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Herichthys bartoni, la mojarra de los dos colores

Por Juan Miguel Artigas Azas, 1992-1999.


Traducción por Manuel Zapater, 1999.

(Este artículo fue originalmente publicado en "Cichlid News magazine" Aquatic promotions, Vol. 4. No. 1-2, Enero-Abril 1994; pp. 18-20, 10-12).

 

Herichthys bartoni

Una pareja reproductora de Herichthys bartoni vigilando su descendencia entre los lechos de nenúfar en el arroyo de La Medialuna, San Luis Potosí, S.L.P., México.

En 1,890 el profesor Alfredo Duges, de la Universidad de Guanajuato en México, visitó el valle del Río Verde, en zona media del estado mexicano de San Luis Potosí, que se encuentra a unos 1,000 m. sobre el nivel del mar. Su principal interés era la biología de la zona, especial en muchos sentidos.

Se piensa que en el valle del Río Verde existió un gran lago prehistórico. Este lago, ahora extinto, dejó solo las llanuras y manantiales que lo alimentaban. Estos manantiales han erosionado el terreno para formar las pequeñas lagunas que hoy encontramos. La geología del terreno, muy calcárea y porosa, aporta el medio subterráneo necesario para drenar los excedentes de los arroyos, siguiendo rutas cubiertas y surgiendo más adelante para desembocar en el Río Verde y finalmente descender desde las tierras elevadas hasta el sistema de Pánuco. La fauna y flora que se encuentran en el valle de Ríoverde prosperan en un ambiente que las dirige hacia la especialización y evolución, lo que ha producido muchas especies endémicas de este valle.

Taxonomia

El profesor Duges, durante su visita, entre otros muchos peces colecto un hermoso cíclido. Sabiendo que se trataba de una especie no conocida por la ciencia entonces, mandó algunos ejemplares preservados al doctor Tarleton Hofman Bean, que se convertirían en los tipos de Acara bartoni, nombre dedicado al ictiólogo Barton A. Bean. La descripción del pez fue publicada en Procedures of U.S. Natural Museum en 1,892, con la localidad tipo situada en la Huasteca Potosina. Esta localización se debe a un error probablemente generado por la falta de información completa sobre los lugares de recolección. El área del valle del Río Verde, de la cual es endémico Herichthys bartoni no está situada dentro de la Huasteca Potosina, sino en el centro del estado, un ambiente semi-árido y con un ecosistema radicalmente diferente al de la Huasteca Potosina.

Aunque el pez fue incluido en principio dentro del género Acara, más tarde se trasladó a Cichlasoma por Jordan & Everman en 1,896 y después considerado por el ictiólogo C. Tate Regan en su nuevo subgénero Parapetenia en 1,905 (Regan, 1,905), este subgénero fue relegado un año después a una sección de Cichlasoma por el propio Regan (Regan, 1,906). El pez se mantuvo en este género hasta que empezó el gran cataclismo del género Cichlasoma en 1,983, cuando el ictiólogo suizo Sven Kullander restringió el género a algunos representantes sudamericanos emparentados cercanamente con el espécimen que define el tipo: Cichlasoma bimaculatum, (Kullander, 1,983).

Desde este momento el estado del género de bartoni, así como el de alrededor de unas cien especies de cíclidos centroamericanos, emplazados antes dentro de Cichlasoma, quedó en el aire. Por ello ahora, sólo el estudio en profundidad de este tema establecerá relaciones de Herichthys bartoni con los nuevos y existentes géneros que sustituyan a Cichlasoma.

Ha sido sugerido por el mismo Kullander (Kullander 1997), que de acuerdo al patrón de coloración esta especie debe de ser considerada dentro del género Herichthys, por lo que he elegido seguir a Kullander en este respecto, al menos hasta que investigaciones mas detalladas que involucren comparaciones filogenéticas sean llevadas a cabo para determinar la veracidad de esta opinión. Es de considerar que las especies que se han desarrollado en el valle de Río verde, quizá por las peculiares características del mismo, han divergido notablemente en apariencia de sus posibles ancestros, como es el caso de Ateniobious toweri (género monotípico de Goodeidae), quien tiene como ascendente a alguna especie del género Goodea (Goodea atripinnis), o Cualac tesselatus, el cual muy posiblemente tenga su ascendente dentro del género Cyprinodon. Por lo que la diferencia en apariencia de Herichthys carpintis en relación a las demás especies del género Herichthys no debe de sugerir que Herichthys bartoni no es quizá perteneciente al mismo.

