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" Neolamprologus multifasciatus en el acuario y en la naturaleza "

Por:  Marc Puigcerver & Ángel Cánovas (fotos de Ángel Cánovas)  

Artículo publicado originalmente en Acuario Práctico nº 21/1999, actualizado por los autores para Cíclidos-Sp


  Neolamprologus multifasciatus, el más popular de los cíclidos conchícolas, fue descrito por Boulenger en 1906, pero hasta hace relativamente pocos años (1976-1984) no fue importado por primera vez para su venta al público. La morfología y dibujo de este pez puede observarse en las fotos adjuntas. Existen diferencias cromáticas entre las pequeñas poblaciones de esta especie aunque todas mantienen un dibujo similar, variando sobretodo la intensidad de coloración, entre unas bandas de color gris claro plomizo sobre fondo claro al negro intenso sobre fondo gris. Los machos de esta especie alcanzan una longitud total máxima de 6 cm y las hembras de 4,5 cm (aunque en su medio natural apenas alcanzan los 3 y 2 cm de longitud respectivamente), siendo considerado con esta talla el cíclido más pequeño descrito hasta el momento en el lago Tanganica, con la excepción, quizás, de Lamprologus signatus. El dimorfismo sexual es poco aparente y tan sólo apreciable en individuos maduros: las hembras son más pequeñas, presentan menor intensidad de colorido y carecen de la banda longitudinal apical roja  en la aleta dorsal presente en los machos de algunas poblaciones. Los alevines y juveniles son de color gris uniforme, careciendo por completo de las bandas que dan nombre a esta especie. A los seis meses, en un estadio de premadurez (preadultos), comienza a aparecer la coloración característica con rayas verticales, que ya no desaparecerá durante el curso de su vida.   

Macho de N. multifasciatus

Hembra de N. multifasciatus

N.multifasciatus en acuario 

El pequeño tamaño de este pez lo hace muy apreciado para aquellos amantes de los cíclidos de los grandes lagos que no tengan suficiente espacio para un gran acuario. Debe mantenerse en las condiciones típicas de un acuario del lago Tanganica: temperatura 24-26ºC, dureza 15-25 dGH (14ºKH) y pH alrededor de 8,0 con un fotoperiodo de 12:12. Acuario de un volumen a partir de 60 litros (acuario específico para una pareja), aunque como siempre, cuanto más grande sea el acuario mejor podrán observarse los comportamientos naturales de esta especie (ver ciclo vital de N.multifasciatus). Una decoración a base de rocas calizas para formar escondrijos y recovecos y conchas de caracol vacías sobre un substrato arenoso y unas cuantas vallisnerias y helecho de Java (Microsorium) entre las rocas como plantación, componen un acuario ideal. El substrato, al menos de 3 cm de grosor, debería ser arenoso y de pequeña granulometría, ya que es una especie que gusta de excavar. Es importante realizar frecuentes cambios parciales de agua, a razón de un 50% del volumen semanalmente.

Su alimentación no comporta ningún problema dada su naturaleza planctófaga: en acuario se nutre con alimento vivo o congelado (artemia y sus nauplios, Cyclops, Tubifex, pulgas de agua, larvas rojas de mosquito y gusanos Grindall) y también de alimento desecado comercial en forma de escamas o granulado. Para aquellos aficionados que deseen crear un acuario geográfico, esta especie puede no solamente mantenerse con otros Cíclidos de mayor tamaño (Opthalmotilapia ventralis, Xenotilapia sima, Cyprichromis microlepidotus, Lamprologus ocellatus, Neolamprologus brevis...) sino también junto a Sinodóntidos jóvenes (Synodontis multipunctatus) y Pecílidos (Lamprichthys tanganicanus).

Su reproducción puede conseguirse en un acuario específico de 60 litros o bien dejando a la pareja o al macho y su “harén” que ponga en el acuario comunitario. El agua debe encontrarse en las mismas condiciones que las especificadas para su mantenimiento, aunque preferiblemente en el rango superior de su temperatura y el inferior de dureza. El principal problema puede residir en encontrar una concha de caracol para la reproducción de esta especie. Lo ideal, ya que no es fácil el acceso a las conchas de Neothauma tanganicense, es utilizar la concha vacía del caracol manzana (Ampularia gigas), abundante en los comercios. En caso de no poder encontrar conchas de esta especie, puede intentar sustituirse por caracolas marinas, siempre haciendo coincidir su tamaño con la longitud de los reproductores.  

