Prólogo (Anji)

 

Era de mañana y el sol salía por el horizonte iluminando todo el paisaje, el sol comenzó a iluminar las faldas del Ávila, el sol alimentaba con su radiante luz a la hermosa vegetación del cerro.

Los rayos del sol cayeron en terrazas del Ávila iluminando todo el paisaje, iluminando el edificio y entrando por la ventana del edificio Royal Palace e iluminando un cuarto, un cuarto enorme decorado a un estilo muy adolescente, habían afiches de Limp Bizkit, Kottonmouth Kings, Lordz of the Brooklyn, KoRn, Papa Roach y muchos grupos de Rock y Rap más.

En el cuarto había una enorme cama matrimonial, la cama tenía una enorme colcha y claramente podía verse a dos personas que dormían desnudas y abrazadas, el sol llegó repentinamente entrando por la ventana y pegándole en sus rostros.  

La luz tenue poco a poco se fue aclarando, fue cuando un despertador electrónico que estaba al lado en una mesa, comenzó a sonar, este marcaba las 8:00 de la mañana, el sonido hizo que las dos personas que dormían en la cama abrazados, comenzasen a moverse.

Fue cuando uno de las personas se levantó, era un hombre joven de 24 años, corpulento de cabello castaño y corto y de ojos castaños oscuros que mostraban una mirada suave y serena, el hombre apenas se levantó apagó el despertador y se fue al baño de al lado para lavarse bañarse.

Ese era Alejandro Cayama un famoso escritor de novelas de terror, que escribía bajo el seudónimo “Anji”, ese nombre lo había sacado de un personaje de la famosa serie de anime japonés “Rurouni Kenshin” o como le dice Televen “Samurai X”, había escrito su primer éxito a los 17 años y cuando fue publicado en Venezuela, nadie le prestó importancia en lo absoluto, pero al año en que la novela llega a España, se convierte en una explosión literaria que luego salta al resto de Europa y después a los Estados Unidos.

Su primer éxito fue un libro que trata sobre un mundo mítico creado a partir de un espantoso Apocalipsis que destruyó a casi toda la raza humana, donde hay una serie de guerreros, tantos hombres como mujeres, que tienen una serie de aventuras en las cuales luchan contra monstruos, mutantes y además tienen que reconstruir a la raza humana que quieren apoderarse del mundo y destruirlo.

La gente quedó fascinada con esa asombrosa obra de Anji, y no solo eso Anji estaba trabajando en otra gran obra que le iba a encantar a la gente de eso iba a poder estar seguro, pues ahí estaba Anji lavándose los dientes, con cuidado de no hacer ruido para no despertar a su acompañante, nada más y nada menos  que su hermosa novia Jade, Anji la amaba mucho y pensaba pedirle que se casase con él.

La había conocido cuando estaba en la universidad estudiando historia, ambos se conocieron en clases de natación y Anji había usado sus encantos para impresionarla, luego salieron por un tiempo y se enamoraron, haciéndose novios.

Esa noche Anji había perdido su virginidad con ella y se sentía muy bien, ahora lo veía todo con luces de colores por todas partes, se sentía muy bien, quería seguir allí con ella abrazado a su hermoso cuerpo y acariciándole la cabeza.

Pero tenía que levantarse temprano, iba a tener un reunión con los directivos de su Editorial para organizar toda una campaña publicitaria para su nueva novela, esta se trataba de un adolescente universitario muy popular en su facultad, el cuál quedo profundamente enamorado de la prometida de su hermano mayor, la situación toma un revés sorprendente cuando la prometida de su hermano mayor también se enamora de este, así ambos inician una calurosa relación amorosa que termina trágicamente cuando el hermano mayor descubre a los dos teniendo sexo en un cuarto de hotel y los asesina salvajemente para luego suicidarse.

Algo verdaderamente trágico, pero Anji consideraba que era un buen material, para poder trabajar, pensaba en eso mientras se lavaba los dientes completamente emocionado por la impresionante noche de pasión que había tenido, tuvo la oportunidad de aplicarle a su amante todas las cosas que sus amigos le enseñaron y lo que vió en películas pornográficas y en la programación nocturna en RCTV los sábados y domingos.

Anji se metió en la ducha y el agua le cayó encima cubriendo todo su cuerpo y refrescándolo, en el acto se puso a bañarse y a enjabonarse.

Luego se volvió a echar agua para quitarse el jabón, fue cuando de repente escuchó una voz detrás de él, una suave voz femenina:

--- ¿Hay espacio para otra persona?