Otra posibilidad a considerar en este sentido es la de que Herichthys bartoni este en realidad mas cercanamente emparentado con "Cichlasoma" beani, con quien guarda también cierta similitud en patrones de cría. El fundamento para esta sospecha se encuentra precisamente en la presencia endémica de Ataeniobious toweri en el valle de Rioverde, un pez perteneciente a la familia Goodeidae, la que tiene sus orígenes en el sistema del Rio Lerma-Santiago. Este sistema hidrológico fluye hacia la vertiente del Pacifico. El Río Lerma-Santiago es también hábitat de "Cichlasoma" beani. El hecho de que los manantiales del valle de Rioverde pertenezcan actualmente al sistema del Río Pánuco, que fluye hacia la vertiente del golfo, nos hace pensar que el levantamiento del altiplano en México trajo como consecuencia probable el cambio de sentido del flujo de algunos ríos que se encontraban en lo que ahora este altiplano. Otras especies de Godeidos habitan también las partes altas del Rio Pánuco, principalmente en San Luis Potosí.

 

Media Luna

Arroyo de Medialuna, Sistema Pánuco; Río Verde, San Luis Potosí, México.

Distribución

La distribución de Herichthys bartoni está restringida a los manantiales y arroyos interiores del valle de Ríoverde, localizados al Oeste de la ciudad de Ríoverde (latitud N 21° 51'52''; longitud W 100° 51'41'') en el estado mexicano de San Luis Potosí; hasta la población de Villa Juárez, cincuenta km. al noroeste, y hasta las montañas que limitan el valle, veinte km. al sudoeste de la ciudad.

A esta especie se le encuentra en pequeñas lagunas erosionadas por los manantiales en el suelo calcáreo del valle y, aunque algunas veces es considerado endémico de la Laguna Medialuna, esto no es el caso. El pez vive en otros manantiales y arroyos de la zona, algunos de los más grandes de éstos son: "Los Anteojitos", "Manga Larga", "Los Peroles", "Las tablas", "Laguna de San Bartolo" y el "El Aguaje", incluyendo el arroyo interior "el Aguaje" pero también se encuentra en otros menores, así como en canales artificiales de riego o en pequeñas acequias naturales que fluyen desde algunos de los manantiales. De estos, algunos de los tramos son superficiales y otros subterráneos, pero los cursos no está interconectados.

Un canal artificial que discurre desde el mayor y más conocido de los manantiales, "La Medialuna", fue excavado hace más de un siglo, pero ampliado y pavimentado en los años 70, cruza ahora el Río Verde y ha sido el camino por el que Herichthys bartoni ha alcanzado las partes superiores de este curso de agua, aunque en este río se encuentran pocos ejemplares, quizás debido a la dificultad para establecerse en un ambiente muy diferente del suyo original.

Medio ambiente

Herichthys bartoni

Herichthys bartoni macho adulto en coloración normal (una de las muchas fases) nadando en el arroyo Medialuna, Pánuco; San Luis Potosí, México. Photo by Juan Miguel Artigas Azas.

Los manantiales del valle del Río Verde son pequeños cuerpos de agua. EL mayor, La Medialuna, cuya laguna principal tiene estas forma, con un diámetro máximo de no más de 100 m., pero con una profundidad de 36 m. (118 pies). "Los Anteojitos" sin embargo, están formados por dos pequeñas lagunas interconectadas por un pequeño canal de 5 m. de longitud; la mayor de las lagunas no tiene más de 40 m. de diámetro. "El Aguaje" es un pequeño manantial que alimenta un arroyo el cual, después de un tramo superficial de varios kilómetros, desaparece bajo la tierra, en el se encuentra Herichthys bartoni en gran abundancia.