Pareja de N. multifasciatus

Se puede reconocer la disposición a la puesta de una hembra por su mayor engrosamiento ventral y la exteriorización de su papila genital. Se inicia entonces el cortejo en el que la pareja sincroniza sus movimientos, entrando y saliendo la hembra repetidamente de la concha, hasta desovar días más tarde. La hembra pone en el interior de la concha de caracol, seguida hasta la abertura por el macho que fecunda los huevos. Si lo hemos hecho bien (la elección del tamaño del substrato de puesta), el macho no puede introducirse en el interior del caracol debido a su mayor tamaño, fecundando los huevos desde la entrada, impulsando con fuertes movimientos de abanico de las aletas, el esperma al interior de la concha. Para diferenciar el cortejo de la verdadera puesta, sólo hay que observar si ha variado el volumen del vientre de la hembra. La puesta no es muy numerosa (6-8 huevos), pero queda compensada por la frecuencia de desoves, llegando a coincidir alevines de varias puestas consecutivas cuidadas por la misma hembra. Una vez finalizado el desove, el macho se limita únicamente a la defensa de su territorio y a mantener la paz del harén, mientras que la hembra lleva la parte activa del cuidado, entrando y saliendo frecuentemente de la concha, actividad que sirve para intercambiar y oxigenar el agua de su interior. A las dos semanas pueden observarse los primeros alevines fuera de la concha, la cual utilizan ocasionalmente en caso de peligro como refugio. Presentan un crecimiento rápido (teniendo en cuenta su tamaño final), debiendo ser alimentados con nauplios de Artemia salina y alimento seco comercial para alevines al menos cuatro veces al día. A los dos meses alcanzan 1 cm y comparten con sus progenitores la defensa común del territorio, actuando como un equipo bien compenetrado. Para más detalles sobre su comportamiento reproductivo y social ver (ciclo vital de N.multifasciatus).

 

Macho y hembra de N. multifasciatus en su territorio Hembra de N. multifasciatus en el interior de la concha

 

Ciclo vital de N.multifasciatus en la naturaleza  

Esta especie endémica del sur del lago Tanganica (en las bahías de Niamkolo y Musende), habita sobre las zonas arenosas con abundancia de restos de conchas de caracol, a profundidades comprendidas entre los 2-10 metros. Vive en grupos sociales familiares de gran complejidad, donde la descendencia permanece en contacto con sus progenitores más allá de la madurez sexual y llegan a reproducirse dentro del grupo. Así, estos grupos están formados por varios machos (de uno a tres) y hembras (de una a cinco) más su descendencia, frecuentemente de camadas diferentes. Los territorios son una zona excavada más o menos circular de 30 cm de diámetro, generalmente contiguo a otro territorio y con un número indeterminado de conchas de caracol. Los miembros de cada grupo unen sus esfuerzos para defenderse de grupos vecinos u otros intrusos. Las hembras dentro de un grupo compiten entre ellas por conseguir un mayor número de conchas, defendiendo subterritorios individuales dentro del grupo, probablemente para un futuro uso por parte de su descendencia. Esta descendencia habita en la concha materna hasta alcanzar aproximadamente 1 cm de longitud, momento en que inician la defensa de su propia concha. Si no hay caracolas libres, la descendencia tiene tiene opciones, esperar a que una concha quede libre, emigrar en busca de un grupo donde pueda ser aceptado o bien crear un nuevo territorio. Si no tiene éxito en la consecución de una caracola o territorio propio en un corto intervalo, tarde o temprano es depredado por las numerosas especies ictiófagas u oportunistas del lago. Las caracolas intactas y desocupadas son un recurso escaso, a pesar de ser numerosas en ciertas zonas, por dos razones: bien porque las caracolas desentarradas se encuentran en un territorio defendido contra los intrusos por un grupo familiar o bien porque fuera de la colonia, los encuentros con los predadores son demasiado frecuentes como para dedicarse a excavar buscando una concha.

Análisis moleculares han demostrado que los machos reproductivos están fuertemente emparentados y que ¼ parte de las hembras adultas son hijas del macho dominante, y que lo normal en estos grupos es tener descendencia con padres o hermanos. A pesar de todo, hay una cierta evidencia de presencia de genes nuevos, que sugieren un intercambio de individuos entre grupos. Ello es imprescindoble desde un punto de vista evolutivo para evitar una consanguineidad que podría resultar fatal a medio plazo.  

Alevín de N. multifasciatus Juvenil de N. multifasciatus de 4 meses

Dado que existe una gran agresividad intrasexual (entre machos y entre hembras), se hace algo difícil explicar cómo aparecen estos nuevos individuos (“intrusos”) dentro de un grupo establecido. La respuesta es sencilla si se observa que los individuos que tienen más facilidad para emigrar con éxito a otro grupo vecino son las hembras. Ello resulta así porque a pesar del ataque que una hembra intrusa pueda recibir de las hembras del territorio, el macho interfiere en ocasiones en las peleas entre ellas, estableciendo una paz forzada y permitiendo de esta manera que se establezca una nueva hembra externa, que supondrá para él un nuevo recurso reproductivo y para las otras hembras la pérdida de un recurso (la caracola) y una nueva competidora.

 

Colonia de N. multifasciatus

 

Final 

Hemos creído oportuno explicar el comportamiento social y reproductivo (en este caso es lo mismo) de esta especie en la naturaleza para hacer ver que en muchas ocasiones, los comportamientos que se observan en el acuario son incompletos para comprender el ciclo natural de la especie, dado que la mayoría de las especies adaptan su repertorio etológico a las condiciones en que se encuentran (y las que no lo hacen, ...desaparecen). A pesar de ser ésta una especie de pequeño tamaño y poder mantenerse y reproducirla en una acuario de 60 litros, para poder observar lo comentado en el apartado del ciclo vital se necesitaría un acuario con una superficie de 150x60 para poder introducir una colonia entera, con varios grupos sociales y observar las interacciones entre los mismos. Quizás ésta sea una de las especies en las que valdría la pena hacer el experimento. 

© Marc Puigcerver & Ángel Cánovas

 

 

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