3) Topónimos diaguitas

 

En el sector geográfico estudiado sólo reconoceremos como diaguitas a los vocables "Calingasta" y estaría compuesto por el formante "calín", deformación fonética de "calines fueron un pueblo transandino de la región diaguita, deformación fonética de "calián": los calianes fueron un "pueblo". A su vez, "Diaguitas" aparece definido en el Diccionario de la Real Academia como la "comarca de la parte Oriental de Los Andes". Hemos descartado el origen kakán de tres topónimos a los cuales diversos tratadistas les asignan esta fuente; ellos son Chapilca, Yume y Uchumí. A Chapilca ya nos referimos como término quechua; el yume o jume, que es una planta salitrosa, posee un origen desconocido, y Uchumi, más bien parece de origen quechua (guiso con salsa de ají).

 

4) Topónimos aimaras

 

De muy difícil discriminación con respecto a los topónimos quechuas son los de supuesto origen aimara, puesto que el parentesco entre ambas lenguas es muy evidente. No obstante, proponemos como voces aimaras a Balala (‘cosa chata y llana, aplastada como una tabla’). Chinchilla (un roedor), Cholo (‘mestizo. Quechua perusano, o mestizo de sangre europea e india’). Churque (una planta espinosa) y Maritata (‘pozo o estanque. Canal o acequia pequeña’).

 

 

Topónimos tainos

 

De esta lengua centroamerica provienen Guayacán (nombre de un árbol del Caribe y transferido a Chile a un arbusto de madera muy dura usada actualmente en artesanía), Huracán (‘ciclón violento’), y Tuna (Tunilla), ‘fruto del candelabro, planta cactácea.

 

Topónimos Nahuas

 

Según Lenz, Jote ‘especie de buitre de Chile’, tendría un étimo azteca, significado ‘cojo’ (por los saltitos en una que ejecuta el jote luego de comer).

 

 

Topónimos Cunzas

 

Poya puede ser cunza ‘el numeral dos’. También aparece como voz aimara, con el mismo significado cunza. Puyanta podría ser una contracción de Poya Alta; de hecho, las coordenadas geográficas son casi las mismas. Variante: Poyanta.

 

Cerro Poya

Topónimos híbridos

 

Desnominados topónimos híbridos a aquellos nombres constituidos por formantes pertenecientes a lenguas distintas. Así, Guachalaluma sería quechua por su primer. elemento (‘Waqcha’, hijo ilegítimo, y mapuche por el segundo (‘luma’, el árbol Amomyrtus): o sea, luma huacha. Mulayaco proviene del español ‘mula’ (hijo de asno y yegua o de caballo y burra), y de ‘yaco’, agua. Vale decir: agua donde beben las mulas. Y Puclaro es mapuche por la partícula pluralizante ‘pu’ y el español ‘claro’: Los Claros.

 

 

9) Topónimos dudosos.

 

Los siguientes topónimos son indígenas, sin duda alguna, pero los diccionarios consultados no precisan con claridad la lengua amerindia a la que pertenecen, prefiriendo su presentación de una manera opcional entre una lengua u otra. Añañuca puede ser aimara o quechua. Paiguano, en sus significación de ‘cielo apacible’ sería mapuche, pero también podría significar ‘aquel guano’, de origen quechua. Pullay: si quechua, un muñeco, personificación del carnaval; si mapuche, las barbas o líquenes de los robles. Quilacán, quecha: ‘clavelina de la luna’, nombre de un cacique peruano del Mapocho en 1541. Si mapuche, podría signigicar ‘tres cántaros’, o ‘tres plumas’ o ‘rancho de quilas’. Finalmente, ya nos habíamos referido a Uchumí, al parecer quechua ‘salsa de ají’, aunque Strube lo postula como kakán.

 

 

10) Topónimos desconocidos.

 

Agrupamos bajo este título a todos los nombres para los cuales no encontramos referencias sobre su significado u origen, o bien nos parecieron sumamente improbables: Altoqui, Amipún, Arquerma, Atimonate, Baracoa, Bayén, Cachollito, Casuto, Challo, Chanchoquí, Chapar Blanco, Chapina, Charuna, Chepe, Chifute, Churrumata, El Enganche, Gaucho, Limar, Lumpo, Las Malías, Militaco, Paranao, Los Perdes, El Sanjeado, Talcuna Talume, Tapalca, Tapiao, Teachuiche, La Tococa, Tolay, la Toroya, Villuma, Visnaga y Yumbe.

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