M U S E O . V I R T U A L . R E N A C E N T I S T A

ARQUIRECTURA RENACENTISTA EN ITALIA

   Las primeras manifestaciones de arquitectura renacentista surgen en Italia , en Florencia, ciudad que, por su prosperidad material y gustos reginados, efrecen condiciones al desarrollo brillantes de las artes.

La arquitectura del Renacimiento se va a caracterizar, naturalmente, por el empleo de los elementos constructivos grecorromanos: arco de medio punto, bóvedas de cañon, frontones, órdenes clásicos, etc... y, como materiales, la piedra -rústica o desbastada-, el mármol y el ladrillo.

Los monumentos más importantes son las iglesias, inspiradas en la basílica cristiana, y el palacio, que es creación renacentista. En la primera época -siglo XV-, la planta de la iglesia es, como la de la basílica, de tres naves y con testero plano, es decir, sin girola; y, a veces, con crucero. La planta de cruz latina o griega se generaliza en la madurez del estilo. Un elemento que adquiere gran importancia es la cúpula. Se levanta en el crucero, sobre una linterna octogonal, y remata en otra pequeña linterna con su correspondiente cupulín. Con frecuencia la cúpula es doble, formada por dos cascarones distintos -semiesférico el de dentro y peraltado el de fuera-, unidos por anillos y contrafuertes interiores. Brunelleschi empleó el sistema en las Iglesias de Santa María de las Flores (Florencia), pero ya había antecedentes en el baptisterio de la misma catedral -siglo XIV- y en la catedral vieja de Salamanca (España), del siglo XII. Los cielorrasos son planos, artesonados, y las tres naves, separadas por columnas aisladas (Brunelleschi). Después; se impone la nave única, con bóveda de medio cañon reforzada por los contrafuertes de las capillas laterales (Alberti). En cuanyo a los órdenes, al principio, domina el corintio; luego se introducen los otros, admitiéndose, al modo romano, la superposición de órdenes en un mismo edificio. El arco es, casi exclusivamente, de medio punto, y puede descansar, bien sobre un pequeño establecimiento (Brunelleschi), sobre una imposta (Alberti) o directo sobre el capitel. Columnas, pilastras, molduras y nichos cumplen a menudo una función ornamental. La escuela venesiana empleó el llamado orden colosal, invento de Palladio, que abarca dos pisos.

De entre los edificios civiles es creación original de los arquitectos renacentistas el palacio señorial, que puede describirse como un gran cubo de piedras rematado por una ancha corniza. En el siglo XV, el palacio florentino típico tiene los sillares sin pulir (aparejo rústico). Más tarde, estos bloques se labran, dejando sin desbastar solo las cadenas esquineras.

dLas ventanas pueden terminar en arco de medio punto o en un pequeño fronton sostenido por columnas. El frontón triangular es el remate obligado del cuerpo superior en la fachada de toda iglesia renacentista, sobre todo en el período avanzado del estilo. La ornamentación está tomada de la romana: perlas, ovos, grecas, dentellones, guirnaldas, etc...

La obra inicial de la arquitectura renacentista en Italia es la citada cúpula se Santa María de las Flores, de Florencia, empezada en 1274, por Arnolfo di Cambio. Al llegar el año 1440, la cupula, que abarcaba un ancho de tres naves, con un diametro de 42 metros, seguía inconclusa. Para terminarla, se abrió un concurso, que lo ganó el arquitecto Felipe Brunelleschi (1377-1446). Brunelleschi, que había estudiado el problema en las numerosas cúpulas de las arquitecturas orientales, lo resolvió construyendo una cúpula interior esférica, y otra exterior más alta, que, peraltándose en perfil de ojiva, hacía de contrafuerte de la primera.