Anji volteó y vio a su novia fuera de la regadera completamente desnuda, que le sonreía picaronamente, Anji se sorprendió para luego reírse diciendo:

--- Adelante.

Anji lo hizo por segunda vez casi inmediatamente.

***

--- ¿Quieres ir a tu casa? --- dijo Anji.

--- Sí, voy a ayudar a mamá, a hacer la fiesta para el cumpleaños de mi papá. --- dijo Jade.

--- A cierto, tu papa cumplía años hoy, supongo que te quedaras a celebrar con él. --- dijo Anji.

--- A mi papá le gustaría que tú estuvieses en la recepción de su cumpleaños. --- dijo Jade mirando pensativa a Anji.

--- Si no hay problema. --- dijo Anji.

--- ¿Problema?, Alejandro eres casi ya de la familia. --- dijo Jade sonriendo.

Ambos iban en el Nissan blanco de Anji, el primer auto que se compró con los millones que ganó con su libro, claro eso fue después de largo tiempo aprendiendo a conducir y de sacar su permiso.

Estaban saliendo de terrazas del Ávila en una mañana clara, hermosa y radiante, Anji bajó el cristal de al lado, ¡dios! A el le fascinaba sentir la brisa en el rostro mientras viajaba en el auto, eso sumando de tener a Jade a su lado, fue con el auto a gran velocidad pasando por el puente sobre la autopista Caracas-Guatire, para luego hacer un giro en el barrio y tomar el camino hacia la urbanización Miranda donde vivía su amada.

Mientras viajaban a Anji le surgió la idea de pedirle matrimonio a Jade, lo quería desde hace tiempo pero no sabía como decírselo, fue cuando pensó:

--- No puedo decírselo ahora, este no es el momento adecuado.

El auto siguió hasta que llegó a la urbanización Miranda y entró por el puesto de vigilancia para subir y hacer un par de giros y llegar a la casa de Jade, el se bajó y le abrió la puerta a su novia y después la acompañó a la entrada de la casa y se despidió de ella, Jade avanzó y lo abrazó introduciéndole la lengua en la boca, Anji abrió la suya y los dos estuvieron haciendo respiración boca a boca mientras sus lenguas jugaban entre sí, luego de eso Jade se le acercó al oído y le susurró:

--- Anoche y esta mañana me hiciste realmente estremecer.

Luego se dio la vuelta y se metió en la casa, Anji se quedó parado sorprendido por completo:

--- Vaya, si que es una gran chica, voy a ser muy feliz con el resto de mi vida junto a ella. --- se dijo Anji así mismo.

Luego de eso se dio la vuelta y se montó en el Nissan blanco y se fue de la Miranda tomando la cota mil, para ir al edificio de su Editorial que se encontraba en plaza Venezuela.

Iba en su auto cómodamente, era de mañana y se sentía algo de frío en el ambiente, el cielo estaba nublado y todo tenía cierto aspecto de estar opaco:

--- Es una mañana gris. --- se dijo así mismo Anji.

Siguió en el auto por la cota mil hasta que tomó la desviación que se metía por el norte de Las Palmas y La Florida, se metió por una urbanización de casas de clase media, haciendo varios giros para terminar llegando a A.P.U.N.E la escuela donde estudio, pasó por el lado mientras sonreía acordándose de las vivencias que tuvo en la escuela, siguió hasta la Andrés Bello donde giró en dirección este y avanzó una cuadra para luego tomar una avenida que iba hacia el sur y siguió derecho hasta que llegó a las inmediaciones de Plaza Venezuela, luego giró a su derecha y se fue a la gran fuente que estaba al frente de la entrada norte de la ciudad universitaria (U.C.V), justo ahí se fue hasta la torre Capriles que se encontraba en todo el norte de la plaza al frente de la fuente, el Nissan bordeó la torre para buscar la entrada del estacionamiento.

Anji se había vestido elegantemente para la reunión, eso era una costumbre que había recibido de sus padres, claro aunque el odiaba vestirse con flux, porque eso lo incomodaba enormemente, pero como el decía “ a veces hay que hacer sacrificios para que las cosas salgan bien”.

Anji, se fue por el estacionamiento, luego de entregar el auto a los empleados, caminó con cierta velocidad hasta que llegó al ascensor y se montó marcando el piso 22, el ascensor comenzó a subir haciendo paradas donde se montaron muchos ejecutivos, que iban a sus respectivas oficinas ubicadas en otros pisos.

