Este es un sencillo pero tristemente
sentido homenaje a Iván Darío de Castro
Brigante, mi hermano, tu amigo,
familiar, compañero de sangre o convivencia
e infinitamente noble como persona.
Agradezco a todas las personas que de
una u otra manera ayudaron a la
formación positiva de mi hermano en el
campo académico, laboral, espiritual y
económico. También les agradezco por su
tiempo y dinero al bajar de Internet
este homenaje.
De igual manera las personas que le
hicieron daño a Iván y a mi familia, no se
olviden de la ley eterna de la
compensación y que tarde o temprano aunque
nosotros no movamos un dedo, su cuarto
de hora les llegará, al que le caiga el
guante que se lo plante.
Independientemente de la religión, sexo,
clase social, circunstancias y cercanía
de las personas que rodeaban a mi
hermano – Sin excluir a mi familia y a mi
persona- nada, absolutamente nada ni
nadie fue capaz de hacer algo para
evitar la pérdida de un alma llena de
música, ambiciones y sueños. El que esté
libre de pecado que tire la primera
piedra.
También un mes después de su muerte hay
conocimiento de las humillaciones
y trabajos a los que Iván Darío era
sometido en LA CASITA DEL TERROR, que
su estado de salud era muy deplorable,
que el ambiente en que vivía le era en
extremo hostil. Alcohol, Drogas,
influencias depresivas y sobre todo el trato
hipócrita que se le daba a ese PUTO
ARRIMADO de “Iváncito”. Tal vez, NANCY
ARROYAVE, nos pudiste tener a mi familia
y mi muy engañados por 1 año y
medio, pero no se te olvide, que los
muertos hablan…
El homenaje consiste en un álbum digital
con fotografías de diferentes etapas
de los 22 años de Iván, en los cuales
hay fotos inéditas para todas las personas
que lo conocían, incluso para los que
decían conocerlo mas que nadie. En estas
fotos se refleja su espíritu y el gran
amor y alegría del que siempre estuvo lleno,
excepto en sus 4 últimos años de vida.
Una imagen vale mas que mil palabras.