UNA
SIMPLE HISTORIA
Esas
dos palabras
Poco tiempo
había pasado desde aquella noche, en la cual Keiichi y Ken-chan declararon su
amor.
Nakayima
se encontraba en su pequeño apartamento de soltero acostado, esa mañana, en su
cama.
Ken-chan
llevaba unas horas despierto, y no se había movido de allí en todo ese tiempo,
ni si quiera para ir al baño.
Nakayima
vio el escritorio del cuarto. Este estaba vacío, sin mencionar a la lampara y
al vaso de agua que se encontraban en ella.
Un
rato después, volteó su mirada hacia la cocina (hay que aclarar que es un
apartamento pequeño). Esta estaba vacía. Unas pocos vasos sucios en el
lavaplatos y una nevera que parecía el océano (pura luz y agua). Luego miro
hacia la ventana. Unas cortinas grises la cubrían, impidiendo el paso de la luz
despertina.
Eso
fue suficiente para hacer pensar a Ken-chan.
Se
levanto y se acerco a la ventana y, de un solo golpe, movió las cortinas.
El
cuarto, de pronto, se lleno de luz. Y ahí, en la cama de Nakayima, se
encontraba Keiichi, todavía dormido.
El
oficial se dirigió a la cama y se acostó.
Ken
rodó a un lado del muchacho y lo abrazó por detrás.
Nakayima
acercó su boca al oído del joven y, como un río dulce de miel, dejó salir
tres palabras: Keiichi, te amo.
Luego
de haber hablado, Ken-chan sonrió, cerro sus ojos y se quedó dormido
sosteniendo a su adorado ser.
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El
día se puso más soleado y hermoso. El viento movía los arboles de cerezo y
las hojas de sakura volaban por el aire.
Nakayima
entraba en el taller de la comisaría.
Natsumi
había reparado la moto, la cual estaba como nueva.
Ken-chan
la recogió y la rodó hacia el estacionamiento para buscar una carro donde
transportarla.
Imposible!-
Gritó Nakayima, al ver que no había autos de patrullas. Por un momento pensó
de sacar su propia motocicleta, pero se dio cuenta de que tenia que llevar otro
vehículo con él.
Por
fin, después de tanto pensarlo, decidió irse caminando rodando el gran objeto.
Comenzó
a caminar pensando en Keiichi. La forma en que sonreía, en como hablaba, sus
ojos, su cabello, los lunares de su brazo, en fin, interminables cosas que lo
hicieron añorarlo aun más.
Se
recordó que no lo había llamado para decirle que le iba a entregarle la
motocicleta reparada.
Se
acercó a un teléfono publico en medio de la acera.
Aló,
Podría hablar con Keiichi- Pregunto Nakayima, al escuchar que una voz femenina
había respondido el teléfono.
Quién
habla?- Pregunto la voz
Ken-chan-
respondió el oficial.
Espere
un momento-
Nakayima
esperó un rato en el teléfono cuando...
Disculpe,
pero el se está bañando- dijo la muchacha – quiere dejarle un mensaje? yo
con mucho gusto se lo hago llegar.
A
Ken-chan se le ocurrió una idea, ¡Lo iba a sorprender!
No,
volveré a llamar- Nakayima colgó la llamada.
Se
apresuró para llegar a la casa.
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Porfin
llegó a la vivienda de Keiichi.
Se
acercó a tocar la puerta cuando escucho unos sonidos de agua provenientes de un
lado del terreno.
Ken-chan
se acercó y, por alivio de él, se encontró con El joven de cabello negro bañándose
en un poso cerrado de aguas termales.
Nakayima
entró sin hacer ruido. Se encontraba a espaldas de Keiichi, y como es de
suponer, este no lo podía ver.
Como
una broma, Ken-chan se dirigió a él lentamente, y cuando estaba muy cerca...
Hola!!!
^_^ - Gritó Ken.
Ah!!!!!!!!!!!-
respondió Keiichi ante el susto, tomando el brazo a Nakayima y tumbándolo al
agua.
Le
tomo unos minutos reaccionar a lo que había hecho, pero cuando se dio cuenta,
Keiichi abrazó fuertemente a Ken-chan.
Que
haces aquí?!- Preguntó con una voz de dulce.
Vine
a entregarte la motocicleta- Respondió Nakayima mojado de pies a cabeza.
Perfecto-
dijo Keiichi, soltando el abrazo.
Ken-chan,
no fue intención mía tumbarte al agua, Perdón.
No
importa- añadió Ken.
Acto
a seguir, Nakayima puso sus manos en las caderas del joven y lo empujo hacia él.
Te
amo- salió de la boca de Ken-chan.
Keiichi
se sonrojo.
Yo,
yo también te...- Trató de decir el muchacho cuando, sin previo aviso, la
puerta de la entrada del baño se abrió y entró una muchacha de cabello largo
y brillante como la luz.
Nakayima
hundió su cabeza en el agua para que no lo vieran.
Bell...
Belldandy!- gritó Keiichi – que haces aquí?!
Oh,
perdón- respondió Belldandy- no sabia que alguien estaba aquí dentro
Vuelvo
cuando termines tu baño- y la muchacha salió del baño.
Nakayima
sacó su cara morada del agua.
Estas
bien?!- preguntó Keiichi.
Si-
Ken-chan respiraba fuertemente- Me tengo que ir, tengo que volver a Bokuto.
Nakayima
se levantó y salió del poso.
Ken,
hoy es la carrera, y me gustaría que fueras- dio a saber el joven.
Seguro
que estaré allí- Ken miró a los ojos de Keiichi.
Prométeme
que irás- Dijo Morisato.
Te
lo prometo- Ken salió del área del poso- a que hora es?!
Dentro
de unas 5 horas!- Keiichi movió su
cabeza para poder ver a Ken-chan.
Hasta
luego!- gritó Nakayima mientras salía del terreno.
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Ken
se encontraba en medio de la calle haciendo sus labores de policía de tránsito
esa tarde.
Que
fastidio!- pensó Nakayima, cuando vio su reloj de pulso.
Tengo
algo que hacer, pero no recuerdo que...
La
carrera de Keiichi!- gritó
No
podía dejar de hacer su trabajo para estar con él, o sí?
Ken
pensó- Mi
trabajo o Keiichi?
Nakayima
dejó su letrero de “Pare” y corrió hacia su motocicleta.
Se
monto en ella y arrancó.
Llego
tarde!- decía Ken-chan cada tanto tiempo.
Por
fin llegó y, por disgusto de él, ya había terminado.
Algunas
personas recogían los estantes de comida y otras limpiaban y recogían la
basura.
Ken
trató de revisar el lugar para ver si encontraba a Keiichi y, después de unos
minutos, lo logró verlo sentado en las gradas.
Nakayima
corrió hacia él lo más rápido posible.
El
viento soplaba fuertemente y las hojas de sakura volaban por todos lados.
Te
ves muy lindo con tu uniforme de carreras- dijo Ken.
Keiichi
levantó la vista y miró a Nakayima.
El
joven corrió y abrazó al oficial.
Ken-chan,
no me dejes!- gritó en medio de lagrimas.
De
que hablas?- preguntó Nakayima.
Ken,
yo te amo y no puedo aguantar estar sin ti- lloró Keiichi – por favor, no me
dejes!.
Nakayima
sonrió y, con su mano, secó las lagrimas del muchacho.
Keiichi,
yo te amo, y nunca te dejaré ir- Ken
acercó sus labios a los del joven y, en ese atardecer, los dos se besaron,
sintiendo la unión que existía entre ellos dos...
FIN
DEL SEGUNTO CAPITULO (T.T)