Convocatoria.
Invitamos a los
compañeros escribidores a participar enviando sus
poemas o relatos breves para ser publicados en la
página y en los próximos boletines.
Escribir a:
surlibre2004@yahoo.com.ar
Amanece de nuevo la ciudad
rueda bajo mis pies
materializada en rostros
agremiados por el frío
entre frenadas, sacudones,
cuerpos mediando
entre la inercia y el esfuerzo
una abstracción
mujeres y hombres reales
de pechos generosos y muelas inflamadas
una abstracción las nubes
de cálido aliento, la clase
trabajadora
una abstracción
rostros acostumbrados al cansancio
cuerpos en cada
intersticio del pasillo
dedos al pasamanos
aferrados
una abstracción los gorros
los cuellos levantados, los bolsos,
las carteras, la clase
obrera viaja
entredormida y constante
construye el mundo de otros sueña
llegar a la hora justa.
Néstor Ventaja
VERSOS QUE NACEN
Se que en tu sonrisa puede morir la mas triste de mis elegías
Y, con ella nacer la más hermosas de las canciones
"Seré feliz cuando cantes" dijiste.
Entonces cantaré en las mañanas, cuando tus ojos amanezcan.
En las tardes, cuando tus manos florezcan en mi vientre
Y en las noches, para que reposen mis sueños en el candor de los tuyos
"Entonces nuestras vidas transcurrirán dulces y melódicas
Y lucharemos por inocular ese virus del que no hay antídoto ni fórmula", soñaste.
Quizás, así, las luchas sean el reflejo del amor que sobrevive, resiste
Y no se entrega a ser historia en las sombras,
Y, si, se entrega a construir caminos de luz,
que se internan en la selva
de los que riegan desiertos
de los que esperan que la puerta se abra una vez para ellos
de los que giran buscando en los rincones que el despojo no les llegue
de los que miran sus manos y no pueden ver que el tronco se parte
de los que la vida no les dio respiro, ni aire para alivianar la carga
de los que el barro hunde en sus entrañas para, después, devorarlos
de los que sueñan, a pesar de los desvelos, a pesar de las paredes.
Lorena Ojea
Poema enviado desde San Martín, Buenos Aires. Participa vos también!
o des
Hoy realizamos la tercera entrega de Palabra y Resistencia. 11 Proyectos críticos en la poesía española reciente. Un trabajo coordinado por Enrique que reune la palabra de 11 poetas españoles contemporáneos que miran “un tiempo herido – el nuestro – con claves diferentes a las dominantes” estableciendo “a partir de esas nuevas claves un auténtico combate cultural”
Hoy presentamos la poesía de Isabel Prez Moltalbán sabel Pérez Montalbán
Isabel Pérez Montalbán (Córdoba, 1964) reside actualmente en Málaga.
Ha publicado los libros No es precisa la muerte (Ayuntamiento de Málaga, 1992); Puente levadizo (Barcarola, Diputación de Albacete, 1996); Fuegos japoneses en la bahía (Miguel Gómez Ediciones, Málaga, 1996); Cartas de amor de un comunista (Germanía, Valencia, 1999); Los muertos nómadas (Diputación de Soria, 2001); De la nieve embrionaria (Aula Poética Casa del Inca, Montilla, 2002); El frío proletario (Litoral, Málaga, 2002); Nocturnos de tinta (Ateneo, Málaga, 2005); La autonomía térmica de los pingüinos (Poesía Circulante, Málaga, 2006); y Siberia propia (Bartleby Editores, Madrid, en imprenta).
Poemas y textos suyos han sido recogidos en diversas antologías y publicaciones colectivas, entre otras: Poesía ultimísima (Libertarias, Madrid, 1997); Feroces. Radicales, marginales y heterodoxos en la última poesía española (DVD, Barcelona, 1998); Milenio (Celeste, Madrid, 1999); Voces del extremo (Fundación Juan Ramón Jiménez, Moguer, ediciones de 1999, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2005); Poesía última (Fundación Rafael Alberti, El Puerto de Santa María, 2001); El último en morir que apague la luz: Atlas poético (Zigurat, Gijón, 2001); Una mano tomó la otra (Comunidad de Madrid, 2002); La paz y la palabra (Odisea, Madrid, 2003); Pólvora blanca (Ayuntamiento de Córdoba, 2003); Ilimitada voz: Antología de la poesía femenina española (Universidad de Cádiz, 2003); Poetisas españolas (Torremozas, Madrid, 2003); En pie de paz (Plurabelle, Córdoba, 2004); 11-M: Poemas contra el olvido (Bartleby, Madrid, 2004); Hablando en plata (Homoscriptum, México, 2005); Marché de Lettres: Supplément Poètes Corduans (Association Circé, París, 2005); Cosmoguía de Cosmopoética 2 (Ayuntamiento de Córdoba, 2005); Antología 3 (Veramar, Málaga, 2006); Antología de poemas en homenaje a la República (Entreparéntesis, Cedma, Málaga, 2006); Escrituras del desconcierto: el imaginario creativo del siglo XXI (Universidad de Alicante, 2006).
Viviendas Fundación Benéfico-Social
(Sector Sur, Córdoba, 1961-1965)
Arquitecto: Rafael de la Hoz
Teníamos un tiesto con claveles,
las coplas dedicadas por la radio
y un corazón de periferia
con vistas a la diáspora y al tizne.
Yo contaba dos años, tan blanca la memoria
que no recuerdo nada, pero he visto mi barrio
en una exposición de arquitectura
que muestra las vanguardias y el enjambre moderno.
La vivienda social era una huida
de los asentamientos marginales.
Así, pensando en los más pobres
y en nuestra natural inclinación
al revoltijo y a la bronca,
nos construyó el franquismo un polígono
de casas protegidas, de refugios al margen,
como nidos aislados de hipoteca.
En medio de un solar sin jardineras,
ni césped verde inglés ni toboganes,
se edificó una urdimbre de bloques tan idénticos,
con sus cubiertas de teja a dos aguas,
como idénticas jaulas de tristeza
para pájaros torpes o vidas que no logran
alzarse, y a ras de asfalto se mueven
con sus muros de carga paralelos.
Viviendas solidarias, dijeron los ministros.
No dijeron más dignas que nosotros,
criaturas sin modales ni costumbre,
casi bestias del campo a la intemperie.
Porque un techo no basta. Porque no hay dignidad
ni en la pobreza ni en el hambre.
Teníamos un cielo lapislázuli,
igual que en las películas.
Y un corazón a dos aguas de cauce turbulento,
y un corazón a dos lavas de volcán siciliano,
y un corazón a dos sangres fluyendo por los días.
Teníamos un arte de realismo puro:
fachadas de ladrillo visto,
polvaredas del natural,
secuencias al estilo de Vittorio de Sica.
Y un corazón al revés, a dos aguas.
Pero con una sola muerte.
Clases sociales
Los pobres son príncipes que tienen que reconquistar su reino.
Agustín Díaz-Yanes:
Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto
Con seis años, mi padre trabajaba
de primavera a primavera.
De sol a sol cuidaba de animales.
El capataz lo ataba de una cuerda
para que no se perdiera en las zanjas,
en las ramas de olivo, en los arroyos,
en la escarcha invernal de los barrancos.
Ya cuando oscurecía, sin esfuerzo,
tiraba de él, lo regresaba níveo,
amoratado, con temblores
y ampollas en las manos,
y alguna enredadera de abandono
en las paredes quebradizas
de sus pulmones rosas
y su pequeño corazón.
