SOBRE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA.



Uno acaba bachillerato, aprueba la selectividad y se presenta en la universidad pensando que aquello será el summum de la eficiencia. El renombre de la palabra 'universidad', así como la fama de los profesores nos parecen indicar que nos hallamos ante algo muy profesional.

Nada más lejos de la realidad, por lo menos en la ETSAB: profesores no profesionalizados, cuyo ánimo varía con su trabajo fuera de la escuela, la falta de una buena organización institucional (el alumno está infrainformado, y debe moverse él para enterarse. Los profesores se saltan a la torera sus horarios de consulta, los secretarios y bedeles no están al corriente de las visitas o entregas que hacemos, etc.), y la sensación de estar estudiando en un cámping-playa nos despejan las ideas priitivas.

En nuestra escuela, frecuentemente hay una incongruencia total entre las doctrinas impartidas por unos departamentos y otros, lo que hace patente la falta total de un plan de estudios adecuado.

Si bien es cierto que es difícil formar a un futuro arquitecto, los múltiples puntos de vista y la desconsideración mútua entre profesores desorienta al alumnado.

Concretamente, mientras que los de Condis elogian a Kahn pues parte de los servicios, los de proyectos prefieren a Mies por su concepción estructural, los de Historia deliran por Semper o Ruskin por su trasfondo teórico. De acuerdo, Mies, Corbu, Kahn o Aalto han sido grandes arquitectos, pero no son la única referencia para proyectar. De hecho, nunca he oído hasta ahora los nombres de Barragán, Tschumi, Koolhas o Zumthor entre los profesores de primer curso. Así, es desconcertante ver que, mientras los P.F.C. de hace 15-20 años son simplistas deformaciones rossianas, los actuales no hacen sino imitar proyectos de Miralles o Piñón. Pocos son los que, gracias a su formación paralela a la académica consiguen alcanzar un estilo propio. Así, yo mismo he aprendido más en mi escaso año y medio de colaboración profesional que en toda mi formación en la escuela (que se reduce, básicamente, a información editada: no hay nada de lo que nos explican que no se pueda ver plasmada en un libro).

Por ello, alumnos de primeros años, no os dejéis manipular, y tomar ejemplos ajenos a la escuela. Zumthor, Predock, Murcutt, Judd, Navarro Baldeweg, Souto de Moura, etc., son excelentes ejemplos a imitar y considerar, sin dejarse llevar por la copia o reinterpretación estricta del 'star system'.


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Mateo Alonso Ferrera
wapleton@hotmail.com