Queridos hijos, sus vidas cambiaran por completo, con el nacimiento de su primer hijo nos dijo Dios. Necesito que lo cuiden, lo amen y lo lloren cuando muera. Su estancia en la tierra será corta, pero vivirá intensamente entre ustedes.

Será un niño muy especial, les traerá mucha alegría y felicidad a todos. El niño tendrá su propio mundo y ustedes deben incluirlo en sus vidas. El tendrá mucho que aprender de los que vivan a su alrededor y ustedes aprenderán muchisimo de él.

Conseguirán muchos obstáculos en su camino, pero les aseguro que podrán superarlos. Cometerán muchos errores y esto lo entristecerá, pero yo los entenderé y perdonaré... Sé que se esforzarán por hacerlo bien, sin pensar nunca que la labor será en vano. Vivirán el día a día y sentirán cada mañana como un nuevo amanecer. Valorarán cada uno de sus pasos con mucha alegría y sabrán apreciarlo como ninguna otra persona podrá hacerlo. Cuando sienta que ya no pueden mas, el mismo les dará las fuerzas para continuar el camino

No será una tarea fácil para ninguno de ustedes dos. El camino será largo y muy dolorosos...Muchas lagrimas se derramarán a causa de su sufrimiento. Pero yo sé que ustedes saldrán adelante, les prometo acompañarlos siempre en este largo y doloroso camino. No los abandonare ni un solo minuto de sus vidas.

Mire por encima y los elegí a ustedes entre todos mis hijos. Se sentirán confundidos ante mi elección y se preguntarán: Que de particular tuvimos nosotros para haber sido escogidos? Eso solo podrán entenderlo con el tiempo.

No olviden que tendré que llevármelo de regreso a casa mucho más pronto de lo esperado. Ustedes lloraran de tristeza pues no podrán verlo ni tenerlo a su lado. Pero les aseguro que llegará al cielo con las manos llenas. A todos los que lo conocieron y tuvieron el privilegio de estar a su lado, les dejara su gran ejemplo de lucha por sobrevivir y seguir siempre adelante.

Después de su muerte los acompañara siempre desde el cielo. Donde quiera que estén y cuando lo deseen podrán hablarle, él los escuchará y se sentirá feliz que lo recuerden. El podrá intervenir ante mí por todas sus necesidades. Será entre nosotros un "Angel" muy especial, así como lo fue para todos ustedes durante su estadía en la tierra.

Caracas, 21 de Abril de 1998

Dedicado a nuestro querido hijo Gabriel Vicente García Rincón, al cumplirse un año de su desaparición.

Desde el momento en que nos anuncian que llevamos un hijo en nuestro vientre, comenzamos hacer planes de lo que su futuro será y de lo que podremos ofrecerle y brindarle en la vida. Soñamos con verlo crecer sano, saludable y sobre todo verlo triunfar. Nunca nos pasa por la mente, que nuestro hijo/a podría venir a este mundo sólo por poco tiempo. Soñamos que vivirá eternamente entre nosotros.

Con Gabriel Vicente sucedió lo inesperado, descubrimos desde muy temprano que su paso por esta tierra seria corto. Esto no nos impidió ser felices. Cada día que pasaba era un día mas que había que enfrentarse a su enfermedad y sufrimiento, pero tomábamos impulso y con mucha fé y esperanza aceptábamos la voluntad de Dios. Nunca nos dimos por vencidos ni perdimos las esperanzas de verlo crecer.

Cuando Gabriel Vicente murió, muchas personas se nos acercaron para ver que podían hacer por nosotros. "Nada gracias" fue nuestra respuesta. Lo único que hubiésemos querido era, que nos devolvieran la vida de nuestro hijo. Muchas palabras de consuelo llegaron a nuestros oídos. La mayoría de las personas nos decían, "Dejó de sufrir"... "Fué mejor así"..."Dios lo necesitaba en el cielo"... tal vez tuvieron razón en habernos dicho estas cosas, aunque en su momento no le encontramos el significado que tenían.

Muchos no saben como enfrentarse a los que sufren, ni que decirles para consolarlos. En ocasiones nos abstenemos a recordar y comentar algo por temor a entristecer a los demás. Claro que duele oír hablar de los seres que se han ido, pero el dolor no es la peor cosa a la que se enfrenta uno. Nos duele más el olvido, que el saber que los recuerdan con cariño y ternura. Sentimos más consuelo cuando nos los recuerdan, que cuando callan por temor a herirnos.

Cada duelo se vive diferente, no podemos establecer patrones ni ponernos metas. No podemos aconsejar a los demás sobre lo que debemos o tenemos que hacer para superar nuestro dolor. Sea un hijo, una madre, un padre, cualquiera de estas pérdidas son valiosas y cada uno de nosotros tendrá que superarla a su manera.

Dejemos que sean los propios dolientes que busquen y encuentren el camino hacia la recuperación. No importa si son dos meses, dos años, o 20 años. El vacío que se siente al no poder tener a nuestros seres queridos a nuestro lado, no se llena ni se puede remplazar jamás.

La vida continua para todos los seres que habitamos esta tierra, pero para nosotros la vida continua de otra manera, bajo otra dimensión. Es difícil que una persona que no halla pasado por esto, pueda entender lo que representa la pérdida de un ser querido...