En su construcción no empleó cimbras; la cúpula se iba cerrando a medida que se levantaba. Como ingenio constructivo, la obra de Brunelleschi produjo admiración, pero excepto las cornisas y molduras de la linterna, la cúpula no continúa ninguna tradición clásica, sino que actualiza procedimientos de los últimos tiempos del románico, y más lejos aún, usados en Oriente. La intención de Brunelleschi de revivir el arte grecolatino es más notorias en sus obras: el pórtico del Hospital de los Inocentes, con columnas y capiteles corintios y arcos del medio punto,y, en especial, las iglesias de San Lorenzo y Santa María del Santo Espíritu, que establecen el tipo de todos los templos del primer Renacimiento, así como la Capilla Pazzi, en la iglesia de Santa Cruz, en Florencia. Se inspira Brunelleschi, como se dijo, en la basílica romana de tres naves: la central más alta, con ventana y techo plano, y las laterales con bóveda y columnas aisladas que sostienen arcos de medio punto.

Con el palacio Pitti, Brunelleschi creó el tipo de residencia nobiliaria florentina, modelo al que se someten sus continuadores: Michelozzo Michelozzi (1396-1472), autor del palacio Ricardi, antes Médicis, y Benedetto da Majano (1442-1497), que construye el palacio Strozzi.

Difusor del estilo renacentista por toda Italia fue Leó Bautista Alberti (1404-1472). Su obra maestra es la iglesia de San Andrés (Mantua), por encargo de la familia Gonzaga. Tiene una sola nave muy ancha cubierta con bóveda de cañon seguido, cuyo empuje contienen los gruesos muros de las capillas laterales, que hacen de contrafuertes. En el centro de la nave se eleva una cúpula esférica. Llamado por el Papa Nicolás V a Roma para iniciar las obras de la basílica de San Pedro, sólo construyó los cimientos del ábside. Esta basílica de San Pedro es el monumento más importante del Renacimiento romano. En 1505, Julio II eencarga al arquitecto Donato Bramante (1444-1414) la erección de un templo que fuera digno sepulcro de los restos del Apóstol y símbolo material de la grandeza y poder de la Iglesia. El plan de Bramante era grandioso: planta de cruz griega, cinco cúpulas inmensas -la mayor, en el cruce de las naves, de cañón seguido- y cuatro torres en los ángulos. Pero Bramante muere cuando solo estaba construidos los seis pilares del centro. Su sucesor, el pintor Rafael, traía un nuevo plan: planta de cruz latina, tres naves, tres ábsides semisilculares y una sola cúpula central. Nada de esto se hizo, y, a su muerte, y a la de su continuador, Antonio de San Gallo, la obra no había adelantado gran cosa.

En 1547, Pablo III encarga a Miguel Angel la continuación. Este adoptó en lo esencial el proyecto de Bramante, con acertadas modificaciones: simplificó la planta, condensó elementos, redujo las dos órdenes a uno y construyó la cúpula, que se levanta a 130 metros de altura, y es la obra maestra de Miguel Angel como arquitecto. La fachada y la nave actual las hizo Carlos Maderno (1556-1629), y la soberbia columnata que rodea la plaza, Lorenzo Bernini.

Otro arquitecto notable fue Domenico Vignola (1507-1573, cuya obra principal es la iglesia del Jesús, según el patrón albertino. La fachada es de Giacomo della Porta (1540-1602), autor tambien de la linterna de la cúpula de San Pedro.

Entre las construcciones civiles, merecen citarse el palacio Farnesio, de Antonio de San Gallo (1483-1546).

La escuela romana de arquitectura influye pronto sobre el resto de la Península. Jorge Vasari (1511-1574), pintor y cronista, construye el célebre palacio de los Uffici (Florencia), destinado a museo por los Médicis.

En Venecia se forma un estilo muy peculiar por la concurrencia de elementos clásicos y bizantinos, que trae el gusto por los mármoles de colores y los materiales ricos.

Jacobo Sansovino (1486-1570) crea el modelo de palacio veneciano: galerías con arcos y terrazas con balaustradas. Su obra fundamental es la iglesia de San Marcos.

Otro discípulo de Miguel Angel, Andrés Palladio (1508-1580), idea el orden colosal u orden único que abarca varios pisos. En Venecia construye la iglesia de San Jorge el Mayor y en Vicenza, el Teatro Olímpico.
 




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