En sus últimos años volvía a ser un niño:
se acordaba del frío proletario,
(porque era ya substancia de sus huesos),
del aroma de salvia, del primer cine mudo
y del pan con aceite que le daban al ángelus,
en la hora de las falsas proteínas.
Pero su señorito, que era bueno,
con sus botas de piel y sus guantes de lluvia,
una vez lo llevó, en coche de caballos,
al médico. Le falla la memoria
del viaje: lo sacaron del cortijo sin pulso,
tenía más de cuarenta de fiebre
y había estado a punto de morirse,
con seis años, mi padre, de aquella pulmonía.
Con seis años, mi padre.
Patria
Los trabajadores no tienen patria.
Mal se les puede quitar lo que no tienen.
C. Marx y F. Engels:
Manifiesto comunista
Compañera, centro de gravedad:
Porque no existe más patria que tu imagen animada,
imperturbable a la nieve, a las campanas doblando.
Mi patria es una cochera donde amontono tu cuerpo
y los lobos carroñeros de un pasado cazador,
la ciencia dentro de ti, el suavísimo plumaje
con que cubres tu epidermis, lo inmaterial, los objetos,
un llanto helado de tumbas, tú y yo juntos, y las cosas
necesarias de un hogar sin santos ni funerales.
Ni un país ni una nación ni el Universo en vorágine,
nada me ha pertenecido, nada fieramente mío,
de ningún dios ni de nadie. Todos rivales en celo,
todos timando a los otros, hambrientos depredadores
en la estepa bancaria y la bolsa de Wall Street.
Pero si alguien busca el fuego. Pero si alguien grita patria,
me indica siempre la ruta correcta, las cerraduras,
la diana del corazón, el núcleo celular
donde duermes y comienzas.
Eyectado de
mi sillón favorito
por una
sobredosis de realismo
exalto mi
condición de sobreviviente
de viejo,
aburrido, perimido, deprimido,
militante revolucionario
para
comprobar cuan poco queda
en mis
reservas de tinta
mientras sin
tregua sobreimprimen
imagen sobre
imagen / verdad sobre verdad /
ruido sobre
ruido sobre ruido
-
yo quiero
inscribir un balbuceo –
dice Tuco
asomado a su intemperie
-
hay
demasiado orden, demasiadas órdenes.
Se cuelga de
un cable eléctrico
pela colores
musicales entre líneas
habla de un
mundo erecto y ajeno
y a mi
estructura mental
se le
desguazan los andamios
rajan,
rajan, rajan … rajan las ideas
como
paquidermos por tirante
se cuelgan
de los trapecios
y después de
unos cuantos
saltos
normales
amanecen
entrampadas
contra el
techo
Los chicos
piensan.
Piensan
distinto.
Proponen
otras búsquedas.
Transitan
caminos sin salida.
Dan
vueltas. Avanzan,
retroceden.
Pierden el
tiempo, fracasan,
se
equivocan.
Los
veteranos también en el intento
chingamos
mas de tres … generaciones
asi que a
ver, ahora sin vueltas
¿Cómo se
siembra una igualdad
desesperada?
¿Cómo se
cambia
el
mundo de canal?
¿Cómo
barajar el sueño
y dar
de nuevo?
vivir ya,
hoy, según las convicciones
borrar la
inequidad del diario
de
mañana.
Néstor Ventaja
Continuamos con la
publicación de Palabra y Resistencia. 11
proyectos críticos en la poesía española
reciente. Un trabajo coordinado por Enrique
que reune la palabra de 11 poetas españoles
contemporáneos que miran “un tiempo herido –
el nuestro – con
claves diferentes
a las dominantes” estableciendo “a partir de
esas nuevas claves un auténtico combate
cultural”
Hoy presentamos la poesía de Daniel Bellón: .
PALABRA Y RESISTENCIA:
11 proyectos críticos
en la poesía española reciente
Enrique Falcón,
Nuestras escrituras no carecen de memoria: ni la literatura es una estructura inocente ni
en la actualidad existe posibilidad alguna de
poner en marcha una práctica emancipatoria
significativa si no es sobre la base de una
simultánea transformación cultural. Tarea de
transformación que exige, críticamente, por lo
menos dos cosas: la primera, aprender a mirar
de una forma nueva el espesor de un tiempo
herido –el nuestro– con claves diferentes a
las dominantes; la segunda, establecer a
partir de esas nuevas claves un auténtico
combate cultural, una confrontación de
legitimaciones. Nuestras escrituras no
carecen de memoria: sabemos que las
transformaciones políticas del mundo se
logran, retardan o fracasan, no a pulsos de
literatura, sino en gran medida gracias al
empeño de la acción social organizada.
— Enrique Falcón
Barrio del Cristo (Valencia, España),
Daniel Bellón
Daniel Bellón (Cádiz, 1963) vive en Canarias
desde 1978. Ha publicado los libros Bajo la
luz de una pantalla (Poesía Mínima,
Tenerife, 1983); Canción de almadía (Cuadernos insulares de poesía, Tenerife,
1984); Salir corriendo (La Calle de la
Costa, Tenerife, 1988); Tatuajes: selección
de poemas 1989-2001 (Baile del Sol,
Tenerife, 2002); Haikus para Tetsuo (La última canana de Pancho Villa, Oviedo, 2005); Lengua de signos (Ediciones Idea,
colección Atlántica, Tenerife, 2005); y
Tatuajes en otra tinta azul (Crecida,
Huelva, 2006)
Existen ediciones digitales de la mayor parte
de sus poemarios, accesibles a través de su
bitácora
«Islas
en la Red»
(www.islasenlared.net). Participa, además, en
diferentes proyectos de creación individual y
colectiva en la red.
Poemas suyos han sido recogidos en revistas
como
«La
Fábrica»,
«Caleta»,
«Lunas
Rojas»,
«Almacén»
o
«Tres
Mil» y en la antología Voces del Extremo: poesía
y canción (Fundación Juan Ramón Jiménez,
Moguer, 2004).
Elogio del
estable
Del que construyó la
casa
levantó los ladrillos
plantó la higuera
y crió los hijos
y se sentó a ver pasar
el viento
y vio a los ambulantes
venir e irse
y fabricó un acento
hablando de herramientas
y practicó una visión
alzándose en la orilla
y se las dejó todas a
los porvenir
que ven la casa y dicen
es mi casa
y ven la tierra y dicen
es mi sangre
y ven el mundo y dicen
es mi sangre esparcida
Estampas de la
guerra social I
(una vez entregada al
extranjero la orden de expulsión
a efectos
administrativos ésta se considera realizada
haya abandonado el país,
efectivamente, o no)
Estos negros que me
tropiezo camino del trabajo
no están son
sombras huidas mandadas mudar
no existen
alguna vez sí es cierto que estuvieron
pero les
expulsamos tenemos los papeles
simplemente no
son y no hay porqué pagar
a quien no es quien no es no come ni siente
el padecer de los días
pasando iguales todos
Es nada y la nada es
gratis mano de obra perfecta
Estampas de la
guerra social III:
lecciones de
economía política
Ana Palacio
Las bombas caen suben
las bolsas
El precio del petróleo
se decrementa
en función del
crecimiento del número
de muertos
La economía global
explicada con dos
simples curvas
Una elegante
representación gráfica
como sin duda apreciarán
Treinta y un años.
Hoy sé que la vida,
a la larga,
siempre gana,
ya sea de penal,
en off side
o sobre la hora.
Imaginemos un rato
lo
contrario,
todo a merced de la
muerte
y sus lacayos,
morirnos porque sí,
o por las
dudas,
sin historia,
sin justicia,
por justas causas,
sin
memoria...
