El episodio comienza en el presente, donde el abuelo de Aome les está diciendo a los amigos de su nieta que ella está enferma. Aome regaña a su abuelo por mentir cuando ella está en casa. Luego sale a su cita con Hojo. En el camino, ella va al pozo y desea saber que está haciendo Inu Yasha. En el pasado, Shippo se esconde en el pozo de los lobos que lo persiguen.

De vuelta al presente, en el momento en que Aome va bajando las escaleras, siente la cercanía de un fragmento de la perla, por lo que corre hasta el pozo, pensando que es Inu Yasha, pero se equivoca. Además se da cuenta que está retrasada en su cita con Hojo. Luego, en la cita, Aome no puede pensar en nada sino en Inu Yasha, por lo que está muy confundida, ya que no sabe si el abrazo que le dio Inu Yasha era por cariño ó era para engañarla y robarle el fragmento de Shikon. Hojo piensa que Aome está enferma, por lo que decide terminar la cita antes de tiempo y llevarla a casa.

Aome intenta regresar
a la época antigüa

De nuevo en el pasado, Inu Yasha pelea duro contra Royakan, pero es superado por el demonio. Kaede observa la pelea, dándose cuenta de que Inu Yasha no puede pelear a su máximo nivel desde que Aome se fue. Mientras tanto, en el presente, Aome excava con sus manos en el fondo del pozo para encontrar el fragmento de la perla que sintió. En el pasado, el fragmento resplandece y Aome regresa al periodo Sengoku, lo que le da mucho gusto a Shippo. Sin embargo el gusto por el reencuentro dura poco, ya que los lobos empiezan a entrar al descender por el árbol en el pozo. En el campo de batalla, Inu Yasha siente la cercanía de Aome recobrando con eso la fuerza y bravura, por lo que fácilmente derrota a Royakan. Inu Yasha corre hasta el pozo, sacando el árbol con los lobos, a los cuales derrota sin mucho problema.

Aome no puede evitar
abrazar a Inu Yasha
en cuanto lo ve

Aome al ver a Inu Yasha, sin pensar lo abraza, diciéndole lo preocupada que estaba por él. Inu Yasha le aclara que él no quería que regresara, lo cual hace que Aome empiece a llorar.

Por otro lado, Kaede y Miroku están felices de que la triste jovencita haya regresado. Kaede le comenta a Miroku que los insectos de Naraku desaparecieron de repente. En otro lugar, Naraku, quien se encontraba vigilando el desarrollo de su plan, confunde a Aome por Kikyo. Al estar cerca de ellos, Aome es capaz de detectar la gran cantidad de fragmentos de la perla de Shikón que tiene Naraku y alerta a todos indicándoles la dirección. Inu Yasha se da cuenta que es Naraku. Cuando Naraku llama a Kaede por el nombre, ésta concluye que Naraku es Onigumo. Naraku explica que cuando él era Onigumo, estaba obsesionado por Kikyo, por lo que él llamó a cientos de espíritus malignos, los cuales se fusionaron con el bandido dando origen a una nueva esencia llamada Naraku.

También dice que estaba furioso porque Kikyo estaba enamorada de un despreciable mitad demonio, y por esto les tendió una trampa para que se odiaran.
Naraku le dice a Inu Yasha, que Kikyo murió a pesar del hecho que ella podría estar viva todavía, si hubiera usado la perla de Shikon. Esto enfurece a Inu Yasha, por lo que se dirige hacia Naraku, quien salta por los aires. Inu Yasha destruye la piel de mandril de Naraku, revelando su verdadera forma. Naraku libera una neblina negra que acaba con los árboles cercanos. Cuando Inu Yasha y Naraku aterrizan, Inu Yasha usa su espada en Naraku, cortándole su ropa y revelando una cicatriz en forma de araña en su espalda, pero antes de ser atacado Naraku desaparece. Más tarde, Kaede piensa que la cicatriz es todo lo que queda de Onigumo. Aome retira los fragmentos de Royakan, quien luego vuelve a la normalidad. Ya cuando el peligro ha terminado, Inu Yasha está sentado en la rama de un árbol, mientras que Aome desea saber qué tanto afectó a Inu Yasha, al haberse enterado que Kikyo escogió la muerte y no la vida.

Fin del episodio