Las condiciones fisicoquímicas del agua en los manantiales. "La Medialuna", "Los Anteojitos", "Los Peroles", "Las Tablas", "Laguna de San Bartolo" y "Manga Larga", son muy estables. El agua es cálida, entre 28 y 32 °C y extremadamente clara, con visibilidad de más de 30 m. en los días más claros (excepto en "Las Tablas", donde la visibilidad es menor). Los análisis químicos muestran un pH alcalino, entre 7.8 y 8.0 y una dureza que puede superar en algunos casos los 100° alemanes, la lectura de dureza de carbonatos no suele ser mayor a 15 °KH.

La vegetación acuática en las lagunas comprende principalmente lechos de nenúfares (Ninphaea sp.) en las zonas menos profundas en las que se encuentra Herichthys bartoni. El suelo de los arroyos está formado por una gruesa capa de detritus fácilmente alterable por el mal tiempo o los nadadores, enturbiando el agua clara. Este suceso es muy común los fines de semana en el manantial "La Medialuna", en donde las escuelas de submarinismo practican durante casi todo el año, excepto los días más fríos, lo que tiene un efecto ecológico adverso en el manantial, dado que el detrito cubre las hojas de nenúfar que después mueren. Normalmente no se encuentran rocas ni maderas en los manantiales ni en las acequias (excepto en "Los Peroles"). La vegetación aérea genera sombra a lo largo de los márgenes de los arroyos y acequias. Aunque los árboles nativos están casi ausentes en el valle, sin embargo se encuentran zonas de Cedros nativos de la zona, principalmente al norte del valle. Algunas áreas alrededor de los manantiales más populares para recreo han sido plantadas con árboles exóticos por los Gobiernos de los municipios con el fin de proveer de sombra a los visitantes.

El flujo de agua es normalmente muy lento, excepto en alguno de los canales de riego donde se vuelve bastante rápido. Esto no supone ninguna limitación para Herichthys bartoni, que se encuentra por todos los lugares hasta una profundidad máxima de 5 m.

El ambiente en la acequia "El Aguaje", cuatro km. al sur de la población de Villa Juárez, en el límite septentrional de la distribución de Herichthys bartoni, es muy diferente. Aquí la temperatura del agua baja hasta 20 °C o quizás menos durante el invierno y alcanza sólo 25°C en la estación seca. La visibilidad es inferior a 2 m. y la vegetación acuática y las hierbas abundan junto a las Nimphea sp. sobre un suelo muy lodoso.

Herichthys bartoni vive en compañía de varias otras especies. Los cíclidos están representados por Herichthys labridens. El "labridens amarillo" se encuentra en los mismos ambientes, pero en mucho menor número que Herichthys bartoni. Esta forma de labridens también es endémica, aunque hay un morfo similar en los ríos Verde y Santa María. Otras especies de peces son: el Godeido Ataeniobius toweri; el ciprinodóntido Cualac tesselatus; los ciprínidos son Dionda dichroma y D. mandibularis; Todos estos endémicos del valle, el carácido Astyanax fasciatus, el Poecilido Poecilia mexicana y la familia de los ictalúridos Ictalurus mexicanus.

Hay otras especies introducidas que se encuentran en los mismos lugares, principalmente Oreochromis aureus, a quien se le ha acusado de ser una amenaza potencial para las poblaciones de Herichthys bartoni, lo que ha llevado a incluir a este último en la lista de 1,990 de la I.U.C.N. (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Oreochromis aureus fue introducido en los arroyos y en el río Verde y cultivado en estanques artificiales alimentados por acequias cerca de Villa Juárez. Estos cultivos no resultaron rentables y fueron abandonados. El destino de las poblaciones introducidas ha sido diverso. En "Los Anteojitos" de han extinguido por causas naturales, en "La Medialuna", por suerte, han disminuido su número y los que se encuentran presentan diferentes enfermedades, la más común es la exoftalmia. En Villa Juárez y el río Verde, sin embargo, es diferente, allí los Tilapias son numerosos y prosperan, pero hasta ahora, no parecen representar ningún peligro para el resto de especies de cíclidos.

