Una idea bastante mala de las compañías disqueras para intentar frenar la piratería de CD's de música, ahora experimentándose en México.
Los CD's protegidos son discos compactos, aparentemente normales, pero que incluyen además de la música, un software especial, o errores deliberados de manufactura, con objeto de que el disco no pueda ser leído ni escuchado en la unidad de CD de una computadora (PC o Mac). Con ello, las disqueras esperan frenar la piratería de música a nivel mundial, y que según sus estadísticas, ha alcanzado niveles alarmantes.
El problema es que esta tecnología no sirve para nada, pues de entrada, un pirata o cualquier persona con conocimientos de computación puede hacer copias o archivos mp3 con tan sólo conectar un aparato de sonido o grabadora a la tarjeta de sonido de la computadora, y grabar en disco duro el contenido musical del CD para copiarlo a placer.
Y lo peor es que esta tecnología arruina el CD de dos formas, dependiendo del software de protección utilizado:
- si la protección es un programa que modifica la tabla de contenido (table of contents o TOC en inglés) del CD, ello impide que éste pueda ser escuchado en la mayoría de aparatos DVD, al igual que en reproductores de CD para coche, e incluso, en ciertos aparatos caseros de CD de más de dos años de antigüedad, que no reconocen al CD como un disco con una tabla de contenido normal... además de que al introducirse en la unidad CD ROM de la computadora, puede causar daños como la desconfiguración de dicha unidad (esto NO es cuento, para más información buscar en Internet noticias sobre el CD europeo de Celine Dion que traba las unidades CD ROM de las computadoras Apple. Hay actualmente una demanda contra Sony por ese hecho, y una advertencia de Macintosh para los usuarios de sus productos.)
- si la protección consiste en introducir errores y distorsiones deliberadas en la grabación con objeto de "enloquecer" al lector CD ROM, el problema es que el circuito de corrección de errores de un aparato ordinario de sonido trabajará de más, y en consecuencia, si el CD sufre un rayón o arañazo, los errores ocasionados por ello, sumados a los errores deliberados, dará como consecuencia un CD que a la larga no se pueda reproducir al contener errores incorregibles (con lo que saltará las canciones, se "congelará" la música, y otros efectos similares a un disco de vinil rayado).
El único CD protegido hasta la fecha en México lo había sido el disco de Vicente Fernández "Más con el número uno"; (Sony, 2001). Ese experimento fracasó totalmente, pues el CD pirata estuvo a la venta al mismo tiempo que el legítimo, lo que prueba que los CD protegidos no son un freno contra la piratería.
No obstante lo anterior, a partir de septiembre de este año la disquera EMI de México ha empezado a lanzar CD's protegidos, y se espera que su ejemplo sea seguido por otras compañías. Ello incluye tanto nuevos lanzamientos, como reediciones de discos editados con anterioridad sin protección.
¿Qué hacer para evitar comprar un CD que no se pueda reproducir en cualquier aparato de audio, o que a los pocos meses se convierta en un caro portavasos si sufre un arañazo o rayón por el uso?
De nuevos lanzamientos no hay mucho que pueda sugerir, siendo que después de todo, de un tiempo a la fecha es muy poca música nueva la que me interesa.
La solución, tratándose de discos previamente editados, es hacer lo que en Estados Unidos, Europa, y Asia es común: dejar de lado los CD's nuevos y comprar discos previamente escuchados, siempre y cuando estos se encuentren en buen estado, por supuesto, y que sean anteriores a las nuevas ediciones protegidas. Un disco previamente escuchado en buen estado funciona exactamente igual que uno nuevo, y manejado con cuidado, puede durar toda la vida. No hay caso en exponerse a comprar un CD "protegido"; que únicamente dará dolores de cabeza, hoy o en el futuro.
Mis remates de discos compactos, todos garantizados en perfecto estado y sin protección alguna que impida su reproducción en cualquier aparato de sonido o computadora, se encuentran en los páginas mexicanas de DeRemate.com, busca arriba de esta página la liga respectiva.
Como conclusión, es necesario decir que la IFPI (organización que representa los intereses de las compañías disqueras mundiales, algo así como el hermano mayor de la tristemente célebre RIAA de EUA o el inútil clon mexicano del cual ni siquiera recuerdo su nombre), ha sugerido que todos los CD´s que cuenten con tecnologías que impidan su reproducción correcta en un aparato de audio, se identifiquen como tales en la portada o contraportada, de manera clara y legible. Desafortunadamente, eso no parece estar ocurriendo en México, en donde estos CD´s se están lanzando en secreto, o con advertencias microscópicas muy fáciles de pasar inadvertidas por el comprador. Ojalá y algún consumidor al que le toque comprar un CD que le ocasione problemas, llegue a PROFECO o alguna instancia similar (aunque, lo dudo tanto...)
