BERTHE MORISOT

Paisaje en Gennevilliers

1875

Óleo sobre lienzo, 32 x 41 cm.

 

Recien casada con Eugène Manet, hermano del pintor Edouard, durante la primavera de 1875 Morisot residió en la finca que la familia Manet poseía en Gennevilliers, en las afueras de París, donde realizó una serie de paisajes "socio-realistas" de la zona. En vez de crear a la manera de Corot, una serie de idílicos souvenirs del paisje, por entonces aún sin estropear, del valle del Sena, Morisot fijó su atención en las nuevas granjas e instalaciones industriales que recientemente se habían desarrollado en la zona gracias a una serie de controvertidos proyectos de riego que utilizaban el sitema de alcantarillado de París para regar las teirras de cultivo.

Pero Morisot no se interesa por cuestiones políticas, lo que le atraen son los ejemplos de color y de luz que encuentra en estos paisajes, tal como se observa en esta obra, en la que yuxtapone dos imágenes: la del almiar, situado en medio de un campo apacible, y la del humo de las chimeneas de las fábricas cercanas, símbolo de la revolución industrial. La pintora centra su atención visual en el termino medio y en el lejano, como haría una cámara, por lo que su visión del primer plano está desenfocada. Y al pintar el primer plano de una manera imprecisa, el efecto nebuloso se prolonga en el cuadro mismo.