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El País Digital, Jueves, 11 de marzo de 2004

El Rey pide "unidad, firmeza y serenidad" para que el terrorismo no consiga sus objetivos

LA OFENSIVA TERRORISTA

El Rey expresa su “más profundo afecto y el de toda la Familia Real” con los familiares de los “hombres, mujeres y niños que se han encontrado brutalmente confrontados con la muerte y el sufrimiento"


ELPAIS.es  - Madrid

ELPAIS.es  | España - 11-03-2004


El Rey Don Juan Carlos ha expresado, en un mensaje televisado, su repulsa por los atentados de Madrid. Ante la “barbarie terrorista que ha sumido hoy a España en el más profundo dolor”, el Rey ha pedido a los españoles “unidad, firmeza y serenidad en la lucha contra el terrorismo”, siempre dentro del estado de derecho y “por encima de las “legítimas diferencias de opinión”. No obstante, no ha querido dejar lugar al pesimismo: “El terrorismo nunca conseguirá sus objetivos”.

En ningún momento de su mensaje se ha referido el Rey a la banda terrorista ETA. Hablando siempre de terrorismo, ha pedido que se redoblen “nuestros esfuerzos conjuntos para terminar con esta lacra, contando con la acción policial, la labor de la justicia y la cooperación internacional”. “En estas horas de inmenso dolor, los españoles estamos llamados, más que nunca, a reafirmar nuestra determinación de acabar con la violencia terrorista”, ha dicho.

El Rey ha expresado su “más profundo afecto y el de toda la Familia Real” con los familiares de los “hombres, mujeres y niños, ciudadanos libres de todas las edades y ocupaciones, incluso de otros países, que se acercaban a sus destinos, escuelas y trabajos, se han encontrado brutalmente confrontados con la muerte y el sufrimiento. Con todos querría fundirme en un abrazo cargado de consuelo y tristeza”.

El Rey ha negado cualquier “justificación” para “una locura macabra” que ha provocado “un escenario de pesadilla que se ha apoderado de todos los hogares españoles para mostrar la cara más cruel y asesina del terrorismo”. Para Don Juan Carlos, los atentados no merecen más que “la más enérgica y absoluta condena”.

Finalmente, ha agradecido la labor de los ciudadanos de Madrid, las fuerzas de seguridad y de los servicios de emergencias, confiando en “la fortaleza y eficacia del Estado de Derecho para que tan viles y cobardes asesinos caigan en manos de la Justicia”.

El optimismo ha impregnado la parte final del discurso, cuando el Rey ha declarado que “el desaliento no está hecho para los españoles. Somos un gran país, que ha demostrado con creces su capacidad para superar retos y dificultades. Un país que bien sabe que, frente a la sinrazón y la barbarie, sólo cabe la unidad, la firmeza y la serenidad”. Todo con un objetivo: “Que no haya duda. El terrorismo nunca conseguirá sus objetivos”.


Texto íntegro de la declaración institucional de S.M. el Rey
   
La barbarie terrorista ha sumido hoy a España en el más profundo dolor, repulsa e indignación.
   
Hombres, mujeres y niños, ciudadanos libres de todas las edades y ocupaciones, incluso de otros países, que se acercaban a sus destinos,  escuelas y  trabajos, se han encontrado brutalmente confrontados con la muerte y el sufrimiento.
   
Un escenario de pesadilla se ha apoderado de todos los hogares españoles para mostrar la cara más cruel y asesina del terrorismo.
   
En estos trágicos momentos, quiero hacer llegar a las familias de las víctimas mi más profundo afecto y el de toda Mi Familia. Con todos querría fundirme en un abrazo cargado de  consuelo y tristeza.
   
Siempre estaremos con vosotros, con todos aquellos que sufren las consecuencias de una locura macabra sin justificación posible. Estos repugnantes atentados sólo merecen la más enérgica y absoluta condena.
   
También me dirijo a los heridos y a sus familias, para expresarles nuestro calor, nuestra cercanía y nuestro deseo de pronta recuperación.
   
Vuestro Rey sufre con todos vosotros, comparte vuestra indignación, y confía en la fortaleza y eficacia del Estado de Derecho para que tan viles y cobardes asesinos caigan en manos de la Justicia, y cumplan en prisión todas las penas que los Tribunales les impongan. Habrán de dar cuenta de sus crímenes, de forma irremisible.
   
Los servicios públicos y los ciudadanos de Madrid, siempre generosos, se han crecido en la tragedia para mostrar su entrega solidaria, su esfuerzo y colaboración.
   
Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad no cesan en su labor en defensa de nuestras libertades.
   
La España de buen corazón ha vibrado una vez más ofreciendo su ayuda material y apoyo moral.
   
A todos, nuestro agradecimiento más profundo.
   
El desaliento no está hecho para los españoles.
   
Somos un gran país, que ha demostrado con creces su capacidad para superar retos y dificultades. Un país que bien sabe que, frente a la sinrazón y la barbarie, sólo cabe la unidad, la firmeza y la serenidad.
   



Sursum corda! 2004