Cuando dejamos de ser niños
perdemos la capacidad de creer en la magia
y la Navidad nos brinda la oportunidad de recuperarla.
No permitamos que nada ni nadie
nos haga envejecer dejando en el camino
al niño que todos llevamos dentro.
Que todos nuestros días sean Navidad.
Que todos nuestros niños no dejen de serlo... Nunca.
Paz para todos.
Salam
Shalom
Mariluz  ©

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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