Otras especies exóticas, antes limitadas al valle del río Verde son: Herichtys carpintis (quizás introducido desde el Pánuco inferior (Miller, per comm.)), Gambusia panuco, Poecilia latipunctata y Poecilia mexicana. Los dos últimos invadieron el canal principal de riego de La Medialuna hace unos quince años y en los últimos tiempos se han establecido en la misma laguna. H. carpintis no parece prosperar demasiado bien, por lo menos en el arroyo de La Medialuna, pero en los primeros años de colonización aparentemente hibridizó con Herichthys labridens, aunque últimamente no he encontrado ningún híbrido más. El impacto sobre la población de La Medialuna de Herichthys bartoni no ha sido determinado, pero hasta ahora no parece influir demasiado sobre ellos, aunque he observado que la escasez de comida en los manantiales lleva a los pequeños H. carpintis a atacar a la descendencia de los cíclidos nativos: H. bartoni y H. labridens.

Otra especie introducida en el manantial de La Medialuna es Poecilia latipunctata, originaria del río Tamesí, el afluente del Norte del río Pánuco, amenazada en su hábitat natural, pero próspero en la Medialuna, aunque no parece ser un problema para el sujeto de este artículo.

Biología

Herichthys bartoni

Una pareja de H. bartoni cuidando de su descendencia. Arroyo de "La Medialuna", Pánuco; Río Verde, San Luis Potosí, México. Photo by Juan Miguel Artigas Azas.

Herichthys bartoni

Pareja de Herichthys bartoni cuidando su puesta, dentro de la cueva. Arroyo de "La Medialuna", Pánuco; Río Verde, San Luis Potosí, México. Photo by Juan Miguel Artigas Azas.

Herichthys bartoni es un cíclido robusto, los machos alcanzan una longitud total de unos 18 cm, pero las hembras sólo llegan a unos 11 cm. El cuerpo es bastante angosto lateralmente. El perfil de la cabeza es curvo en la zona frontal, con una pequeña joroba en los machos adultos y una indentación a la altura del ojo en los individuos adultos. El hocico es largo y afilado, con las mandíbulas iguales en longitud o la inferior ligeramente sobresaliente. Los labios son gruesos con dientes anteriores (caninos) y un freno muy característico en el inferior. Las aletas pélvicas son cortas y no llegan hasta la base de la caudal. Los radios blandos de las aletas dorsal y anal manifiestan una forma redondeada y no se extienden hacia atrás mucho más de la base de la caudal. El pedúnculo caudal es bastante largo, tanto o más que su anchura y precede a una cola subtruncada.

Herichthys bartoni se distingue claramente del labridens amarillo por la ausencia de una mancha púrpura sin escamas justo detrás de la base de la aleta pectoral, una característica distintiva del complejo de especies labridens que incluye también a H. steindachneri y H. pantosticus.

La coloración de fondo varía desde el gris hasta el marrón claro en la mayoría de los individuos, aunque algunos presentan un fuerte color amarillo con una zona roja tras la base de las aletas pectorales. Una línea horizontal de manchas negras va desde justo detrás del ojo hasta la base de la caudal, donde hay una gran mancha negra. Algunas escamas de la mitad inferior del cuerpo presentan un punto azul claro. La coloración de cría es simple y llamativa, una de las más bellas de los cíclidos centroamericanos. La parte superior del cuerpo en ambos sexos se vuelve blanca, mientras que la inferior toma un tono negro aterciopelado, que incluye las aletas. Esta coloración dura desde el desove hasta el final de los cuidados a los alevines y, a veces, se observa también en algunos individuos durante el cortejo. .

Herichthys bartoni, cuando es pequeño, se mantiene cerca de las áreas con vegetación en los bordes de las lagunas y canales, aprovechando bien la limitada disponibilidad de comida. Comen las algas del envés de las hojas de Nimphea. Los subadultos también suelen congregarse alrededor de los bancos de labridens amarillos que se están alimentando. Los labridens, de color negro al alimentarse, introducen su boca en el blando sustrato, revolviendo para buscar caracoles, dejando los más pequeños y los no deseados para los congéneres juveniles, pero otros invertebrados son aprovechados también por Herichthys bartoni.

