El derecho a la educación, para todos los niños y niñas, está recibiendo una mayor atención en las políticas sociales implementadas en los últimos tiempos. Así, se viene otorgando prioridad a los programas que promueven que los niños tengan acceso a experiencias educativas, que – al disminuir su situación de desigualdad- les faciliten enfrentar en mejores condiciones los desafíos del mundo actual.
Los programas dirigidos a atender a los niños y niñas en sus primeros años de vida, no se limitan actualmente a dar respuesta a sus necesidades básicas de alimentación, protección y cuidado de su salud. Ahora recibe igual prioridad la necesidad del niño/a de interactuar y estimulación, afecto y aprendizaje. Por lo tanto, un programa para la primera infancia debe tener como objetivo no solo lograr el crecimiento adecuado de los niños/as sino su maduración, desarrollo y el dominio progresivo de actividades cada vez más complejas.
Los programas de intervención temprana constituyen una importante herramienta
para quebrar las barreras de la discriminación y la desigualdad de género. Se ha
comprobado, a través de estudios realizados en diferentes culturas, que cuando
los niños/as participan en estos programas educativos durante su primera infancia,
existe mayor probabilidad de que asistan a la escuela a la edad esperada y que
estan mejor preparadas para desempeñarse adecuadamente en dicho espacio.
Además,
los éxitos iniciales de las niñas contribuyen a que sus padres aumenten las
expectativas que tengan con relación a su futuro. Esto, a su vez, tiene como
efecto que se brinde a las niñas mayor apoyo para que continúen estudiando. Y,
la consecuencia a largo plazo de una mayor educación en la mujer es la reducción
del número de hijos y de la mortalidad infantil, asi como las implicancias
positivas que tiene esto en la lucha para vencer la pobreza.
Por lo tanto,
invertir en programas de desarrollo enfocados en la primera infacncia que se
encuentrren basados en principios de equidad, eficiencia y eficacia,
proporcionarán beneficios no solo para los niños que participen directamente en
dichos programas sino también para su familia y comunidad.
Actualmente se está otorgando mayor importancia al rol de la familia en el proceso educativo de los niños/as pequeños, de manera tal que se define como una de las funciones del padre y la madre la de ser los primeros educadores de los hijos, señalándose que la escuela es una colaboración para el éxito en esta función.
Los centros educativos deberán ir más allá de transmitir información y de absolver consultas. Deberán definir ámbitos específicos de decisión compartida en el diseño y gestión de los proyectos educativos. Asi mismo, deberán establecer ejes de coordinación con las familias, capacitarlas para una mejor participación y potenciar redes de apoyo social y especializado.
DESARROLLO INFANTIL E INTERVENCIOPN EDUCTIVA TEMPRANA
La psicología evolutiva sistematizó sus conocimientos con mayor celeridad que
la pedagogía. Esto condujo a que, desde las categorías de desarrollo evolutivo,
se formularan los objetivos educativos, actividades correspondientes y formas de
evaluación.
La educación parvularia parte del concepto que el
aprendizaje es un proceso permanente, espontáneo y recíproco que consiste en
construir el Ser de lo humano, asimilando comportamiento que faciliten la
convivencia en una comunidad (insertada en una sociedad y cultura históricamente
determinadas).
La educacion inicial contempla dos grandes tipos de acciones:
ESTRATEGIA COMBINADA DE
METODOLOGÍA PRESENCIAL Y A DISTANCIA
Actualmente
contamos con diversas opciones orientadas a fortalecer el potencial educativo de
la familia:
Con esta estrategia es posible alcanzar no sólo a un público objetivo, que se ubica en los sectores con menores ingresos, sino también a todos los otros sectores de la población a los que se contribuye a sensibilizar sobre la importancia de la educación en los primeros seis años de vida.
SINERGIA ENTRE LOS DISTINTOS COMPONENTES
La articulación entre los diversos componentes es fundamental para el éxito del programa. Este es un proceso en el que todos los actores, al establecer una comunicación positiva entre sí, fortalecen su autoestima e incorporan nuevos conocimientos.
ARTICULACION Y COORDINACION INTERINSTITUCIONAL
La educación contribuye más eficazmente a fortalecer la organización social, en la medida en que establece coordinaciones con las diversas insitituciones de la sociedad civil tanto para el diseño de propuestas como para la gestión de los recursos necesarios.
La primera etapa es llevar a cabo un diagnóstico de (y con) la comunidad en la que se realizará la intervención. Es fundamental conocer aquéllo que la población -aún en condiciones de suma pobreza- ha sido capaz de mantener como tradición y costumbre, o de crear en respuesta a sus propias carencias.
En etapas posteriores se organizarán grupos de trabajo que establecerán una retroalimentación permanente, estableciendo los reajustes, evaluaciones y sistematizaciones de la experiencia.
Las coordinaciones, en el desarrollo de los programas educativos, deberán efectuarse no sólo en nivel local. También se efectuarán en niveles regionales, nacionales e internacionales.
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