UNA LUZ POR LA VIDA

EN NUESTRO DESPOBLADO Y ENVEJECIDO URUGUAY ... ¡ENCENDEMOS UNA LUZ POR LA VIDA DEL MÁS DÉBIL ENTRE LOS DÉBILES!

 

 

Si no es delito el aborto, que es la muerte
de un ser humano en el vientre materno,
entonces, todos nosotros fuimos un día
un simple apéndice, o un revoltijo de células,
y el más débil entre los débiles es peor
que un paria: ni siquiera un ser humano.

Con estas firmas, lejos de querer poner a votación un derecho inalienable de la persona humana como es el derecho a la vida, queremos expresar precisamente nuestro repudio al intento de hacer que el número, el prestigio, o el poder político de los firmantes pueda decidir quién vive y quién no vive en nuestro país.

 

Somos jóvenes y adultos, mujeres y varones a quienes nos cala hondo el hecho desgarrante de que todos los días haya mujeres que se realicen abortos y padezcan sus consecuencias. El aborto es un drama siempre evitable. ¡Cuánta ayuda necesita una madre para dar vida a un hijo! Si en lugar de ser estimuladas o presionadas a abortar, fueran animadas a valorar su maternidad y la dignidad de la vida que llevan en su vientre, por sus familiares y conocidos, por los enfermeros y médicos, por la organizaciones de la sociedad civil, o por el propio Estado, se le evitarían grandes sufrimientos e innumerables vidas se salvarían. Cuántos traumas y pérdidas humanas y familiares, cuántos costos económicos y sociales nos evitaríamos si creciéramos en humanidad y ofreciéramos soluciones reales y solidarias. Proteger estas vidas constituye un deber moral ineludible. También ellas, por la dignidad de su naturaleza humana, poseen el derecho fundamental a la vida, de la que todos -ricos y pobres, fuertes y débiles- disfrutamos, porque nuestros padres, muchos de los cuales eran trabajadores y pobres, nos la respetaron. Nadie tiene derecho, ni la madre ni el Estado, a privarles de su vida. O cuidamos que los derechos humanos, que reconoce nuestra Constitución, sean respetados y protegidos por el Estado, o retrocederemos a una sociedad primitiva donde sólo sobrevivirán los más fuertes y poderosos, sin importar a qué precio.

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Si este hubieras sido tu, o tu hermano? A las 11 semanas!!! A las 8 semanas!!!

 

referencia: www.vidahumana.org

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"En la semilla está el árbol, desde la raíz a la flor" (Amado Anzi)

 

 

 
DECLARACIÓN
EN DEFENSA DE LA DIGNIDAD DE LA VIDA HUMANA
EN EL VIENTRE MATERNO.
 
MONTEVIDEO, MARTES 19 DE JUNIO DE 2007.

1.- Todos los y las abajo firmantes declaramos que en el drama del aborto, además de los graves daños que el mismo ocasiona a la madre, también existe una víctima indefensa, a la que se le ocasiona el mayor e irreparable de los daños, quitándole la vida de un modo horrendo (link 2). Se relega con ello la ley natural, que en la voz de la conciencia no cesa en su imperativo: “No hagas a otros el mal que no quieres que te hagan a ti”. Se infringe, además, todo nuestro régimen legal y los Tratados internacionales que hemos ratificado. (link 3).

2.- Nuestra legislación, defendiendo el bien supremo del “derecho a la vida” del ser humano en la etapa de gestación, considera delito atentar contra el mismo, obliga al Estado a protegerlo, e indirectamente educa a las nuevas generaciones sobre el mal del aborto y previene a la mujer contra todo riesgo de daño físico, moral, social y psicológico, diagnosticado éste como síndrome post-aborto.

3.- Por lo tanto, el aborto nunca puede ser un derecho para nadie. El hecho de que exista una ley por la que se da facultad al juez para eximir de penas en determinadas situaciones no anula ni modifica el principio ya expresado, lo que se extiende al Estado. Por algo existe una disposición constitucional que impide que exista la pena de muerte. En nuestra legislación vigente, existen normas, que se aplican desde hace años, que dan al magistrado, en determinadas circunstancias, potestades para eximir de pena a la madre, como así ha ocurrido el 16 de mayo pasado cuando el Juez Letrado del 19º turno Luis Charles procesó sí a una mujer, pero sin prisión. Hay quienes, hoy pretenden actuar desconociendo los derechos constitucionalmente reconocidos, promoviendo públicamente (link 4) conductas colectivas que se apartan del régimen legal, lo que no constituye una muestra de coraje sino un desafío tuerto, ya que cierran un ojo ante la eliminación de vidas humanas en el vientre materno. Debemos apreciar que no podemos constituir una sociedad hipócrita y doble discursiva, donde digamos ser respetuosos de la legalidad y de los derechos ajenos pero, en los hechos, sólo los respetemos cuando nos conviene.

4.- Hacemos hoy un llamado a las autoridades para que tengan presente que nuestra Constitución establece la obligación de proteger los derechos humanos reconocidos en la misma, de forma que las normas existentes no se interpreten ni se apliquen como si fueran un permiso para matar al ser humano no nacido. Téngase presente que aún la mejor ley sería letra muerta si no hubiese una firme voluntad política y judicial, profesional y social que la respalde y le dé efectividad.

MESA COORDINADORA NACIONAL POR LA VIDA

Por Corriente Social Cristiana: Carlos Iafigliolla y Esteban Castelar
Por Asociación Esperanza Uruguay: Gabriela López y Néstor Martínez
Por Instituto Americano de Derechos Humanos: Carlos Freira
Por Misión-Vida: Gabriel García
Por ESALCU: Leticia Medina
Por Movimiento Pro-Vida: Eliomar Carrara