Los H. bartoni pueden ser predadores oportunistas pero parece que sólo cuando hay escasez de comida, ya que su dieta favorita son las algas pequeñas, esto se comprueba fácilmente por el gran número de individuos que se encuentran raspando los bloques de hormigón construidos en los canales para controlar el flujo de agua, que proporcionan una superficie artificial dura que sirve como soporte de algas, que reciben además una gran insolación.

Herichthys bartoni es aparentemente un cíclido monógamo biparental. Debido a las condiciones tan estables de las aguas de los arroyos y en contraste con la mayoría de las especies de cíclidos centroamericanos, las parejas reproductoras se encuentran en cualquier estación, pero con un pico en la estación seca. La madurez sexual se da pronto, es común ver a hembras de 6 cm. ya emparejadas. Los machos deben ser un poco mayores, los más pequeños que he visto medían 10 cm. Los machos son siempre más grandes que sus consortes y casos extremos de machos de 18 cm con hembras de 6 cm. no son raros, aunque la regla es que la diferencia de tamaño sea de unos 2 ó 3 cm. El tiempo de formación de la pareja parece durar bastante, se les suele ver deambulando en parejas por los canales, agitando sus cuerpos de vez en cuando y comiendo juntos sobre una hoja sumergida de Nimphea. Durante este periodo la coloración se oscurece, pero sin presentar todavía el sorprendente y característico patrón blanco y negro.

Las parejas de cría utilizan para el desove cuevas en las orillas casi verticales de las lagunas y canales, bajo la cubierta de la vegetación de las orillas. La mayor parte de las veces las parejas tratan de encontrar una cueva natural o previamente excavada, la que pueden ampliar, aunque si esta no esta disponible excavan la propia en las paredes calcáreas. Estas cuevas suelen ser solo lo suficientemente anchas para permitir el paso de la pareja y algunas veces hasta de 30 cm. de longitud, el diámetro promedio es de alrededor de 5 cm. Al fondo de la cueva generalmente se tiene una recámara un poco más ancha. En este lugar la hembra deposita los huevecillos adhesivos sobre la pared superior, los cuales pueden sumar mas de doscientos. A este respecto Herichthys bartoni no parece depositar el gran numero de huevecillos de otros cíclidos Centroamericanos.

En condiciones de acuario, la eclosión de los huevos tiene lugar después de dos días y medio a 29°C, las larvas empiezan a nadar cuando acaban de consumir el saco vitelino, lo que les cuesta cinco días más. Mientras están siendo cuidados, la hembra permanece la mayor parte del tiempo dentro de la cueva y el macho defiende un territorio de no más de un metro de diámetro alrededor de la entrada. La hembra sale de vez en cuando y escapa del territorio, quizás en busca de un bocado rápido. De todos modos, poco después vuelve y tras agitar su cuerpo de lado a lado delante del macho, vuelve a su posición dentro de la cueva. Cuando detecta un peligro, el macho, en lugar de huir, como sucedería con la mayoría de los cíclidos centroamericanos, se mete dentro de la cueva y se queda en la entrada hasta la desaparición del mismo.

Algunas horas después de que los alevines nadan libremente, estos son conducidos fuera de la cueva por la madre, y entonces empiezan a buscar comida bajo la supervisión de los padres, que los mantienen a escasa distancia, guiándolos con el movimiento espasmódico de apertura y cierre de las aletas del macho y la hembra, el macho generalmente indica el rumbo a seguir, mientras que la hembra se mantiene ligeramente por encima de los alevines. Los alevines se alimentan mordiendo las hojas de Nimphea o el detritus blando, Aparentemente nunca más volverán a la cueva y sólo al anochecer o cuando se acerque algún peligro, serán escondidos por la pareja bajo las hojas de Nimphea más próximas al fondo.

