Cíclidos-Sp > Artículos

www.ciclidos.org

 

Characodon audax Miller & Smith, 1986.

Autor: José L. Blanco


Los Goodeidos son una familia de peces procedentes de México y EEUU, poco vistos en tiendas de acuariofilia o en canales comerciales "normales" y por tanto casi desconocidos para los aficionados europeos. Los integrantes de esta familia son verdaderamente vivíparos ya que se establece durante la gestación un nexo alimenticio entre las paredes del ovario de la hembra y las crías; además, a diferencia de los Poecílidos (guppis, xiphos, mollys), cuyos huevos también se desarrollan dentro de la madre pero las crías viven a expensas de sus sacos de vitelo, las hembras no pueden guardar el esperma del macho para futuras generaciones y por tanto han de ser fecundadas antes de cada nuevo desove. Como carácter distintivo, los machos de estas especies tienen adaptados los primeros radios de su aleta anal para permitir una fecundación interna ("andropodio"). Muchas especies de Goodeidos están en franca regresión y algunas ya han desaparecido de sus hábitats naturales.

mxtoboso.jpg (36160 bytes)
El Toboso, única localidad de Characodon audax. © José L. Blanco

En noviembre de 1999, durante un viaje de observación por el Noreste de México, en compañía de Juan Miguel Artigas nos acercamos hasta el "Ojo de agua de las mujeres", en El Toboso (24º 16.58’ N – 104º 34.89’ W), una pequeña localidad en el estado de Durango. Se trata de una charca de aproximadamente 40 x 30 metros, de poca profundidad y alimentada por un pequeño manantial. El fondo es cenagoso con algunas zonas de arena y parte de la laguna está cubierta por algas filamentosas y lenteja de agua (aff Lemna). Es un hábitat aislado en una zona semidesértica y por ello muy susceptible de ser modificado ya que como pudimos comprobar se extrae agua para diversos usos. En aquella época del año había una gran abundancia de invertebrados acuáticos, Coleópteros (escarabajos acuáticos) y Odonatos (larvas de libélula), también vimos una tortuga acuática (Chelidra serpentina) de unos 40 cm y como único representante íctico un Goodeido: Characodon audax.

El cuerpo de Characodon audax es oblongo y de color gris metálico siendo mucho más oscuro en los machos, las aletas dorsales y anales se encuentran muy retrasadas, los machos las tienen, siempre (aun en situaciones de gran estrés), tintadas de color negro aterciopelado y alcanzan un tamaño total de 4 ó 5 cm. En época de celo, o mejor dicho en presencia de hembras no fertilizadas, toman una coloración rojiza en su mitad inferior dándoles un aspecto muy vistoso. Las hembras tienen pequeños ocelos negros a lo largo del cuerpo aclarándose con la edad y son algo más grandes que los machos.

audax206.JPG (55013 bytes)
Characodon audax macho, © José L. Blanco

Desde que volví a España, los mantengo en un acuario específico (ya que en su hábitat no convive con ningún otro pez) de 100 l, bastante plantado con Ceratophyllum Elodea y Cabomba. El sustrato es de grava gruesa (± 7 mm) y la filtración está a cargo de una esponja Azoo ã modelo movido por aire y aconsejado para 350 l. Dos tubos fluorescentes de 20 W proporcionan iluminación durante 6 – 8 horas (según la temporada) y un termostato calefactor impide que el agua descienda a menos de 19ºC durante el invierno. El agua tiene un pH de 7.8, Gh superior a 20º y Kh sobre 6º aproximadamente.

Por mi experiencia (y esta es solo mi experiencia que debería de ser verificada), son peces sensibles a los cambios en la química del agua y esto es importante para el mantenimiento de esta especie, hay que tener cuidado pues en algunos casos se producen mortandades con bruscos cambios de agua, particularmente nunca cambio más de un 10% mensual y aun así con mucha precaución, tengo que decir que también he leído de algún aficionado que cambia "el 50% semanalmente" sin reparar en ningún efecto adverso.

Characodon audax es muy activo, siempre está buscando comida o pavoneándose, de ahí su nombre específico, sobre todo los machos aunque algunas hembras adultas también persiguen a algún joven "presuntuoso" que las importune demasiado, estas peleas nunca llegan demasiado lejos y son normalmente inofensivas. No parece que el comportamiento interespecífico sea malo si hemos de juntarlo con otras especies de parecido tamaño.

Aunque aceptan bien el alimento seco de buena calidad, prefieren el alimento vivo o congelado, utilizo artemia o larva roja de mosquito y complemento una vez a la semana con escamas secas; también, cuando dispongo de ella, empleo pulga de agua (Daphnia) viva. Hay que tener cuidado también en este punto referente a la alimentación pues son peces extraordinariamente glotones.