Jamas podríamos amar,
soñar futuros,
agitar banderas,
procrear hijos,
sembrar jardines,
remontar
barriletes,
decir verdades,
sin que una culpa
nos marchite
sin piedad
las primaveras...
Ojalá NUNCA MAS
quede la vida
en manos criminales,
O si no,
aquí estaremos
siempre
volviendo
una y otra vez,
tantas como fuesen
necesarias,
hasta que como hoy,
la vida gane...
Solo así
podremos descansar,
volver a soñar,
imaginar,
pensar,
inventar nuevos
mañanas,
nuestras madres
podrán volver
a casa,
a pensar solo en la
cena
y nuestro pueblo
podrá volver a
meter
las patas en la
fuente
y
escribir libremente
sus treinta mil
historias
en las paredes...
Flavio Gimenez.
Gentileza de nuestro amigo Enrique Falcón comenzamos
hoy con la publicación de Palabra y
Resistencia. 11 proyectos críticos en la poesía
española reciente. Un trabajo coordinado por Enrique que
reune la palabra de 11 poetas españoles contemporáneos
que miran “un tiempo herido – el nuestro – con
claves diferentes a las
dominantes” estableciendo “a partir de esas nuevas
claves un auténtico combate cultural”
Hoy presentamos la introducción de Quique Falcón y al
primero de estos poetas con el cual también hemos sabido
compartir distintas búsquedas: Jorge Riechmann.
PALABRA Y RESISTENCIA:
11 proyectos críticos
en la poesía española reciente
Enrique Falcón, coordinador
introducción
Los escritores y los artistas podrían desempeñar, en
la nueva división del trabajo político –o, para ser más
exactos, en la nueva manera de hacer política que hay
que inventar–, un papel absolutamente insustituible:
otorgar fuerza simbólica, a través del arte, a las ideas
y los análisis críticos, y dar una forma sensible a las
consecuencias invisibles de las medidas políticas
inspiradas en las filosofías neoliberales.
(Pierre Bourdieu)
El poeta es un cultivador de grietas: fractura la
realidad aparente, o espera que se agriete, para captar
lo que está más allá del simulacro.
(Roberto Juarroz)
Nuestras escrituras no carecen de memoria: ni la literatura es una estructura inocente ni en la
actualidad existe posibilidad alguna de poner en marcha
una práctica emancipatoria significativa si no es sobre
la base de una simultánea transformación cultural. Tarea
de transformación que exige, críticamente, por lo menos
dos cosas: la primera, aprender a mirar de una forma
nueva el espesor de un tiempo herido –el nuestro– con
claves diferentes a las dominantes; la segunda,
establecer a partir de esas nuevas claves un auténtico
combate cultural, una confrontación de legitimaciones. Nuestras escrituras no carecen de memoria: sabemos que las transformaciones políticas del mundo se
logran, retardan o fracasan, no a pulsos de literatura,
sino en gran medida gracias al empeño de la acción
social organizada.
Hace seis años el crítico literario Manuel Rico advertía
en el libro Pasar la página: poetas para el nuevo
milenio
[1] que la poesía española de las tres
últimas décadas había carecido de una dimensión
comprometida con la modificación de un mundo
radicalmente injusto, hasta tal punto que –si dentro de
un siglo– un lector intentara buscar en la poesía
española el lugar de la tragedia humana, los desmanes de
la historia, los falseamientos de la realidad que
establecen los poderes dominantes, el horror y la
esperanza frente a un cambio de siglo lleno de amenazas
colectivas, no lo tendría nada fácil. Sin embargo
–continúa diciendo Rico– ese peligro estarían
conjurándolo hoy un conjunto de poetas que, no
complacientes con la realidad, están hondamente
comprometidos con su tiempo.
De once de estos poetas se ocupa la presente panorámica,
de la cual existe una versión muchísimo más extensa
recientemente publicada como libro-antología en España (Once
poetas críticos en la poesía española reciente;
Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2007: consúltese
http://once.blogsome.com/).
En un amplio número monográfico de la revista «Ínsula»
bajo el título de “Los compromisos de la poesía
española”, Araceli Iravedra escribía poco después
[2]: «En
el panorama de los últimos años de la poesía española
han ido ganando presencia una serie de prácticas
estéticas que no se conciben a sí mismas de otro modo
que como un posicionamiento moral ante la realidad. Ha
podido detectarse en determinados ámbitos una
reivindicación de la radical utilidad de la poesía,
cuando menos en tanto instrumento ideológico que
conforma nuestro inconsciente y es en consecuencia
susceptible de transformarlo. Incluso, se vienen dejando
ver de un tiempo a esta parte algunos autores que crean
una poesía resistente de cuño radicalmente político,
aunque establezcan distancias notorias con las viejas
realizaciones de los años 50 y 60».
En
una aproximación a lo que últimamente se ha calificado
como “poesía de la conciencia crítica”, “escritura del
conflicto”, “nueva poesía social”, “literatura
activista” o “poesía en resistencia” (importan menos
ahora los calificativos estrictos que propone el
etiquetado literario y más las visiones de mundo que
parecen insinuar), esta muestra propone presentar
algunos de los textos más significativos que durante
estos años han marcado en España esta búsqueda –este
tanteo contestatario– por una literatura de voluntad
crítica y pulso resistente en tiempos sin embargo como
los nuestros, de macdonalizada pacificación e innegable
injusticia social.
Creemos que, en todo caso, estos Once poetas (todos
ellos nacidos en España en los años 60 ó 70) son lo
suficientemente significativos como para dar cuenta de
diversos proyectos de escritura resistente y su
selección responde igualmente a la necesidad de mostrar
una tensión fundamental que se ofrece en sus obras: la
que anuda (eso sí: gradualmente y sin marcar excesivas
separaciones) un latido crítico de pretendida ruptura y
transgresión del lenguaje y otro tipo de retóricas
pretendidamente más transparentes donde una noción plana
de “realismo” podría sin embargo resultar agujereada en
más de algún aspecto. Si bien existe una apreciable
complicidad compartida (y que desborda en los Once el
mero ámbito literario para alcanzar prácticas vitales de
compromiso personal y organizado), los registros aquí experimentados –el lector habrá de descubrirlos– son plurales y se mueven del objetivismo
documental a la deriva libertaria, de la poesía de la
conciencia al torrencialismo irracional, del vitalismo
en resistencia a la reflexión distanciada, del
vanguardismo crítico al realismo más contundente, del
relato narrativo al discurso atomizado, de la historia
de la memoria al ejercicio de la ironía, del impulso
visionario a las prácticas saludables de la lucidez, y
–en fin– de las tácticas disidentes de la sugestión a
las estrategias materialistas del extrañamiento. De
ninguna de estas opciones, sin embargo, cabría deducir
que “lo personal” y “lo político” pudieran constituirse
como esferas separadas, por mucho que el discurso
neoliberal imponga falsamente en nuestro tiempo una
brutal separación entre lo público y lo privado.
Lejos de resoluciones meramente panfletarias y de
escrituras literarias ideológicamente tranquilizantes,
el criterio de fecundidad de un arte comprometido –lo
advertía Arnold Hauser[3]–
no estriba en la solución de crisis y conflictos, sino
en combatir críticamente la ilusión de que, bajo
el signo de la catástrofe, todavía se sigue viviendo en
un mundo sin peligro alguno. Todo poema conlleva, así, una postura de lenguaje
y un determinado gesto en el mundo, y los que
aquí se recogen lo miran con las lenguas del cariño y de
la ira, de la protesta y del compromiso, de la denuncia
y de la esperanza. Las páginas de la presente panorámica
caminan, por lo tanto, por algunos de esos poemas que
–enfrentándose a la realidad del tiempo que hubo de
herirles– no quieren doblar las rodillas ni ante la
resignación de la injusticia ni ante el derribo de
nuestra esperanza.