El mayor peligro potencial para los alevines son los tetras Astyanax fasciatus que, atacando en grupo, pueden burlar la atención de la pareja de vez en cuando. Los Herichtys carpintis jóvenes que intentan colonizar "La Medialuna" también depredan sobre los alevines de Herichthys bartoni cuando tienen la ocasión y quizás sean más eficaces que los tetras en algunos casos. La pareja cuidará de la descendencia hasta que ésta alcanza un cm. de tamaño aproximadamente, momento en el que empezarán a abandonar a sus padres para buscar refugio en la densa vegetación de las orillas de los manantiales.

En su hábitat natural, los mayores predadores de Herichthys bartoni son las numerosas tortugas acuáticas, una especie endémica de la zona. Las culebras acuáticas de hasta dos metros de longitud también son predadores habituales del pez. Los pájaros pescadores son abundantes, pero parecen más interesados en Astyanax fasciatus que en los cíclidos. A la gente de los alrededores no les gusta el Herichthys bartoni como platillo, para esto prefieren al introducido Oreochromis aureus, que es capturado principalmente en el mayor canal de riego.

Mantenimiento en cautiverio

En mi experiencia con Herichthys bartoni en cautividad, estos se muestran extremadamente agresivos, desarrollando una actitud muy belicosa hacia otros congéneres, que puede hacerse extensiva a otras especies de peces, no sólo cíclidos. Pero este aspecto es más probable que ocurra en acuarios de menos de 200 l.

La alimentación del pez no presenta ningún problema, este pez no limita en absoluto su dieta, siendo un gran comedor de cualquier cosa comestible que se le ofrezca, aunque los peces pequeños son normalmente ignorados (por lo menos por la forma más común de H. bartoni). Aunque este pez come mucho, su ritmo de crecimiento es, según mi experiencia, lento, y pueden pasar varios años hasta que un macho alcanza su tamaño máximo de 18 cm. de longitud total.

El pez se adapta a cualquier condición química de agua que se le provea y criará en ella, pero prefiere una temperatura superior a 25°C. En grandes acuarios, Herichthys bartoni no suele establecer territorios fuera del periodo de reproducción y puede ser visto buscando comida en cualquier sitio, principalmente cerca del fondo. Al atardecer o cuando descansa busca refugio y una vez escondido sólo se verá su cabeza.

Los peces dominantes o reproductores desarrollan la bonita librea blanca y negra y la cría tiene lugar en cualquier sitio escondido: entre rocas, dentro de una maceta o quizás sobre una superficie vertical tras una roca. Después de la eclosión las larvas estas son trasladadas a un cráter previamente excavado en el sustrato y cuando naden libremente serán guiadas por el tanque. En este momento pueden ser fácilmente alimentados con nauplios de Artemia, que aceptan gustosamente, hasta que tienen un tamaño suficiente para tomar comida preparada, seca o congelada.

Los Herichthys bartoni recogidos en la naturaleza deben pasar una cuidadosa cuarentena, de otra manera una enfermedad común en el área puede mostrarse y establecerse rápidamente en el acuario. Esta enfermedad se manifiesta como una hinchazón en uno de los costados que levanta las escamas y se expande circularmente hasta que mata al pez. Esta enfermedad sólo ataca a los cíclidos y puede suponer auténticos quebraderos de cabeza para eliminarla. Yo he tenido éxito tratando a los peces infectados con Clout TM durante cinco días, pero quedará una fea cicatriz en el costado y, una vez establecida la enfermedad puede surgir en cualquier otro pez después de un tiempo.

Con este artículo he querido dar una idea de la biología de este hermoso pez, junto con la de otras especies de fauna que habitan en el delicado nicho ecológico del valle del Rioverde en San Luis Potosí, un ambiente muy propenso a la disrupción que debe ser protegido por nosotros y que, en retorno, nos ofrece uno de los lugares más bellos de México para observar el comportamiento de la fauna acuática. Un acontecimiento que, sin duda, nos llevará a apreciar y amar su exclusividad.

 

Herichthys bartoni

Bibliografía

 

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