Papá por Siempre

por Alondra

Capítulo 5: "Un vuelo problemático"


     La última vez dejamos a Vegeta a punto de irse de compras con Trunks, lo que no sabemos es qué pasará...

    Vegeta surcaba el cielo a gran velocidad, pero no iba a mucha porque como llevaba colgado a Trunks del canguro a la altura de su vientre, eso podría ser peligroso.  A Vegeta se le notaba bastante enfadado y fastidiado, en cambio Trunks parecía que estaba soñando por la amplia sonrisa que iluminaba su pequeño rostro.  Era la primera vez que el pequeño volaba de esa manera, y no es porque no lo hubiera hecho antes, ya que Bulma lo había llevado volando, pero por supuesto en alguna nave o avión... nunca así, con el viento cayendo en su rostro y ver pasar las nubes como copos de algodón, tal cerca, que uno querría tocarlas. Trunks comenzó a gimotear y reir de contento, moviendo sus manitos, como si fueran alas.  Tanto se movía que a Vegeta comenzó a dificultarle la maniobrabilidad de movimientos y le dijo molesto:

    Y terminando de decirlo, aumentó un poco la velocidad y Trunks volvió a entusiasmarse al sentir esa sensación y cerrando sus ojitos se agarró a las correas de los laterales del canguro que lo sujeraban e inconsientemente comenzó a tirar de ellas.  Vegeta no se percató de lo que su hijo estaba haciendo porque estaba concentrado en el camino y... de pronto... las correas que sujetaban a Trunks se soltaron (seguramente porque Vegeta no las había amarrado... y sobre todo... asegurado bien) y el niño se precipitó al vacío, pero increíblemente no estaba para nada asustado, al contrario, estiró sus bracitos como un extraño paracaidista y comenzó a reír pensando que lograría volar como lo estaba haciendo su papá.  Mientras tanto, Vegeta no pudo dejar de sentir que de pronto se encontraba muy ligero y murmuró extrañado:

    Vegeta estaba bastante alterado y al ver las correas sueltas del canguro, entró en pánico y como una exhalación regresó sobre sus pasos muy nervioso, mirando a todos lados e intentando sentir el ki de su bebé, que al ser mitad saiyajin, tendría que ser fácil de notar.  Mientras tanto, Trunks seguía cayendo; no se mató gracias a que había estado volando con su papá a mucha altura anteriormente, para su fortuna.  Él estaba todavía con la idea de que lograría volar al estirar los brazos y no se dió cuenta que unos cientos de metros más abajo se encontraba volando un enorme avión de pasajeros que justo, por coincidencia, pasaría por donde se estaba precipitando Trunks.  Aún sin comprenderlo muy bien, el pequeño notó que ese enorme avión de juguete( para él) se estaba haciendo muy grande conforme se acercaba a él y no le gustó verlo tan cerca, sobre todo con el sol iluminando la superficie metálica del avión.  El brillo lastimó sus ojitos y de golpe arrancó a llorar mientras caía sin remedio...

    Usando su máxima velocidad, Vegeta voló hacia donde había sentido a Trunks y vió con horror que se encontraba a unos cuantos metros del enorme avión. Rápidamente le dió alcance cuando Trunks estaba pasando en su caída junto a unas de las alas del avión y lo pescó de una pierna con décimas de segundo antes de que fuera aspirado y destrozado por una de las turbinas del ala.  Luego de eso, el príncipe de los saiyas se sentó en el ala del avión para tomar aliento, llevando a Trunks bajo un brazo.  Luego de eso le gritó furioso:

    Trunks al escucharlo dejó de llorar y comenzó a calmarse y a sonreir, pero Vegeta no le prestó ninguna atención, y sin incorporarse centró su atención en atar las correas con mayor cuidado para que el incidente anterior no se volviera a repetir...

Mientras tanto, dentro del avión, los pasajeros estaban ajenos a lo que había sucedido y disfrutaban su viaje sin preocuparse.  Una pareja, al parecer esposos, se encontraban sentados justo a la altura del ala en donde se encontraban Vegeta y Trunks, pero no los habían visto. La mujer estaba sentada en la ventanilla muy ocupada en arreglarse las uñas y cuando puso su mano contra la ventana para observarla, al retirarla pudo ver al saiya sentado en el ala metálica, ocupado en arreglar las correas del canguro, con Trunks entre sus piernas, para evitar que saliera despedido por las corrientes de aire.  Abrió la boca asombrada y aterrada, porque para una persona normal, no es común ver gente viajando en las alas de los aviones... ¡¡y sobre todo con bebés!! .  La mujer nerviosa, sin dejar de ver a Vegeta, llamó a su esposo que estaba absorto mirando las noticias en el periódico...

    Mientras tanto, regresando con Vegeta, ya había terminado de arreglar el canguro y luego de asegurárselo a su cuerpo, cargó a Trunks y también comenzó a asegurarlo, pero de una manera casi exagerada, porque le dió varias vueltas a las correas alrededor del cuerpecito del niño, pero sin apretarlo demasiado, por supuesto. Trunks lo miraba confuso y Vegeta al darse cuenta de su escutriño, le dijo con su tono de voz normal:

    En el avión, la mujer seguía insistiendo en que su esposo le prestara atención y confirmara lo que ella estaba mirando...