— Enrique Falcón
Barrio del Cristo (Valencia, España), 2007
Jorge Riechmann
Jorge Riechmann (Madrid, 1962) es poeta, traductor
literario, ensayista y profesor titular de filosofía
moral en la Universidad de Barcelona. Actualmente
trabaja como investigador sobre cuestiones
ecológico-sociales en el Instituto Sindical de Trabajo,
Ambiente y Salud (ISTAS) de Comisiones Obreras. Es
presidente de Científicos por el Medio Ambiente (CiMA),
socio de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE),
miembro del Consejo de Greenpeace España y afiliado a
Ecologistas en Acción. Ha traducido extensamente a
poetas como René Char y a dramaturgos como Heiner Müller.
Entre sus últimas obras publicadas destacan los ensayos
de tema ecológico: Necesitar, desear, vivir. Sobre
necesidades, desarrollo humano, crecimiento económico y
sustentabilidad (Los Libros de la Catarata, Madrid,
1998); Cuidar la T(t)ierra (Icaria, Barcelona,
2003); Transgénicos: el haz y el envés (Los
Libros de la Catarata, Madrid, 2004) y Biomímesis (Los Libros de la Catarata, Madrid, 2006); la traducción
de Indagación de la base y de la cima de René
Char (Árdora, Madrid, 1999), por la que obtuvo el premio
de traducción Stendhal 2000, o la más reciente Poesía
esencial de René Char (Galaxia Gutemberg/Círculo de
Lectores, Barcelona, 2005); los volúmenes de reflexión
sobre poética Canciones allende lo humano (Hiperión,
Madrid, 1998), Una morada en el aire (Libros del
Viejo Topo, Barcelona, 2003) y Resistencia de
materiales (Montesinos, Barcelona, 2006); así como
los poemarios El día que dejé de leer EL PAÍS (Hiperión,
Madrid, 1997), Muro con inscripciones (DVD,
Barcelona, 2000), Desandar lo andado (Hiperión,
Madrid, 2001), Poema de uno que pasa (Fundación
Jorge Guillén, Valladolid, 2003), Un zumbido cercano
(Calambur, Madrid, 2003), Anciano ya y nonato todavía
(Baile del Sol, Tegueste, 2004) y Ahí te quiero ver
(Icaria, Barcelona, 2005).
En los últimos años, ha ido formulando la vertiente
ética de su filosofía ecosocialista en una "trilogía de
la autocontención" que componen los volúmenes Un
mundo vulnerable, Todos los animales somos
hermanos y Gente que no quiere viajar a Marte
(reunidos en la editorial Los Libros de la Catarata).
ENTONCES, QUIZÁ
Alimentar una senda
con nuestros pasos
alzar
un pequeño toldo
para salvarnos del ruido
desdoblar debajo
espacio alerta
afeitarle al autoengaño
el rabo
limpiarle levemente los zapatos
a la atención
y entonces
quizá entonces
poesía
LEYENDO EL POEMA DE PETER WEISS
SOBRE EL GOLPE DE ESTADO EN CHILE
Y LA MUERTE DE PABLO NERUDA
Como niños que en voz alta hablan a solas de noche
para convencerse de que en realidad no están solos,
y encienden una luz porque no hay nadie en la casa,
nos decimos: el fascismo
va a acabar pronto. El imperialismo
es pasajero
SUPERSTICIONES
Que los asesinatos en directo
son peores que los asesinatos en diferido
Que los asesinatos masivos
son menos elegantes que los asesinatos de uno en uno
Que los teleasesinatos
dejan más entera la conciencia que los asesinatos
presenciales
Que los asesinatos artesanales
son menos limpios que los asesinatos vía satélite
Que mis asesinatos
son disculpables en comparación con tus asesinatos
Fuentealba, Fuenteovejuna, ante la
impunidad, Todos a una.
Por Rafael Amor.
Fuentealba,
Fuenteovejuna,
ante la impunidad
Todos a una.
Con la muerte en la nuca cayó el maestro,
armado hasta los dientes de abecedario,
de razones de pobre siempre olvidado,
armado de esperanzas para ir luchando.
Con su filo de escarcha y por la espalda,
un puñal traicionero de sombra helada,
paralizó el latido de Fuentealba.
Con nombres y apellidos la muerte mata.
Por las calles que el pueblo vuelve más anchas,
corre a mares la sangre de los que marchan,
pero crecen las voces dura y airadas
y avanzan a pie firme
con Teresa Rodríguez y Fuentealba.
Rafael Amor
7 de abril del 2007
en medio de la ruta 22
a Carlos Fuentealba
fusilado por la policía
una columna de gente avanza por la ruta 22
son cientos, miles y se siguen sumando
van cantando, lanzando consignas al viento
de a ratos bailan y ríen
ríen como si el cansancio fuera una bendición
son maestros, profesores, alfabetizadores, alumnos
que van en pos de un mundo mejor
un mundo de hijos y padres con ansias de sabiduría
para crear un mundo nuevo de hombres libres.
esos maestros reclaman pan y libros
esos alumnos reclaman palabras y sueños
maestros y alumnos aprietan una tiza en la mano
y el cielo del desierto del sur
es un inmenso pizarrón de esperanzas aladas.
entonces aparecen los esclavos del poder
con esos uniformes manchados de inagotable sangre
desde hace mucho tiempo, desde hacen tantas muertes
y la orden del poder es: REPRIMIR
"repriman a esos hombres y mujeres
que muestran una luz en medio de la oscuridad,
y elijan a uno para escarmentarlos,
a uno que enseña en un barrio tomado por la necesidad
en una villa con hambre de conocimiento y sed de justicia,
elijan a uno y FUCÍLENLO por la espalda
a un metro de distancia
apúntenle directamente a la cabeza
destrocen esa cabeza que piensa y enseña
ahí adentro se esconde el mayor de los peligros
ahí adentro se esconde LA LIBERTAD."
/aldo luis novelli – poeta y laburante
/neuquén – patagonia - argentina
FUENTEALBA "
Detràs de cada compañero caìdo en la lucha
se encienden tantos otros recogiendo su bandera,
que van sembrando su marcha duradera
hacia un horizonte ya sin opresiòn, ya sin bruma.
En cada compañero asesinado por el Poder
salta a la luz la naturaleza de este sistema;
que al pobre encarcela, que al docente reprime y mata
y que al trabajador no da màs, que las sobras de su
banquete.
Detràs de cada bala asesina, jalan el gatillo
los elegidos por el pueblo, equivocadamente;
detràs de cada policìa oprime el gatillo
el mismo Estado que hambrea, explota y causa martirio.
En cada compañero caìdo , se refleja nuestra lucha
que va sembrando su marcha firme y duradera,
hacia un horizonte ya sin opresiòn, con Libertad
como fuente que brota del alba, asì, con Dignidad.
Martìn Huemultèn
COLABORACIONES RECIBIDAS:
24 DE MARZO
Una muchacha en el subte.
Dieciséis años apenas.
Tiene un papel entre las
manos y lo alisa.
Como si fuera la carta de un
amigo
o de un padre lejano.
No lo deja caer.
Quizás nunca se caiga ese
papel,
y ella lo lleve sobre sus
grandes días,
mientras hace el amor o
junta flores,
mientras le nace un niño,
que a lo mejor, tal vez,
llegue con un papel entre
las manos.
