FUPEC
COLOMBIA

Fusión para el Encuentro Cósmico
Mensaje Extraterrestre

 

El Ultimo Llamado

por Carlos Hernando Cuervo

El Mensaje Superior es antiguo y milenario, obedece al desenvolvimiento del Plan desde sus propios inicios; pero si algo observamos hoy, es que los mensajes en este tiempo se han multiplicado, pareciese que El Padre quisiera asegurarse de que éste llegue a cada rincón del planeta y que sea escuchado por todos, pues el mensaje en esencia es abierto y universal. Los mensajes de nuestro Padre Creador, Jesús de Nazaret, la Virgen Maria, así como de otros seres que nos asisten son claros y directos; nos hablan de la cercanía de los tiempos, son alertas y llamados de atención a una humanidad distraída, a una humanidad de corazones endurecidos (palabras de la Virgen Maria) que se pierde en los afanes de la vida ignorando lo fundamental y lo valioso. Los mensajes hablan de realizaciones y logros, logros que podríamos alcanzar si nuestras voluntades se unieran y si en nosotros prevaleciera, a pesar de los errores y desaciertos, ese sentimiento que lo abarca todo, que no es otra cosa que el Amor. El llamado persiste, tanto ayer como hoy es captado por seres perceptivos y sensibles, llega directo estremeciendo y removiendo los espíritus, pues estos seres comunican a los hombres su profundo sentir divino, su plenitud y su grandeza. El mensaje simplemente Es, obedece a una voluntad superior que difícilmente comprendemos, por lo tanto, no debe ser subestimado. La hora llegará precedida de una gran señal en los cielos y un último llamado será extendido a toda la raza humana, será la ultima invitación a participar de la gloria de los cielos; si el espíritu esta dispuesto escuchará fuerte y claro, no habrá lugar a confusión; de lo contrario, sentiremos una impresión que difícilmente podremos interpretar. En esos momentos entenderemos muchas cosas, lo que contemplaremos sobrepasará nuestra imaginación, muchos se paralizarán, otros se regocijarán, nos daremos cuenta de lo que pudimos haber hecho y no hicimos, de lo que empezamos y jamás terminamos, de lo que nos dieron y no utilizamos, de lo que nos mostraron y no vimos, de quienes estaban en nuestro camino e ignoramos, de lo que nos sobro y no compartimos y de cómo todo estuvo dispuesto para nuestra realización...

En esos momentos señor Jesús ten misericordia... y si en ese transito muero, que sea cumpliendo la misión que me haz encomendado...

Cuando las señales sean dadas y se desencadenen los eventos planetarios no podremos devolver las cosas; el logro en esos tiempos será lo que hoy sembremos, pues no podremos dar lo que no tenemos. Aparte de llevar una vida amorosa, sencilla, normal, sin sobresaltos y sin temor (palabras del Padre Celestial) los tiempos de hoy son de preparación para lo que se avecina, libramos sin darnos cuenta una batalla (palabras de la Virgen Maria), pero el final de los tiempos hablará de una contienda final que se presentará de diversas formas; el triunfo será la raza humana, más todos no seremos participes de aquel logro. Nuestras armas serán esencialmente espirituales; deberemos estar acompañados de la fe, la voluntad, la constancia, la entereza, el conocimiento, la palabra, el altruismo y la fortaleza, si no tenemos alguna de estas virtudes seremos derrotados fácilmente, pues el enemigo es poderoso, no tendrá compasión de nosotros.

En esos momentos Señor Jesús asísteme, no permitas que mi voluntad se quiebre...

La ayuda de nuestros Hermanos Mayores llegará produciendo en algunos gran impacto, veremos con nuestros propios ojos que lo dicho y profetizado tantas veces era cierto. Surgirán hombres de mentalidad distinta, concebirán lo que hoy no podemos, serán abiertos, generosos y transparentes, la luz de Dios brillará en ellos.

Saber que nos corresponde o no vivir de todo esto es un misterio, sea lo que sea, deberemos manifestar nuestra disposición y voluntad para servir, si no lo hacemos, pasaremos inadvertidos mirando como simples espectadores el desenvolvimiento de los hechos, sumergidos en el fracaso, clamando desesperadamente por una nueva oportunidad, ya que la que tuvimos habrá partido de nuestras manos. El hombre de estos tiempos tiene dos posibilidades: procurar por un mundo mejor a través de la acción, la preparación propia y la entrega a nuestros semejantes o continuar de manera indiferente ante lo que vemos, donde otros toman decisiones por nosotros obedeciendo a sus propios y oscuros intereses. Los Seres Humanos estamos llenos de recursos y posibilidades, desde lo mas profundo y en uso de nuestro libre albedrío deberemos tomar las decisiones que rompan la inercia y la indiferencia; que eso que elijamos salga del discernimiento y no de lo superfluo. Con el tiempo veremos el producto de tales decisiones, que esos frutos merezcan ser compartidos para que sirvan de alimento a tantos seres que los necesitan, pues el mundo a parte de las necesidades materiales, carece de alimento espiritual; si el espíritu despertara, la iluminación y la conciencia llegarían; esto seria suficiente para poner fin a tanto sufrimiento. Mientras escribo esto, escucho nuevamente el llamado, es conmovedor, me hace levantar la mirada hacia lo alto y respirar profundamente, pero también oigo los sonidos futuros, veo imágenes de niños corriendo alegremente por los campos, veo hacia lo lejos un nuevo sol que se levanta imponente en el horizonte; pero ese mundo no es el que hoy conocemos...

Si deseamos hacer parte de éste panorama manifestémoslo abiertamente, Dios lee nuestros corazones y lo necesario llegará; por ahora, silenciemos nuestra mente y escuchemos, nos están trasmitiendo muchas cosas...

Señor Jesús, enséñame a contemplar la luz de tu rostro, que mi atención y mi mirada se dirijan hacia ti, que la semilla que sembraste en mi corazón crezca y de frutos , para que nuestro mundo sea un sitio de paz, justicia y hermandad..