Inu Yasha sella
el pozo con un árbol |
Después de haber lanzado a Aome por el pozo para regresarla
a su época, Inu Yasha arroja un árbol al pozo para
que ella no pueda regresar. Luego Inu Yasha decide ir en busca de
Naraku, pero es detenido por Miroku, quien le pregunta cómo
espera a encontrar a Naraku. Además le dice que tienen que
esperar y pensar, llegando a la conclusión de que Naraku
pudo haber separado a Inu Yasha y a Kikyo, ya que tal vez él
estaba tras Kikyo.
Después de curar las heridas de Inu Yasha, Kaede comenta
que quienquiera que haya separado a Inu Yasha y Kikyo lo hizo deliberadamente.
Es decir, cuando atacaron a Kikyo, se pudieron robar la perla, pero
no quisieron, ya que su objetivo era que Kikyo e Inu Yasha se odiaran.
Kaede piensa que sólo una persona pudo haber hecho tal acto,
y ese es Onigumo. Él era un bandido que estaba muy malherido
e incapaz de moverse, al cual Kikyo había cuidado. Un día
cuando Kaede lo estaba cuidando, él le dijo que quería
tener a Kikyo y ver la perla de Shikon llena de maldad. Kaede continúa
comentando que un día fue a ver cómo estaba Onigumo,
pero descubrió que la cueva del bandido se estaba quemando,
dejándolo atrapado en ese lugar.
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Kaede cura
las heridas
de Inu Yasha
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El bandido
Onigumo antes
de su muerte
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Más tarde, Kaede los lleva hasta la cueva. Una vez allí,
descubren que en el lugar donde estuvo Onigumo no crece ninguna
planta, debido a un aura maligna.
Mientras tanto, en el pozo, Shippo es atacado por un grupo de lobos.
En el presente, Aome vuelve a su rutina, por lo que decide salir
con Hojo para distraerse y olvidar lo relacionado con la otra época
e Inu Yasha.
De nuevo en el pasado, Inu Yasha Miroku y Kaede oyen los gritos
de Shippo, por lo que corren a ayudarlo. Cuando llegan al rescate,
observan que el una vez gentil guardián del bosque, Royakan,
es ahora un ser maligno, gracias a un fragmento de la perla dado
por Naraku, que puede crear una infinidad de lobos. Lejos del bosque,
Naraku está sentado en la rama de un árbol admirando
su plan. Durante la batalla con los lobos, las heridas de Inu Yasha
se abren. Luego Miroku usa su Agujero Negro en las criaturas, pero
antes de que pueda succionar a Royakan, éste escapa. Esa
noche, Kaede y Miroku curan las heridas de Inu Yasha y Shippo en
un cobertizo, para así darle el tiempo suficiente de que
sus heridas sanen por completo.
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Royakan es manipulado por Naraku
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Kaede y Miroku ocultan a los ojos de Royakan la posición de
Inu Yasha mediante sus rezos. |
Más tarde Miroku y Kaede empiezan a invocar un conjuro para
crear un campo de energía alrededor del cobertizo, ocultando
a Inu Yasha de Royakan, para que si él atacara de nuevo,
no pueda lastimar a Inu Yasha. En otro lugar, Naraku le da un segundo
fragmento de Shikon al asustado Royakan, incrementando sus poderes.
Luego ataca la aldea donde está Inu Yasha, pero gracias a
Miroku y Kaede, él no puede ver el cobertizo con el herido
Inu Yasha adentro. Esto no dura por mucho tiempo, ya que Miroku
rompe su conjuro por salvar a Kaede de un ataque. Con la barrera
rota, Royakan ataca el cobertizo, destruyéndolo.
Ahora que puede salir, Inu Yasha ataca a Royakan. Este crea más
lobos, mientras que los insectos de Naraku se unen a la batalla,
por lo que Miroku es incapaz de usar su Agujero Negro.
Continuando con la batalla, Royakan golpea a Inu Yasha, ocasionándole
que suelte el fragmento de Shikon que llevaba consigo, pero antes
de que Royakan pueda arrebatárselo, Shippo lo toma, huyendo
del lugar y siendo perseguido por los lobos.
Fin del episodio
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Shippo es atacado
por los lobos de
Royakan
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