Una muchacha en el subte.
Un rostro en el papel.
Y unas pocas palabras.
¡Rodolfo Walsh,
Presente!
Claudio Dapice
la buena
memoria
sabe cuanto
hay que saber
pudo
salvarse
del
universal estrago
princesa de
la sangre
entregada a
todos sus diablos
a intervalos
regulares
recorre
todavía
las esquinas
que cruzo
la ciudad
misma
el rostro de
mi padre
la luna más redonda
reconoce
el vino la
sal
antiguos
sitios de frescura
con espeso
desaliento
los
fantasmas
cuyas
sombras
atormentan
Susana Santamarina
La vimos hermosa, distinta.
Tenía una musculosa roja y un pantalón de jogging negro. Y zapatillas.
Llevaba una bincha negra en la cabeza y atrás el pelo recogido. Estaba
con un grupo de quince o veinte personas, todos tocando un tambor. El
de ella era un tamborcito pequeño, artesanal, precioso. Lo llevaba
colgado de la cintura, con una tira de bolso. Tocaba muy concentrada,
mirando al que parecía dirigirlos a todos con una especie de cencerro
y un palito. Estaba tan atenta a las indicaciones del rubio director,
que en ningún momento se percató de nuestra presencia, unos metros más
atrás. De repente vimos cómo detrás de ella se acercó un pibe, morocho
y flaquito, que tenía una cámara de video en la mano. Ella lo vio sólo
cuando él le toco el hombro, suave, y la recibió con una sonrisa
enorme. En la cara de ella el mundo pareció detenerse de golpe. Toda
la concentración, el tambor, el director, los compañeros de danza y
compás, la gente alrededor marchando... Todo, absolutamente todo, se
detuvo en sus ojos cuando se dio vuelta y vio al muchacho que le había
tocado el hombro. No reaccionaba. Él parecía hablarle, aunque no lo
veíamos bien, porque estaba de espaldas a nosotros. Ella, en cambio,
estaba de frente a nosotros, pero era imposible que nos viera. También
nosotros habíamos desaparecido en el huracán ése que pasó por su
cabeza, por su alma, por su corazón. Él parecía hablarle y sonreírle,
porque la primera reacción de ella, después de un lapso de tiempo que
pareció durar siglos, fue sonreír de una manera que jamás le habíamos
visto, sonreír con toda la cara, con todo el cuerpo. Hasta con las
manos sonrió, y después lo abrazó fuerte, como si fuera la última vez
que lo viera. Quién sabe, a lo mejor ella pensaría que era la última
vez. O tal vez lo abrazó como si lo viera después de mucho tiempo, y
como si en ese mucho tiempo ella hubiera pensado que él estaba lejos o
muerto o que ya no lo vería nunca más. Sí, lo abrazó como se abraza a
alguien a quien uno creyó que ya no iba a volver a ver. Así. Y cuando
lo abrazó, y él a ella, con una fuerza de viento que levanta árboles,
con unas ganas de retenerse mutuamente allí para siempre, vimos cómo
le corrían las lágrimas a chorros por las mejillas. Vimos su corazón
desnudo, y nos sentimos intimidados. Sentimos que estábamos
invadiéndola, porque vimos algo que suponíamos que ella jamás hubiera
querido mostrarnos. Sentimos todo el amor que había entre ellos. Y el
dolor de ella. Sentimos con ella cómo se le escurría ese amor por los
dedos, porque él no se iba a quedar, y ella ya lo sabía. Después vimos
un beso rápido de él, que se lo soltó sobre los labios como una flor.
Se lo apoyó como un adiós en la boca para distraerla, para irse sin
causarle todavía más dolor. Para no llevarse tanto él, porque era
demasiado todo eso que ella le daba. Vimos todo lo demasiado que era
eso para él. Y después él yéndose por donde había llegado, viniendo
hacia nosotros, pero con la cara vuelta hacia ella, y ella de frente,
con el tambor colgando, y la cabeza mirando hacia atrás, siguiéndolo
hasta perderlo de vista, con la cara bañada, con los ojos enormes y la
boca semiabierta, como un pimpollo que se acaba de acordar de
florecer. Y después él, ya sin mirarla, ya de frente a nosotros,
siguiendo el rumbo de sus pies, y sus ojos grandísimos nadando en
aguas, y su cara de congoja y de dolor y de un amor tal vez demasiado
grande. Y ella sin dejar de mirarlo, con el llanto asomado a todos los
poros de la piel, y un brazo amigo tomándola desde un costado,
volviéndola en sí, volviéndola al ritmo del tambor, a la marcha.
Amalia Van Aken
PARA ALGUIEN
Para
alguien que piensa
escribo
esta lumbre de versos
para
alguien que sueña
suelto esta
bandada de pàjaros.
Para
alguien que todavìa espera
los gritos
libertarios
la inercia
fecunda
de los que
avanzan por el mundo.
Yo no soy
el desertor
a la hora
de los derumbes
de este
tiempo que nos sumerge
en las
tinieblas espesas
desde donde
saldremos
con el
polvo de las banderas
y el fuego
de la vida.
Carlos Splausky
Un poco
Viné y
escribí un poco
Como estaba
solo, y cuando uno esta solo tiende a buscar compañía
Escribí otro
poco
Me fui
(pensé un
poco...)
Cuando volví
escribí otro poco y otro poco y otro poco
Otro poco y
otro poco y otro poco y otro poco
Ya eran
varios pero siempre se me ocurría otro poco más,
Sobre todo
cuando leía.
Entonces fui
agregando, poco a poco, otro poco más y otro poco más
y otro poco más y otro poco más y otro poco más.
Cuando me di
cuenta, me di cuenta de que esos pocos formaban algo
más
Me preguntaba
si ellos se habrían dado cuenta
Pero cuando
los veía así, formados de a poco a poco
Vi que eran
como nosotros, y que cualquiera de nosotros
También se
sentía un poco aislado
Jerónimo Alberto
ESTOS POETAS, QUE PEDAZO DE POETAS
Atalaya
Una religión que te dice que sólo hay que mirar hacia arriba
y que en la vida terrenal todo es bajeza y ruindad
que no debe ser mirado con atención
es la mejor garantía para que tropieces a cada paso
y te rompas los dientes y el alma
contra las piedras rotundamente terrenales.
Roque Dalton
NOTA SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE
LAS MASAS
Alguna gente es joven y nada más
alguna gente es vieja y nada más.
Y alguna gente está en el medio
sólo en el medio.
Y si las moscas usaran ropa
y todos los edificios ardieran en fuego dorado,
si el cielo se sacudiera como en la danza del vientre
y todas las bombas atómicas empezaran a gritar,
alguna gente sería joven y nada más
y alguna gente sería vieja y nada más
y el resto sería lo mismo, el resto sería lo mismo.
Los pocos diferentes
son eliminados bastante rápido
por la policía, por sus madres, sus
hermanos, y otros
por sí mismos.
Lo que queda es lo que ves
es duro.-
CHARLES BUKOWSKI
"si
mi poesía no sirve para cambiar la sociedad
no sirve para nada"
Uno mas uno
humanidad
III
el
hijo del poeta surrealista
remontó
clandestinamente un barrilete
viendo
a un albañil leer a kant en el tranvía
y
cuando vi que el padre del ministro se transformaba
en iguana
recuerdo
que se organizó un campeonato de ajedrez en
una villa miseria
así
empezaron las cosas
fue
cuando las gallinas todavía empollaban huevos
ahora
a
los almaceneros se les ocurrió estudiar taquigrafía y
bailes clásicos
no
creo que aguantemos mucho tiempo.
