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Caja de Cambios Automatica

La selección manual de la velocidad necesaria para cada momento de la marcha de un automóvil ha sido sustituida por una caja de cambios automática, que la adopta en función de unos determinados parámetros. Las cajas de cambios utilizan para su funcionamiento una serie de engranajes que giran de manera simultánea, llamados trenes epicicloidales. Son unas ruedas dentadas y constantemente engranadas a las que se unen unos frenos o embragues hidráulicos, con los que se obtienen los distintos cambios de marchas. Los trenes epicicloidales están compuestos por un piñón planetario con un dentado exterior, por el cual está engranado con los satélites, que en número de tres, son parte del portasatélites. Como elemento exterior está la corona, que posee un dentado interior donde van engranados los satélite. En resumen, el piñón mueve los satélites, que hacen girar el portasatélites y, a su vez, arrastran a la corona. Con este tren se pueden obtener distintas relaciones de giro haciendo solidarios o frenando algunos de los componentes del sistema. Todas estas maniobras se consiguen a través de un circuito hidráulico, que alimenta a un distribuidor, con una determinada presión, suministrada por una bomba, que gira solidariamente con el eje que transmite el movimiento al interior de la caja. El distribuidor hidráulico es gobernado por una serie de electroválvulas que son alimentadas por el calculador electrónico, que en función de los parámetros que le llegan, pone en funcionamiento los distintos frenos o embragues para poder seleccionar la relación más apropiada para ese momento. Las informaciones que recibe el calculador electrónico son: Captador de carga: es un potenciómetro que permite conocer la posición de apertura de la mariposa de gases. Captador de velocidad que está compuesto por: un imán, un bobinado y un núcleo de hierro. Al desfilar por delante los dientes de la corona, que gira de manera proporcional a la velocidad del vehículo, envía una señal eléctrica al calculador. Captador de velocidad de motor. El funcionamiento es igual al de velocidad, pero en este caso informa del número de vueltas del motor. Captador de presión del aceite. Se compone de un diafragma, que se deforma por efecto de la presión del aceite, unos elementos piezo resistentes sometidos a la deformación de la membrana y un circuito electrónico. Un contactor multifunción informa al calculador de la posición seleccionada de la palanca de cambios. La palanca de cambios dispone de distintas posiciones, dependiendo de éstas se obtiene: en D una posición automática, en P para estacionar el vehículo, N corresponde al punto muerto, R marcha atrás, 1ª 2ª 3ª las distintas marchas impuestas manualmente. Las cajas de cambios automáticas poseen dos conmutadores: uno para indicar al calculador si se quiere una conducción normal o deportiva, y el otro para informar al calculador si se necesita un suavizador de par; éste se utiliza para arrancar con suelo deslizante, el calculador de inyección permite el arranque con un menor par. La conducción con este tipo de cajas no presenta ningún problema especial, únicamente debemos habituarnos a la ausencia del pedal del embrague, prestando una atención especial en los primeros momentos de la conducción, después la conducción se hace muy cómoda.