    Mientras la mujer gritaba desaforadamente a su esposo, afuera con el rostro al viento y el cabello ondeando, Vegeta dijo:

    Volviendo a la pareja de esposos, el marido por fin había accedido a la petición de su mujer y miró por la ventana...

Unos kilómetros más atrás...

    Vegeta continuaba volando por encima de las nubes, con Trunks a cuestas el cual se encontraba muy calmado.  Habían perdido mucho tiempo en el incidente con el avión y tenían que recuperar el tiempo perdido. Se habían alejado mucho de donde tenían que ir y Vegeta frunció el ceño en fastidio:

    Trunks lo miró y sonrió a sus palabras,  calmándose y centrando su atención de nuevo en los copos de nubes a su alrededor.  Vegeta se sonrió levemente a sí mismo, mientras pensaba:

    Lentamente comenzó a descender, atravezando el techo de nubes para algarabía de Trunks que trataba de atrapar las nubes en sus manitos como copos de nieve, para luego visualizar la ciudad entera bajo sus pies. Trunks soltó unos ruidos como de sorpresa al ver tan maravilloso espectáculo, de miles de juguetes debajo de él, llendo y viniendo como hormiguitas.  Comenzó a aplaudir contento y estiró sus manitos hacia ellos con la idea de tocarlos.  Vegeta sin prestarle mayor atención, continuó con su camino volando sobre la ciudad que se abría a sus pies, mientras tanto su hijo continuaba entretenido, tanto que ya se le había olvidado que tenía hambre.  De pronto, Trunks estiró sus manitos como si fuera un avión y comenzó a reír, mientras emitía unos sonidos, como si imitara al motor de un avión...

    Vegeta lo miró extrañado por lo que estaba haciendo y al comprender lo que trataba de hacer, sonrió irónico:

    Luego de decirlo, Vegeta giró sobre sí mismo como un tornillo mientras avanzaba, se elevó y bajó en picada a toda velocidad, luego dió una vuelta loop y volvió a elevarse, deteniéndose de golpe.  Vegeta no sabía, ni se explicaba porque estaba haciendo esto, él no era de hacer esas cosas, era casi como si... jugara con su hijo...  estaba muy sorprendido por sus acciones.  En cambio Trunks estaba feliz, porque nunca había dado un paseo tan divertido, ni siquiera en avión.  Movía sus brazos y piernas emocionado, riendo ruidosamente. Vegeta lo miró aún confundido, pero al ver tan contento a Trunks, y todavía que fuera él mismo quien le había dado esa alegría al niño... lo hizo pensar de nuevo sobre lo aprender a ser padre y al mismo tiempo una leve sonrisa comenzó a aparecer en su rostro y se hubiera hecho más grande, de no ser porque un air-car comenzó a tocar repetidamente una bocina a sus espaldas...

Vegeta salió bruscamente de sus pensamientos y al ver a su alrededor, vio con enfado y verguenza que un gran número de personas en sus coches lo estaban mirando asombrados al verlo levitar en el aire como si nada.  Trunks también los vió y les sonrió moviendo sus manitos, a lo que algunos conductores, aún sin saber lo que pasaba, le contestaron nerviosamente.  Vegeta trataba de contener su ira y las ganas de destrozar a todos esos estúpidos humanos en ese instante... pero afortunadamente se contuvo y salió volando a toda velocidad, dejando a conductores y peatones pasmados.

Ya lejos de ese alboroto, Vegeta continuaba buscando el centro comercial aún avergonzado por lo que le había pasado recientemente.  Mientras los rojos colores abandonaban su cara, murmuró molesto:

    El centro comercial era enorme y tenía varios niveles en donde uno podía encontrar de todo, desde ropa hasta comida y los más variados artículos.  Pero lo que le interesaba a Vegeta era encontrar el centro de venta de comestibles, el supermercado en otras palabras.  Y al dar con él que estaba en uno de los sectores del centro comercial, dijo en voz alta:

    Terminando de decirlo se desembarazó del canguro, pero sufrió un buen rato desatando las correas que sujetaban a Trunks, tal parece que a Vegeta se le había pasado la mano en asegurarlas, porque al final el niño terminó en una especie de telaraña.  Vegeta perdió la paciencia y apuntando su mano contra la maraña de correas, concentró su ki y las desintegró en un instante, pero sin dañar para nada a su hijo, ni la ropita que llevaba.  Había calculado la energía necesaria para esto. Luego cargó a Trunks y acomodándolo en su brazo le dijo frunciendo el ceño:

    Esto último se lo dijo acercando su rostro al de Trunks que lo miró confundido como en otras veces, frunció su pequeño ceño como imitando a su papá y unos instantes después, pescó con su manito la nariz de Vegeta de golpe, mientras reía; en cambio esto no le hizo nada de gracia al saiya que reaccionó con enojo:

    Y una vez acordado, Vegeta comenzó a caminar con Trunks en brazos, rumbo al centro comercial para cumplir con su objetivo...

    ¿Podrá Vegeta hacer las compras sin problemas?....¿Cumplirá Trunks con su parte del trato?


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