Roberto
Jorge Santoro fue secuestrado
por elementos del terrorismo de Estado el 1° de junio de 1977,
quienes se lo llevaron ilegalmente de su lugar de trabajo: la
Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25. Hasta hoy se
encuentra desaparecido. Una plaza de Buenos Aires, en Avenida
Forest y Teodoro García, lleva su nombre.
DECLARACIÓN
JURADA
No es solamente la luna ni el rocío ni la luz
celeste de los pájaros, puede también ser una alpargata vieja,
toda agujereada, toda casi muerta después de andar fábricas,
andamios o duros y calientes caminos de noviembre. No, no
necesariamente todo lo poético debe ser bello.
Yo he visto horribles chicos grises como la tierra comiendo
tierra, yo los he visto ahí, con sus andrajos y su mugre,
reptando, y los he tocado, acariciando su piel y convertido en ángeles,
en mariposas, en viento de septiembre. Porque todo antes de ser
poesía debe pasar por mi corazón, darlo vuelta con el grito para
arriba, colocarlo para el alba, cara al cielo. Todo debe pasar por
mi sangre, por mis huesos, por mi respiración, por el corazón de
mi sangre.
Pues yo soy un poeta no un hacedor de versos bonitos. Yo soy un
poeta que ama a los que no tienen amor ni pan, a los que se van
sin haber llegado, a los que a veces sonríen, a los que a veces
sueñan, a los que a veces les crece un fusil en las manos y salen
a morir por la vida.
En suma: yo he sido, soy y seré un poeta revolucionario.
Sobre mi tumba verán florecer un puño.
Dardo
Dorronzoro
“Dentro
de Dardo había un universo construido día tras día, año tras
año, un universo alimentado y enriquecido con la magia de la
fantasía que le hacía soñar con un mundo en donde no hubiera
miseria, ni chicos tristes, ni hombres cazadores de hombres”
(Por Nelly Adela de Dorronzoro).y
Padre,
decidme qué
le han hecho al río
que ya no canta.
Resbala como un barbo
muerto bajo un palmo
de espuma blanca.
Padre, que
el río ya no es el río.
Padre, antes de que llegue el verano
esconded todo lo que esté vivo.
Padre,
decidme qué
le han hecho al bosque
que ya no hay árboles.
En invierno no tendremos fuego
ni en verano sitio donde resguardarnos.
Padre, que
el bosque ya no es el bosque.
Padre, antes de que oscurezca
llenad de vida la despensa.
Sin leña y
sin peces, padre
tendremos que quemar la barca,
labrar el trigo entre las ruinas, padre,
y cerrar con tres cerrojos la casa
y decía usted...
Padre, si no
hay pinos
no habrá piñones,
ni gusanos, ni pájaros.
Padre, donde
no hay flores
no se dan las abejas,
ni la cera, ni la miel.
Padre, que
el campo ya no es el campo.
Padre, mañana del cielo lloverá sangre.
El viento lo canta llorando.
Padre, ya
están aquí...
Monstruos de carne
con gusanos de hierro.
Padre, no,
no tengáis miedo,
y decid que no,
que yo os espero.
Padre, que
están matando la tierra.
Padre, dejad de llorar
que nos han declarado la guerra.
Joan
Manuel Serrat
el sonido
de la luz en una hora muerta,
el color
del tiempo en un muro abandonado.
En mi
mirada lo he perdido todo.
Es tan
lejos pedir. Tan cerca saber que no hay.
algunos nuestros y también de otros
No
quisieron
(Música
original: Rolando de Marco
Letra:
Rubén Garrido)
No
quisieron lavarse;
no
quisieron callarse;
nos
tomaron los cuerpos
y
así vuelven de entre los muertos.
No
pudimos taparlos,
ni
en cajones dejarlos;
ya
no había lugares
para
esconder suciedades.
Traen
perfume de tiempo
como
su testamento
van
mostrando su antojo
buscan
la ausencia de nuestros ojos.
Sienten
nuestro abandono
esa
mueca sin tono
vienen
desde horas viejas
roca
y galope en la queja.
Una
llama en el hielo
como
agua en desierto
son
una voz de aliento
mano
abierta, convencimiento.
Son
desgarro y deseo
son
dolores de invierno
pedacitos
de cielo
adjetivos
del misterio.
Y
salieron de improviso a la ciudad
flores
grises, despintadas, sin edad.
Son
los hijos que criamos, ahí están
sin
abrigo, sin caricias y sin pan.
Ellos
vuelven.
Cansados,
gastados
pero
ellos vuelven.
Confiados,
probados,
así
ellos vuelven
Caminan
la historia
y
siempre vuelven.
Siempre
vuelven.
Pitan
colillas en la parada
los
apurados encienden tiran
el
cigarrillo por la mitad
pitan
colillas en la parada
fuman
el humo de los demás.
¿Cómo
se sale joven de un mundo viejo?
¿Cómo
se aprende un tiempo que aún no llegó?
¿Cómo
se rompe el molde de esta milonga?
¿Cómo
se escribe un día de rebelión?
El
tren los lleva gratis de a ratos
consiguen
ropa del roperito
y
en los galpones van a morfar
El
tren los lleva gratis de a ratos
juntan
las voces para gritar.
¿Cómo
se rompe el molde de esta milonga?
¿Cómo
se escribe un día de rebelión?
¿Cómo
tener hermano una esperanza?
¿Cómo
de pronto un hombre nace
canción?
En
el abrazo del compañero
todos
los sueños están presentes
otro
futuro es realidad.
En
el abrazo por siempre es joven
dice
Darío quien va a luchar.
Néstor
Ventaja
PREGON
DEL 26
(Texto de
barricada para ser empuñado en cualquier piquete en cualquier
ruta en cualquier marcha)
El
puente es nuestro
I
Venimos
esta noche
armados /retumbe de palos/
de música, canciones, de palabras,
enarbolando las banderas
de la libertad y el sueño
el teatro y la poesía.
Como
pregoneros de la memoria,
como militantes de la justicia
artistas el cambio social.
Como
protagonistas de la historia
¡de nuestra historia!
venimos a decir quienes somos
que pasó en el Puente Pueyrredón
en la Avenida Pavón
en la estación Avellaneda.
¿Qué
pasó otra vez País
cada vez que el pueblo
se pone de pie
y los dueños de todo
desatan el odio?
Venimos
esta noche
a decir que estamos vivos,
que Darío y Maxi
alumbran futuro en nuestros ojos
porque su abrazo de luz
/rodilla en tierra, mano extendida/
contra toda soledad, contra toda muerte
contiene el amor
y la solidaridad necesarios
para construir un mundo nuevo.
II
26
de junio de 2002
La historia se acelera.
caen los presidentes y crece
el hambre, la miseria, la organización popular.
26
de junio de 2002
Los accesos a la deforme
cabeza de la nación
están sitiados.
- Si cortan el puente va a ser una guerra –
Anticiparon con siniestra claridad
ministros surgidos de un revoleo de manos,
un manotón de ahogado
de la clase en el poder
para sostener el sistema.
- Los pobres estamos obligados a elegir
entre una muerte silenciosa
y luchar por su dignidad.-
26
de junio de 2002
Somos miles y miles.
Las columnas desbordan
el suburbio profundo.
EL
PUENTE ES NUESTRO!!!
