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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Cine/Cierre 2005

En Hollywood, un año para olvidar


DICIEMBRE, 2005. Los resultados son elocuentes: Este ha sido el peor año en por lo menos tres décadas para Hollywood. Lo que parecían ser hits se hundieron a los pocos días de su estreno, entre ellas Batman Returns, The Cinderella Man y XxX State of the Nation. Tan malo fue el 2005 que solamente las franquicias de Harry Potter y Star Wars salvaron el año, y eso con resultados mucho menores a los esperados.

Dentro del recuento se enumeran varias razones: el Internet, el cual ha acaparado la atención en detrimento de otra industria, como la discográfica, la increíble variedad de opciones disponibles para el consumidor y donde el emplear dos horas dentro de una sala implica no atender otras distracciones, el cada vez más alto precio de entradas al cine en Estados Unidos --los altísimos sueldos de las grandes estrellas tienen que ser pagados por alguien--, la presencia del DVD que ha permitido disfrutar todas las comodidades del cine sin salir de casa y guiones insulsos maquillados con efectos especiales. 

Es el caso, por ejemplo, de Mr. and Mrs. Smith, con Brad Pitt y Angelina Jolie, la "pareja del momento", o de Hechizada, que rompió la creencia de que una película basada en un programa de televisión tendría un arranque decente. La explicación inmediata es que ambas películas tenían argumentos francamente malos que no podían ser salvados ni aun con la presencia de Nicole Kidman, quien hace rato no tenía una película con tan baja recaudación.

Pero el problema no radicó únicamente en los guiones pésimos: The Cinderella Man presenta una de las mejores actuaciones de Rusell Crowe y con una historia bastante convicente. Sin embargo no desquitó lo que Crowe cobró por participar en ella pues se hundió a los pocos días de su estreno ante la poca asistencia.

Nadie esperaba (quizá a excepción de los productores) que una segunda parte de The Mask sin Jim Carrey ni Cameron Diaz alcanzaría e incluso superaría a su antecesora. Con todo, el fiasco más grande y con pérdidas horripilantes corrió a cargo de XxX State of the Nation, la segunda parte de XxX, esta vez estelarizada por el rappero Ice Cube. La película tuvo un costo de 100 millones de dólares de los cuales sólo recuperó 27, al punto en que ya se le comienza a llamar "la Heaven's Gate del 2005" en alusión a la película estrenada en 1980 que terminó por hundir a la United Artists.

Los directores "ligamayoristas" también experimentaron dificultades. The War of the Worlds de Steven Spielberg recuperó la inversión, aunque muy por debajo de lo que se esperaba recaudar por parte de Dreamworks. Algo similar puede decirse de Madagascar donde, según la revista Businessweek, los estudios habían estimado una ganancia de 70 millones de dólares tras su estreno, cantidad 10 millones abajo de las ganancias finales. Por su parte Tim Burton también se tambaleó aunque supo sortear la terrible racha hollywoodense: si bien su remake de Charlie and the Chocolate Factory tuvo éxito regular, su segunda incursión mediante El cadáver de la novia enfrentó mejor suerte.

A los thrillers políticos tampoco les fue muy bien. Los insiders de Hollwyood esperaban que The Constant Gardener, con Ralph Fiennes y Rachel Weisz se convertiría en El Informe Pelícano de este año. Pese a que Universal invirtió millones de dólares en publicidad, la película está muy lejos de recuperar la inversión pese a contar con Fiennes, un actor que llevaba rato como actor taquillero. Good Night and Good Luck, la enésima referencia hollywoodense al macartismo (aunque sus dardos están realmente enfocados al actual huésped de la Casa Blanca) fue filmada en blanco y negro, factor que viene a ser veneno puro cuando se quiere que una película llegue a tener público. Syriana, otro thriller antiBush también ha sido víctima de la indiferencia de los espectadores. 

Ambos largometrajes son protagonizados por George Clooney, uno de los críticos más acérrimos del actual gobierno norteamericano. Sin embargo, y a excepción del Fahrenheit 911 de Michael Moore, la postura antiBush de los estudios tampoco ha atraído público.

Pero las buenas noticias para Hollywood también son acompañadas de una mala. The Revenge of the Sith, que cierra la saga de Star Wars, satisfizo las expectativas tanto de la Twentieth Century Fox como de George Lucas, al tiempo que el reciente estreno de Harry Potter and the Goblet of Fire fue bien recibido, si bien con cierto bajón si se compara con las dos entregas anteriores. La mala noticia es que se trata de "franquicias" cuyo éxito se debe, en buena parte, al "vuelito" que ya tenían de estrenos anteriores. 

Esto quiere decir que dos cosas: que Hollywood recurrirá en el 2006, más que nunca, a los remakes y a reciclar historias viejas, y seguirá optando por lo que ya funcionó en el pasado en vez de asumir riesgos. Eso ya puede anticiparse: una de las grandes esperanzas de los estudios se encuentra en la versión fílmica de The Da Vinci Code, protagonizada por Tom Hanks, y a una "versión épica" de la vida del Che Guevara donde el puertorriqueño Benicio del Toro llevará el rol principal.

A final de cuentas surge un temor que, hasta hace unos años, parecía remoto, casi imposible: la decadencia progresiva de Hollywood que pone en riesgo su subsistencia, al menos como hoy la conocemos. Y si los grandes estudios insisten en defender su muy particular agenda en vez de brindar entretenimiento, el declive se acelerará.