Anji estaba muy tranquilo y estaba preparado para enfrentar a ese montón de ejecutivos y editores, viéndolo de su perspectiva el no disfrutaba mucho de ello, el solo escribía historias para entretener a la gente, pero comprendía que tenía que pasar por estos procesos para que los libros llegasen a la gente.

Anji siguió subiendo por el ascensor, hasta que por fin llegó al piso 22, salió y se encontró en un pequeño pasillo blanco, en el fondo había una puerta de vidrio, en el acto Anji se dirigió hacia esta y abriéndola encontró una secretaria a la cuál se le acercó diciéndole:

--- Disculpe, soy….

--- Sí, señor Cayama, lo están esperando en la sala de conferencia.

--- Ah, o.k gracias. --- dijo Anji.

Anji avanzó hasta la puerta de al frente, y abriéndola encontró una mesa de forma rectangular, con varios hombres de traje sentados en ella, todos iban vestidos de traje y eran de diferentes edades.

Anji, se acercó a ellos saludándolos con respeto y estima, para luego sentarse en la mesa y empezar la reunión.

Pues la junta llevó un buen rato, los ejecutivos de la editorial planificaron toda la campaña publicitaria, que sería con enviar ejemplares a las otras editoriales que ya compraron los derechos para ellos poder publicar los libros también.

La reunión se extendió por una hora más o menos y cuando terminaron, Anji se levantó y despidiéndose de todos salió de la oficina bajando por los ascensores, en realidad esta reunión fue aburrida, siempre lo es, pero hasta cierto punto es necesaria para la publicación y alcance del libro.

Anji bajó por el ascensor llegando al estacionamiento, para luego montarse en su auto Nissan y salir de la torre Capriles y bordear la cascada de la plaza Venezuela e introducirse, por una vía que iba al este de plaza Venezuela justo al lado de Sabana Grande y podría irse por una avenida que pasa al lado de Sabana Grande.

Todo iba normal como si nada, siguió con su auto de regreso a casa, tomando la cota mil, mientras iba ahí, pudo ver que la mañana seguía nublada sin mostrar signos de la fuerte luz del sol,  siguió viajando cuando llegó hasta la dirección que sigue hasta Guatire, ahí doblaría para seguir a Terrazas del Ávila donde iría a su casa a descansar tranquilamente, en su apartamento.

Ya había tomado el desvío y estaba cruzando un puente que pasaba sobre la autopista Caracas-Guatire, en ese instante pudo notar que había una van negra que estaba detrás de él, al principio Anji no le prestó atención y siguió con el camino hasta que llegó a la entrada de la urbanización y ahí fue cuando pasó lo peor.

La van lo golpeó por un lado y lo hizo ladearse chocando al lado de la entrada de la urbanización, el Nissan recibió muchos impactos en la parte delantera, por suerte Anji llevaba el cinturón de seguridad y no pasó nada malo.

El auto quedó ladeado a un lado de la entrada de Terrazas del Avila, el cuál era una subida que iba a la caseta de vigilancia y a partir de ahí empezaba la urbanización.

Anji estaba consternado por lo que había pasado, así que en el acto se bajó del auto y comenzó a observar a todas partes en busca de una respuesta a lo sucedido, tambaleándose se volteó para ver la van negra que estaba justo al frente de él, Anji caminó hacia la camioneta para ver al conductor, fue cuando pudo ver la camioneta más de cerca, notando que era completamente negra y tenía los vidrios ahumados, fue avanzando poco a poco hasta que se acercó a la puerta del conductor y pudo ver que el vidrio era ahumado.

Anji trató de abrir la puerta, pero esta estaba cerrada, fue cuando de repente se abrió de golpe y salió un hombre con una máscara negra y estaba vestido todo de negro, en el acto lo atrapó con fuerza y le tapó la boca con un pañuelo lleno de cloroformo, en ese momento otras personas lo sostuvieron por los brazos, Anji sintió como ese fuerte olor lo iba mareando poco a poco, además comenzó a perder fuerzas y se durmiendo, en un esfuerzo desesperado, se volteó y se dejo caer mirando al cielo, observando como la neblina se apartaba y dejaba salir a un hermoso y radiante sol.

Después solo despertaría en un cuarto de color rojo, con un uniforme militar y en medio de un gigantesco cubo que junto con un grupo de nuevos amigos trataría de atravesar todas sus mortales trampas para escapar.