(las
mayúsculas revelan
la potencia
desgarradora del grito
que de inmediato
se hace canto, repique,
estribillo en las voces)
Avenida
Injusticia
III
La
avenida recibe el paso, el inquietante peso
de la multitud en ardida retirada
(un
audio radial mezcla insultos
carreras desesperadas, alaridos
junto al hosco roncar de los gatillos)
la
represión se convierte
en desigual combate.
De un lado los pueblos
rebeldes del sur,
con sus doñas, sus viejos,
sus chicos, sus mates,
sus ollas, sus palos.
Del
otro las policías
provincial y federal,
prefectura y gendarmería,
actuando como ejércitos de ocupación
en un país enemigo.
IV
-
Hay que caminar al paso del mas lento –
dicen en la asamblea
pero las fuerzas de seguridad
¿Seguridad?
convidan palos, gases, balas.
Entonces
los pibes, los desheredados y gloriosos pibes
tienen que aguantar la primera carga
a pura pedrada, poniendo el pecho.
¿Habrá
madres de gendarmes entre la multitud?
¿El padre o el hermano de algún prefecto?
¿Sobrinos, primos, tíos,
hijos o nietos de los policías?
V
La
fuerza invasora,
irrespetando cada derecho,
a diez, quince, veinte
cuadras del puente tira
contra todo lo que se mueve,
contra todo lo que tenga
perfume a pobre.
Postas
rojas en las itakas.
Postas rojas y una bala de plomo
en el pecho de Maxi
perdigones en las piernas de Aurora
en la espalda de Sebastián
en la pantorrilla de Marcial
en el cuero cabelludo de Mariano
VI
¿No
responden
acaso a un plan?
¿Actúan espontáneamente?
¿No se comunica
el asesino Franchotti con la SIDE,
servicio de inteligencia dependiente
en forma directa
de la Presidencia de la Nación
en la propia Avenida
entre tiro y tiro?
Entonces
porqué el juicio
por los asesinatos de Darío y Maxi,
por la masacre de Avellaneda,
abarca apenas a dos
imputados por homicidio
y a seis por encubrimiento?
¿Dónde
están los que concibieron,
planificaron y ordenaron
el operativo conjunto?
¿Cómo se los desatornilla
de sus sillones oficiales?
¿CON
QUE JUSTICIA?
Estación
Darío y Maxi
(ex Avellaneda)
VII
Acá
se caen
todas las mentiras!
Hasta aca llegamos con la farsa!
Que fue una pelea entre piqueteros!
Que se mataron entre ellos!
Que había un complot contra la democracia!
democracia ...
¿Podían
no saber
que estaban mintiendo descaradamente?
Duhalde, Sola, Alvarez.
¿Podían?
¿Pueden?
VIII
Por
una vez entre tantas
y tantas en la historia
cientos de fotos, filmaciones, testimonios
fueron capaces de desvestir
la versión oficial.
Los
enfrentamientos, los suicidios,
los
intentos de fuga,
y tantas otras falacias
quedaron a la vista como lo que son
simples asesinatos, groseros fusilamientos,
zarpazos desgarradores
con los que el poder se rasca la espalda.
Flor
MTD Lanús
IX
En
esta estación
rebautizada por el pueblo.
En
esta estación
la policía de Duhalde
ejecutó la orden de frenar
la protesta social a cualquier costo.
En
esta estación postas de plomo
tiñieron de sangre una bandera
y sin saberlo dibujaron
por siempre y para siempre
a cielo abierto
la mirada esperanzada
y soñadora de Maxi
la risa triunfante de Dario.
Néstor
Ventaja
Poema
a los vientos: Darío Santillán
¿Con
qué lenguaje, con qué voz,
con qué nuevas palabras decir en este día,
en este pan sin plenilunio, he muerto?
¿Cómo
contar que yo tenía
amigos, hembras y mañanas,
pies que marchaban junto a todos,
niños que nunca crecerían?
Aquí caí,
aquí estuvo mi sangre,
éste soy yo,
no tengo nombre ahora,
mis manos son las manos que arrojaron las piedras,
pequeñas, victoriosas, necesarias, urgentes.
Aquí caí,
aquí el ángel kosteki me encendió la mirada,
me dijo vamos, oigo
antiguas voces que nos llaman ahora.
No es tiempo de morirse compañero,
aún hay mucho,
pero mucho,
muchísimo que hacer.
CLAUDIO
D'APICE
HOMENAJE
Camino
por la estación
la
recorro palmo a palmo
el
viento guarda
tu
voz en cada rincón
¡
PAREN PAREN!
al
lado de un compañero
tu
cuerpo cae
callaron
tu grito
¿callaron
tu grito, Darìo?
“ni
muerto me detendrán”
No
hay bala, ni mentira que calle
el
grito de aquella tarde.
No
me hace falta buscarte
estàs,
en cada rincón
te
veo, con esa mano grande
¡PAREN
PAREN!
al
lado de todo un pueblo
“ni
muerto me detendrán”
¡Darìo
Santillán Presente!
es nuestro grito Compañero.
Rosana
Corre
una serpiente de gotas salinas
desde
la cuenca hasta el abismo
precipitado
de mis ojos.
Nadie
espera
tras
tu puerta
el
silencio reina
sólo,
casi, apenas,
en
apariencia.
Retumba
un eco de tu voz
en
tantas voces
y
sos mañana
hoy
en cada acto.
|
Néstor
Ventaja
Porque
duró lo que dura un crimen
(ese
lujo de un egoísmo terrible)
con
la fe de un puño apretado
Lugar de vigilia
Soy de acá, que no sé si es abajo, no sé si es arriba.
rescatando soles que nos robaran.
De esta vereda de un mundo partido,
donde el aire suspira voces de canto y grito,
música en vientos aromados del ácido
y dulce del sudor de
las flores.
Soy de acá, de este lado, usted me entiende.
Amado territorio de difusa geografía sin mapas,
de inviolables fronteras éticas,
demarcadas por ríos de trabajo y música,
memorias de sangre y paciencia.
(Reinventando brújulas,
confluyen sures diversos en un mismo norte)
Soy de acá,
del lado de afuera de un mundo ajenado,
del margen de adentro de la vida misma;
De esta orilla donde navegan sueños proletarios,
escoltados por peces rojos, ¡tan rojos!
(como el amor, el orgullo y el coraje).
De acá,
que no sé si es abajo de una tierra
que horadaremos a puñetazos volcánicos,
ernesteados de nosotros mismos.
Y no sé si es arriba de un cielo que,
tal vez con las alas rasgadas,
un día lluvioso de risas, tomaremos por asalto.
Sueños en vigilia.
Esteliano Orgen
el
preguntón descolocado
a L. Lamborghini
el tipo preguntó por los pájaros desposeídos
por las patas de los pájaros
que se lavan en la fuente.
preguntó por los pájaros hambrientos
por el pico de esos pájaros
gritando 'no pasarán' en esta nación piquetera.
por los pájaros poéticos
por la lengua de esos pájaros
escribiendo papeles sin fe ni sudor.
el tipo preguntó por los pájaros
por el vuelo de esos pájaros
pichones que se embolsan la cara
para escuchar la voz de Dios.
preguntó por los pájaros
por los ojos de esos pájaros
al ver la íntima luz de una niña
vejada por el patrón.
por los pájaros
por las alas de esos pájaros
cuando sangra el ano de un niño
violado por la respetuosa santidad.
el tipo preguntó por los pájaros
y se fue volando.
Aldo
Novelli
oscurantismo
hubo un tiempo
en que los pájaros dejaron de volar.
fue un tiempo feroz.
algunos iniciaron una guerra sucia
otros se amaron por última vez.
en esos días aciagos
escribí furioso
el primer poema
para el resto del mundo.
