ASOCIACIÓN POR LA TOLERANCIA

 
CONÓCENOS
En el editorial del número 1 de la revista de la Asociación "Tolerancia", que salía a la luz a principios de 1997 se decía lo siguiente, que creemos explica bien nuestra razón de ser:

"... muchos ciudadanos de Cataluña hace tiempo que nos venimos planteando el comportamiento democrático de nuestras instituciones. No discutimos aquí, por supuesto, la limpieza de los sistemas de elección, sino el respeto del nacionalismo en el poder a los derechos colectivos e individuales de todas las gentes de Cataluña. Así han aparecido organizaciones y foros que advierten sobre la siguiente constatación: en Cataluña el nacionalismo a medida que se ha convertido en más poderoso y fuerte ha obedecido menos pautas democráticas. Para defender el bilingüismo y los derechos humanos, combatir la manipulación histórica y luchar contra la intransigencia surgió hace tres años la Asociación por la Tolerancia ..."

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"Tolerancia es una revista que defiende los principios que se recogen en la Constitución de 1978 y que asume los valores de su preámbulo: "garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden social justo; consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular; proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus cultura y tradiciones, lengua e instituciones ..." Es eso lo que nos mueve y porque en Cataluña, hoy por hoy, consideramos que la voluntad constitucional no se cumple, nos ponemos en marcha con la fuerza de la que creemos nuestra razón y con la ilusión de ser capaces de cambiar el orden actual de las cosas.".

Así veíamos la situación catalana hace unos años, que no sólo ha continuado, si no que se ha agravado con la Ley de Política Lingüística aprobada en 1998 por el Parlamento catalán: monolingüismo institucional, el español ha desaparecido de las instituciones públicas catalanas, radicalización de la inmersión lingüística en los colegios e institutos, alcanzando el español la categoría de lengua extranjera. Intentos de intervenir en todas las facetas de la vida pública y privada catalana: sobre el doblaje del cine, sobre las relaciones comerciales, en las universidades, etc. En definitiva, el proyecto de "normalización" del catalán es un proyecto para instaurar el monolingüismo social.

Entendemos que eso, además de no reflejar la realidad catalana, es una vulneración clara de los derechos básicos de millones de ciudadanos catalanes. Nuestra manera de oponernos a ello, es mediante acciones ciudadanas, debates, conferencias, etc, para concienciar a la opinión pública de este grave problema, que envenena la convivencia en Cataluña. Creemos que Cataluña, es, ha sido y será un lugar de encuentro de gentes de diversos lugares de España y en los últimos tiempos de fuera de ella. Y que sin esa afluencia multitudinaria, este país no sería el que es. Por lo tanto, el deber de las instituciones democráticas es recoger esa realidad social y hacer que su legislación se adapte a la misma. Lo que es "normal" no puede se definido en gabinetes de ingeniería social, bajo una determinada ideología. Somos muchos los ciudadanos catalanes que no nos identificamos con la imagen de "catalán normal", que hacen equivalente a "el único catalán posible", que emana de tales gabinetes y que quiere ser impuesta desde las instituciones.

También llevamos a cabo una labor de solidaridad con la ciudadanía vasca en su lucha contra el fanatismo terrorista nacionalista, para ello hemos sido cofundadores de la PLATAFORMA LIBERTAD, junto con el Foro Ermua, el Foro El Salvador, el Movimiento Contra la Intolerancia y la Asociación de Victimas del Terrorismo. Con esta plataforma convocamos a todos los ciudadanos españoles a concentrarse para manifestar su repulsa tras cada atentado terrorista con resultado de muerte. Somos conscientes de que con este paso rebasamos el marco en el que durante años nos hemos movido: la búsqueda de la puesta en práctica en Cataluña de los derechos y libertades ciudadanas y por el bilingüismo institucional. Pero creemos que en el caso vasco el nacionalismo identitario ha alcanzado las más altas cotas de fanatismo, quitando de manera explícita y sin ambigüedades la condición de ciudadanos a los no nacionalistas. Este avance de la reacción (ahora disfrazada de progresismo) nos parece intolerable en la España Constitucional, por ello y con las otras asociaciones antes mencionadas luchamos por el ámbito español de la libertad. Como siempre nuestras actividades se circunscriben a la de poner en marcha mecanismos para la concienciación y participación ciudadana ya que creemos que una ciudadanía pasiva e indiferente es el mejor caldo de cultivo para el fanatismo y la intolerancia.