo de Pankisi realizado el pasado 23 de agosto fue realizado por un avión de las Fuerzas Aéreas de Georgia por orden directa de los máximos lideres políticos del país".

     "Rossiskaia gazeta" ofrece una información más detallada sobre esta versión. Dice que Georgia dispone actualmente de siete aviones de asalto Su-25, uno de los cuales representa un modelo modernizado Su-25 KM desarrollado en cooperación con la empresa israelí "Elbit maarakhot" que se ocupa activamente de modernizar aviones de combate rusos para terceros países. El Su-25 KM, que después de modernizado adquirió el nombre de "Escorpión", está dotado de equipos de a bordo y sistema de pilotaje y navegación nuevos, lo cual, a diferencia del Su-25 fabricado en serie, le permite actuar tanto de día como de noche.

     Según consigna el periódico, esta última circunstancia reviste mucha importancia. A juicio de especialistas reputados de la empresa "Sukhoi", los aviones rusos Su-25 que tienen su base en Mozdok no pudieron haber bombardeado Pankisi a las 5:20 de la mañana porque carecen de equipos de radiolocalización necesarios para poder superar el llamado "efecto de crepúsculo" que se intensifica debido al "efecto de montaña" que ejercen una acción sobre la radiobrújula y cambian las propiedades de los radares.

     El periódico prosigue que se supo de una fuente autorizada que el bombardeo de Pankisi ha sido obra de un avión de asalto que llevaba el número 15, mas antes de despegar este número fue tachado y puesto otro, el 32 de Rusia. "En el fuselaje se dibujaron las insignias de Rusia: estrellas y bandera. El aparato fue pilotado por el teniente de las Fuerzas Aéreas de Georgia, Gueorgui Rusteli". Según el periódico, Georgia decidió ensayar en la práctica el arma a la chita callando y echarle la culpa al "vecino del Norte". Pero el intento falló en sentido directo y figurado. El piloto se equivocó al insertar datos en el sistema de puntería y en vez de la banda de Ruslán Guelaiev, batió a sus campesinos".

     Por otra parte, el piloto no pudo haber atacado a la banda pues, según afirma el periódico "Vremia MN", los cabecillas de las bandas hace ya tiempo que abandonaron el desfiladero y pasaron a otros sitios, de modo que, en el mejor de los casos, la fase principal (la operación anticriminal organizada por Georgia) dará por resultado la captura de bandidos de poca monta. Es más, hay motivos para pensar que ya antes de que comenzara la operación unos 500 bandidos chechenos y mercenarios árabes bajo las órdenes de Ruslán Guelaiev se encontraban fuera de Pankisi, o sea en el desfiladero de Yori y en los montes de Tianeti, en el Noreste de Georgia". Según dicen los testigos, con quien logró hablar el reportero de "Vremia MN", "un día antes de la operación esta gente partió para Jefsureti (Georgia del Este). Hay datos sobre el movimiento de algunos grupos hacia Abjasia (república separatista en el Oeste de Georgia).

     El autor del artículo se pregunta si estos desplazamientos pueden ser o no acordados con las autoridades georgianas. "Expertos en Tbilisi ofrecen estas dos variantes que pueden explicar el hecho. Primero: los servicios secretos georgianos hasta hace poco no sabían nada sobre los desplazamientos de terroristas por su propio territorio. Segundo: todos los organismos implicados en la operación estaban al tanto del asunto, igual que el año pasado, cuando el grupo de Guelaiev, protegido por las instituciones armadas georgianas, se trasladó libremente desde el desfiladero de Pankisi hacia el de Kodori (en la frontera con Abjasia) donde fue aniquilado en parte por las fuerzas de Rusia".