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Dirección Artística

Cuando nos propusimos hacer realidad el proyecto de El Mediano, su Mujer, el Mago y el Rey Malandrín, sabíamos que nos enfrentábamos a un proyecto complicado: recrear un ambiente medieval en pleno siglo XXI no parece nada fácil.

Somos conscientes de nuestras limitaciones, y por ello nos pusimos en contacto con Ignacio Miguel Montila y Javier Burgueño (www.alucine.es.org), especialistas en reproducciones históricas. Nosotros les ofrecimos la posibilidad de hacer sus primeros pinitos en el cine; ellos hicieron realidad nuestras ideas.

 
Su labor se centró en tres puntos fundamentales: el traje del guardián del castillo, el decorado de la cena y la armadura del caballero.
 

EL GUARDIÁN

Juanjo Rodríguez necesitaba parecer un soldado imponente para enfrentarse al Mediano. Del traje se encargaron los chicos de Alucine, que fabricaron el casco y el escudo con fibra de vidrio. La cota de malla fue un préstamo de Reproducciones Históricas Ricardo Cagigal. El resultado final no pudo ser mejor.

 

EL DECORADO

Hacer realidad el comedor del Rey fue una de las funciones más laboriosas para Javier e Ignacio.
Partieron del boceto del story-board que Óscar Martín realizó a partir de las indicaciones de Curro, y comenzaron por dibujar el decorado, detallando todas las medidas necesarias. A continuación, lo reprodujeron informáticamente, utilizando ya las proporciones reales y colocando los diferentes detalles para hacerse una idea global del restultado que querían obtener.

Con el trabajo previo terminado, establecieron su taller en una nave de la Cooperativa Agrícola Regional de Carrión de los Condes, y se pusieron manos a la obra, iniciando la construcción real a partir de todas las medidas.

La arcada la construyeron en poliespán, pintándolo a imitación de la piedra. Después le añadieron los blasones, las antorchas, la mesa, el mantel decorado con escudos, los candelabros envejecidos... Detalles como el pebetero nos lo prestó el Hotel Monasterio de San Zoilo; las sillas, el bar Conde de Garay. El atrezzo se ocupó de vestir la mesa.

 

LA ARMADURA

Aunque parezca real, es una reproducción en fibra de vidrio. El resultado es una armadura mucho más ligera, y permite mayor facilidad de movimientos.

Nuestro caballero, José Antonio Díaz, la vistió con mucha dignidad, a pesar del calor que tuvo que sufrir debido a las altas temperaturas de aquel día.


 

 

Vestuario

Teníamos el decorado, la armadura, el traje del guardián... pero había que vestir al resto de actores y a los extras. Raquel Hormigos, Roberto Martínez y Mónica Ramos se encargaron de conseguir las galas que vistieron los protagonistas del corto.

Una túnica para el Mago Merrin, ropas humildes para el Mediano, harapos dignos de nuestro grupo de ladrones y, cómo no, los elegantes trajes de los integrantes de la corte del Rey Malandrín. Un vestuario variopinto que siempre estuvo a punto.

Este es el momento de agradecer su colaboración al Centro de Tecnología del Espectáculo (CTE).

 


 

Maquillaje y Peluquería

El último paso para la caracterización de los actores es el maquillaje y la peluquería. De este aspecto se ocuparon Miriam Carrasco, Paula Delgado y Sandra Rizo.

Cada grupo de actores exigía un trabajo diferente.

Las cortesanas debían lucir pieles pálidas y tocados elegantes; el Rey, su caballero y los miembros de la corte necesitaban una apariencia majestuosa, como corresponde a su rango. Los ladrones, despeinados y sucios: los bandoleros de la Edad Media no tenían por costumbre el aseo.

Mención especial merece el maquillaje de los malabaristas y la caractrización del Mediano, que evoluciona a lo largo de las diferentes etapas de su viaje.