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Creado por: Fabiana Portal G.
Las corridas de toros no son solamente el consabido ritual sangriento, en el cual se masacran todos los años a seres mamíferos vertebrados, con la misma capacidad de sufrimiento que tenemos tú o yo. Que no te engañen disfrazando esta barbarie con lentejuelas, mallas y colorinches como parte de una puesta en escena previamente orquestada. La mal llamada "fiesta taurina" no es otra cosa que un gran negocio, el cual no paga impuestos y tiene licencia para torturar despiadadamente animales ante la cómplice y satisfecha mirada de cientos de personas sin capacidad de raciocinio, de la Iglesia, que incluso otorga a los "matadores" el Escapulario del Señor de los Milagros y del INC que insiste en afirmar que es un espectáculo cultural.
Para satisfacción de algunos y gran decepción de muchos otros, este año la sangre, la tortura y la violencia de este deleznable evento llegan gracias a Hotel Marriott, Cervecería Backus, la revista ETC y Cablemágico. Empresas que precisamente no se caracterizan por su austera situación económica. Así que, ahora insistan pues, con el cuento de que el toreo es un arte que hay que apoyar desinteresadamente porque es parte de nuestra tradición. Luego de saber quienes son sus auspiciadores podemos estar más seguros que nunca que tan sólo se trata de un rentable negocio que esconde tras de sí una gran cultura de la violencia. De repente a eso se refieren cuando dicen que el toreo es cultura.
Dile no a los espectáculos violentos
No te manches de sangre
rechaza la crueldad de los ignorantes.