María Eugenia Rincón de García.

Queridisimos hijos Gabriel y Maru

Nos sentimos obligados como padres a ofrecerles nuestro consuelo y nuestro apoyo en estos momentos de inmenso dolor; hay situaciones en la vida, en las que no existen palabras para expresar y decir lo que verdaderamente sentimos en lo mas intimo de nuestro corazón, ante el vacío y el desasosiego causado por la partida de un ser tan especial y querido como Gabriel Vicente.

Mil preguntas sin respuestas vienen a nuestra mente; Qué paso? Por qué a el? Porqué a nosotros? Por que...? No lo sabemos. Es que acaso hay un consuelo para llenar este gran vacío? Solo la presencia de Dios Nuestro Señor, en el silencio de nuestro corazón y la certeza por la fe, de que el ya esta en su compañía, nos puede dar ésa respuesta.

Gabriel Vicente fué, sin lugar a dudas escogido por Dios Nuestro Señor, para traer un mensaje de amor, de unión, de fortaleza, de esperanza, a todos nosotros los que conformamos ésta numerosa y bella familia, como también a todos los que, como nos dijo el sacerdote en la misa el día de su muerte, tuvieron la dicha de conocerlo. Su ejemplo y su recuerdo permanecerán siempre entre nosotros y sólo nos queda meditar uno, a uno, tántos momentos de su vida llenos de alegría y felicidad, como también de sufrimiento, de angustia y de dolor, para comprender que es con coraje, valentía y decisión, como lo hizo él, que podemos afrontar y vencer las dificultades que se nos presenten y que el ser felices y sentirnos alegres y optimistas depende únicamente de nosotros mismos, de la manera de cómo aceptemos y cumplamos la voluntad de Dios Nuestro Señor.

Uds. Y él han sido un ejemplo vivo, lleno de enseñanzas para todos nosotros y es por eso que los admiramos y respetamos sintiéndonos sumamente orgullosos de ser sus padres y los abuelos de Gabriel Vicente.

Quiera Dios, que de ahora en adelante, le demos mayor importancia a nuestras vidas espiritual y logremos convivir y compartir de una manera más humana, más sencilla, natural y desinteresada con todos los que nos rodean, sin mezquindades, ni rencores.

Cuenten siempre con nuestro apoyo y cariño que unidos a la protección de Dios Nuestros Señor y a las gracias especiales por la intercesión de Gabriel Vicente, les darán la fuerza necesaria para seguir adelante, acompañados de su bella hija, Vanessa que Dios les regaló.

Reciban todo nuestro amor, los bendecimos y queremos mucho.

Papi y Mami

Gonzalo y Graciela.

Tuve el privilegio de conocer a Gabriel, que niño tan especial!

Se podía sentir en Gabriel Vicente una gran riqueza y fuerza espiritual, portador de un espíritu muy elevado, y los espíritus elevados se destacan por su cercanía a Dios, no necesitan nombarlo porque ellos están en constante comunicación con El, en ellos se siente una madurez muy especial, no la madurez del paso de la vida, sino la madurez del paso de muchas vidas. En memoria de Gabriel Vicente y con el seguro consentimiento de este nuevo ángel que ahora vive en el inmenso cielo me permito transcribir estas palabras.

Si conocieras el misterio inmenso del cielo donde ahora vivo; si pudieras ver y sentir lo que yo siento y ver en estos horizontes sin fin y en esta luz que todo atraviesa y penetra, no llorarías si me amas.

Estoy ahora absorbido por el encanto de Dios y de sus expresiones de su infinita belleza. Las cosas importantes del pasado son pequeñas y mezquinas. Pero me ha quedado el cariño para ti, una ternura que nunca has conocido!

Yo vivo en la serena y alegre espera de tu llegada entre nosotros.

Tu piénsame así!

En tus diarias batallas, piensa en esta maravillosa casa, donde no existe la muerte, y donde todos juntos realizaremos nuestros mejores anhelos, con la entrega más pura e intensa en la fuente inagotable de la alegría y del amor.

! No llores mas, si verdaderamente me amas ¡

Recibida dos meses después de el fallecimiento de Gabriel Vicente.

Cuando comenzé en el Liceo Los Arcos a estudiar primer grado, me encontré con un grupo de compañeros dentro de este grupo se encontraba Gabriel Vicente que era un niño en condiciones especiales. Durante ese año todos compartíamos con Gabriel, asistíamos a sus cumpleaños, Gabriel participaba en actividades como uno de nosotros. Gabriel era un niño muy alegre, compartía con todos nosotros, era también muy preocupado en sus estudios.

A mi mama le gustaba como era porque era muy maduro.

A medida que fue pasando el tiempo nos fuimos uniendo mas a su familia, lo visitaba de vez en cuando. La familia era muy unida. Cuando me invitaban al club, el se bañaba en la piscina como una persona normal, jugábamos juegos de video.

Cuando pasaba el tiempo su enfermedad fue empeorando y a pesar de todo con un gran esfuerzo asistía a clases, se veía sonriente y dispuesto.

Para mi conocer a Gabriel Vicente me enseño a valorar lo que tengo. Yo a Gabriel lo tengo siempre presente en mi mente, el es un ángel que me protege.

Daniel Fuenmayor

Esta carta fue transcrita tal cual como se recibió, conservando su puntuación.