Cuando una hembra sin fecundar entra en el acuario es rápidamente cortejada por los machos más grandes que intensifican sus colores hasta el límite, es entonces cuando aparece esa coloración rojiza de su mitad inferior que algunos aficionados reportan como perdida en los especímenes capturados en libertad y mantenidos en acuario. En el momento que por fín un macho consigue fecundarla no deja que ningún otro se acerque durante unos días hasta que se cerciona de que ésta está preñada, ni siquiera la deja un momento para alimentarse, lo que en estos peces tan glotones, resulta casi impensable.

Después de unos días la hembra se libera de la compañía del macho y los demás no parecen hacerle caso, se alimenta copiosamente y va engordando conforme pasa el tiempo. Aproximadamente 40 días más tarde suelo separar a las hembras preñadas en un pequeño acuario de 20 l. con mucha vegetación y un pequeño filtro de esponja movido por un compresor de aire. Es muy importante utilizar agua del acuario principal puesto que corremos el riesgo de matar a la hembra o por lo menos de provocar un aborto repentino. Cinco días más tarde (45 de gestación) empieza el alumbramiento, este plazo es bastante regular y a diferencia de los Poecílidos (en mi experiencia) casi independiente de la temperatura (márgenes experimentados de 21-27 ºC). Cuando se inicia el parto podemos observar que los alevines nacen generalmente de cola y provistos de unos largos apéndices que parten de su ano. Estos apéndices son las llamadas "trofotenias", son unos filamentos (parecidos a lombrices) que pueden tener el mismo tamaño que el alevín (1.5 cm) y que los unen a las paredes internas del ovario de su madre alimentándose así desde el principio de la gestación. El nacimiento de los alevines se va sucediendo cada tres o cuatro minutos tanto en solitario como en grupos (hasta 6 alevines a la vez) y durante esta fase la hembra está muy nerviosa nadando rápidamente, quizás sea ésta una forma de dispersión natural de los alevines elevando así la tasa de supervivencia como sucede en otras especies. El número de alevines en una hembra adulta puede ser de 35 (a diferencia de otros reportes que cifran un máximo de 10-12). Los alevines, que son bastante grandes, quedan en el fondo durante un período variable de tiempo, a veces incluso varios días. Es recomendable sacar la hembra a otro pequeño acuario para prevenir el canibalismo, para ello uso una vez más agua del mismo acuario de cría. Generalmente espero unos días antes de devolver a la hembra al acuario principal alimentándola con comida de buena calidad pues queda muy agotada tras el parto.

audax382x.jpg (119214 bytes) audax384x.jpg (121175 bytes)
Characodon audax hembra alumbrando una cría, © José L. Blanco

 

Dado el tamaño del archivo, de manera opcional y pinchando en el siguiente enlace, pueden ver una secuencia de vídeo que muestra a una hembra alumbrando sus crías: videoaudax.mpg (1.402 kb).

Cuando las crías reabsorben sus trofotenias y empiezan a nadar libremente empiezo a alimentarlas con comida en polvo para alevines. Los alevines crecen a buen ritmo y en unas semanas pueden ser devueltos al acuario principal teniendo cuidado con el cambio de agua.

audax369xR.jpg (42082 bytes)
Characodon audax crías con trofotenias, © José L. Blanco

Todas las crías mantienen una coloración uniforme parecida a la de las hembras, gris con reflejos más o menos oliváceos, los jóvenes machos solo empezarán a distinguirse cuando alcancen la madurez sexual (hacia los dos o tres meses) para evitar así la agresividad de otros machos adultos, entonces, empiezan tiñendo de negro sus aletas y al poco tiempo empiezan a cortejar a algunas hembras de su tamaño.

Este pez es interesante no solo por lo aislado de su origen si no por que además constituye un pequeño "reto" ya que algunas personas que han disfrutado de este pez aseguran que al cabo de pocas generaciones pierden irremediablemente sus poblaciones sin motivo aparente; dado el corto espacio de tiempo (con el que no he resistido escribir estas notas), quisiera comentar que en la actualidad mantengo tres generaciones de aquellos peces que traje de México y solo he detectado fallos o problemas atribuibles siempre a algún pequeño descuido mío e inicialmente a la falta de información sobre esta especie. Espero estas líneas sirvan para subsanar en parte esta dificultad.

Cualquier duda o ampliación sobre el tema pueden dirigírmela a: jlblanco@cichlidae.com

 

Bibliografía:

Smith, M. L. & R. R. Miller (1986): "Mexican Goodeid Fishes of the Genus Characodon, with Descrption of a New Species". American Museum, Nº 2845, pp 1-14.

Uyeno, T.; TR. R. Miller & J. M. Fitzsimons (1983). "Karyology of the Cyprinodontoid fishes of the mexican family Goodeidae". Copeia 1983 (2), pp 497-510.

 

© José L. Blanco, 10/2000.

 

| Página Principal | Artículos en línea | Galería | Grupo Ciclidos-Sp | Bibliografía | Enlaces | Colaboradores | E-mail |