Cajamarca tierra del último Inca


Cajamarca Tierra del Inca.
Con un ancestral nombre que proviene de la voz caxamarca, 'pueblo del rayo', y afincada en la región noreste de los Andes peruanos, es la ciudad más importante de la sierra norte del país. Cajamarca es una invitación a disfrutar de una valiosa arquitectura mestiza de techos de dos aguas y de un hermoso paisaje serrano. Sus magnificas iglesias y regias portadas labradas en piedra, nos recuerdan permanentemente a la otra ciudad colonial.
Se trata, además, de una de las regiones peruanas con mayor riqueza aurífera. El oro, en efecto, constituye actualmente el más importante sustento económico de Cajamarca y desde tiempos preincaicos ha dado lugar a la elaboración de exquisitas piezas de orfebrería, como las halladas en el sitio arqueológico kunturhuasi. Son también testimonio de la milenaria y vital tradición artesanal de la región los textiles y la alfarería de la antigua cultura Cajamarca y, por supuesto, los delicados y laboriosos trabajos de orfebres, ceramistas y tejedores de aun hoy despliegan su arte en la ciudad y los pueblos aledaños.
Ciudad festiva y alegre entre las de la sierra peruana, Cajamarca celebra especialmente el carnaval, cuyo colorido sincretismo de tradiciones y folclore constituye una de las mejores ocasiones para disfrutar de su hospitalidad.

Leyenda e Historia.
La tradición cultural cajamarquina se remonta a épocas muy anteriores a los incas. Entre los 1000 A 200 A.C, la zona perteneció a un área cultural norteña donde se erigieron importantes centros ceremoniales y cuyos restos permiten apreciar hoy, entre otros, el cuidadoso trabajo de orfebrería realizados por sus pobladores. Más tarde, hacia 900 D.C en este escenario cobro vida la cultura caxamarca, de riquísima cultura alfarera.
Cuando el inca Cápac Yupanqui integró este territorio al Tahuantisuyo, florecía allí el señorío de cuis manco, que había logrado fomentar gran unidad cultural en la zona: se había difundido el idioma culle, así como una serie de divinidades como Catequil(rayo), su(sol) chuip (estrella) y muñ ( luna). Sobre esta base, Cajamarca se convirtió pronto en un importante centro administrativo inca y era fama, a lo largo de todo el imperio, la excelencia de todos sus tejedores.
El 15 de de Abril de 1532, el inca Atahualpa fue tomado prisionero por un grupo de españoles a los cuales ofreció como rescate de su liberación, un cuarto lleno de oro y dos de plata; algunos meses más tarde el inca fue condenado a morir bajo la pena del garrote. Quedo así abierta una nueva etapa de la historia de este territorio, en la que se consolida el pueblo de san Antonio de Cajamarca, levantado en el siglo XVI sobre los restos del antiguo asentamiento inca. Prosperaron entonces las actividades agrícolas y ganaderas, la producción de textiles en los obrajes coloniales, así como se erigió una magnifica arquitectura. Además, a partir de 1772, Cajamarca adquirió gran relieve en la economía colonial, pues se descubrió la mina de Hualgayoc, lo que trajo consigo una recuperación de la actividad minera que estaba venida a menos. Actualmente y mostrando su trazo colonial, Cajamarca mantiene su tradición agropecuaria, artesanal y minera.

Clima y Acceso.
La región de Cajamarca presenta dos estaciones bien marcadas, una lluviosa de Diciembre a Marzo, y otra más bien seca, entre abril, y noviembre, que es la más recomendable para su visita, pues es cuando los días se presenta calidos y soleados, con un máximo de 21ºC, mientras que, durante las noches, la temperatura desciende hasta los 5ºC. La ciudad se encuentra a 2720 msnm, por lo que comúnmente so se tiene problemas de soroche o mal de altura; sin embargo, es mejor evitar grandes esfuerzos físicos al arribar, la ropa abrigable es indispensable, así como los protectores solares y sombreros.
A Cajamarca se puede llegar por vía terrestre en un viaje desde Lima de 865 km, que dura aproximadamente 15 horas. También es accesible desde la ciudad capital por vía aérea, a través de vuelos comerciables que dura una hora y 10 minutos.