Aldo
Novelli
Fierros
Una
piel provoca el choque del universo
consigo
mismo. Hasta donde da
el
universo del deseo, más grande
que
el universo. Pero yo,
viendo
la piel que continúa
a
mi hijo, todo lo que se diga, pienso,
es
humo y no hay hoguera. Hay
lo
que ardió en un instante, hay
agujeros
con fierros que
tienen
mirada de pájaro.
Juan
Gelman
El
juego en que andamos
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Juan
Gelman
Fugas
La
velocidad de la palabra no es
la
velocidad de la sangre y no sé
quién
traiciona a quién. ¿Cómo
se
encima el horizonte
a
la palabra cuándo, a su
cortejo
de esperas que todo cambiarán?
La
noche cae y se consuela,
pero
caer no es un consuelo para mí.
Estoy
parado en el espanto
mientras
cantan los rostros del día y
no
sé quién miente, ellos o yo. Al fondo pasa
el
animal que huye
a
gran velocidad.
Juan
Gelman
Manos
¿Quién
le planchaba las camisas
al
primer ministro?
Espejo
de la ciudad
orgullo
de la mañana
paloma
del ministerio,
las
camisas del primer ministro.
¿Quién
retiraba las botellas vacías
y
entornaba las puertas
para
que alguien durmiera
en
una oscura casa
sin
recuerdo?
¿Quién
le alcanzaba un mate al delincuente
en
la tarde anterior
a
su captura?
¿Quién
levantaba el pan de las veredas
para
llevarlo junto a la ventana?
En
las auroras tiernas de los partos
–en
un cuarto las luces todavía encendidas–
¿quién
llamaba a ls puertas amigas
y
levantaba al aire las fogatas?
Manos
de amor, calladas, ignoradas.
Manos
de amor que acercan
el
pañuelo a la lágrima
la
rosa hasta la arena
el
vaso hasta la sed
la
caricia al olvido.
¿Quién
le planchaba las camisas
al
primer ministro?
La
mañana que cayó definitivamente
su
gabinete
la
sonrisa colgaba arriba,
triste
derrotada
pero
su pecho lucía
la
camisa
mejor
planchada del mundo.
///
Quién
puso al perro ciego
por
el buen horizonte,
quién
encendió la lámpara,
quién
dejó la ventana
entreabierta
y un rumbo
para
el paso
de
alguien que nadie supo?
Detrás
del rostro duro del boxeador,
más
allá del marino
detrás
del sabio estricto,
más
allá del encaje de la actriz victoriosa,
al
lado del vencido,
al
lado del triunfante,
del
estrépito,
del
silencio
había
manos, manos,
manos.
Manos
sin sombra
manos
sin estela
borrándose
a sí mismas
sin
cobrar
sin
pedir.
Manos
que nadie ve.
Luis
Oscar "Lucho" Natiello (†))
de
"Estrella de Limón"1959de
"Estrella de Limón"1959
Sobre
la Vida
No
es chacota la vida.
La tomarás en serio,
como lo hace la ardilla, por
ejemplo,
sin esperar ayuda ni de aquí
ni de allá.
Tu
más serio quehacer será vivir
No es chacota la
vida.
La tomarás en serio,
pero enserio a tal punto
que, puesto contra un muro, por
ejemplo,
con las manos atadas,
o en un laboratorio,
de guardapolvo blanco y con
grandes anteojos,
tú morirás por que vivan los
hombres,
aun aquellos hombres
cuyo rostro ni siquiera
conoces.
Y morirás sabiendo, ya sin
ninguna duda,
que nada es más hermoso, más
cierto que la vida.
La tomarás en serio,
que a los setenta años, por ejemplo,
plantarás olivares,
no para que les queden a tus
hijos,
sino porque, aunque temas a la
muerte,
ya no creerás en ella,
puesto que en tu balanza
la vida habrá pesado mucho más.
Nazim
Hikmet
|
VIEJO
BERTO
Ahí
pasa el viejo Berto en bicicleta
dos
baldes colgados del manubrio
mameluco
azul, tristeza y anteojos.
Va
camino al local
a
seguir dando
una
mano a las paredes
una
palabra
de
vida
cuando
todo falla
los
bares me dejan
vacío
de sentido
agua
muerta en los vasos
besos
de alquitrán
Dale
viejo Berto
descubrime
a
través de la ventana
con
tu mirada inocente
invitame
otra vez
a
inventar un sol
con
lágrimas y risas
una
melodía
que
se silbe barrio a barrio
un
mundo justo
entre
las cuatro
paredes
del
planeta.
Néstor
Ventaja
|
Don
Tito y Yo
Y
Don Tito era así, salvo imprevistos
gozador
de palabras con efecto;
al
juego de las damas, arquitecto;
y
al juego de polleras, siempre listo.
El
barrio lo tildaba de anticristo.
Ateo
de la piel al intelecto
juzgaba:
este circo se halla
infecto
de
místicas insanas que resisto.
Embalsamado,
sentado en una silla,
apenas
se murió por un ratito.
Hoy
parece Jesús en zapatillas.
Aunque
ateo, lo ve como a un bendito,
de
este barrio, la gente más sencilla.
Se
murió pero vive, así es Don Tito.
Mi
angustia que es profunda,
no
es amarga,
pues
vinieron los pibes de la villa
con
un cartel escrito en bastardilla:
¡Viva
Don Tito!; biba, con b larga.
Lucho
Natiello
La
Cañada
La
pala choca con la tierra
rebota,
se dobla, se retuerce
insiste
y de nuevo
otra
piedra, otro cascote
la
mano no es experta,
sabe
más de
cuerdas y de poemas;
otra
mano la guía,
le
acerca como
arrebatar
su
rabia a los terrones
hacer
nacer los
brotes en el barro
intenta
luego un
torpe
guiso
sin certezas
y
otra mano con firmeza delicada
indica
como
con
la nada disponible
armar
sabor
y
consistencia para
tantos
sueños
en presente,
construidos
en
la marcha,
en
la ruta de los días
las
manos intercambian sus saberes
engendran
dignidad
al compartir
las
manos saben poner
el pecho.
Néstor
Ventaja
Yo
y Don Tito
Estaba
de la nuca el pobre viejo,
sin
futuro, sin guita, sin ternura,
ni
por PAMI tenía cobertura;
por
su pecho trepaban los cangrejos.
Nada
quedó de aquel rubio pendejo,
que
de Adonis lucía la figura;
ahora,
solo, estalla en conjeturas
y
espera de Don Tito algún consejo.
¿Es
inmortal la muerte?,
se consulta;
¿por
qué en el mundo abunda la miseria?
si
existe Dios ¿por qué se nos oculta?
¿Por
qué el odio, el dolor? ¿por qué la histeria?
¿Se
salvará el amor cobrando multa?
¿o
será el desperdicio de una feria?
Pero
nadie me responde al fin del día
mis
vecinos están en la pavada,
la
conciencia se encuentra en agonía.
Por
fin llega Don Tito en un tranvía
y
le grita con una carcajada:
¡Vamos,
che viejo Scondras, todavía!
Lucho
Natielo
Nuestros
brazos son ramas que se cargan de frutas
y que
nuestro enemigo sacude día y noche, golpeándonos
y para
despojarnos más facilmente, más tranquilamente,
ya no
encadena más, querida, nuestros pies
sino la
raíz misma de nuestro pensamiento.
Nazim Hikmet
PARA NO OLVIDAR EL
CORDOBAZO
CANTO A TOSCO
Sí,
Tosco, si, Agustín,
como hace la madera
con la tenacidad
de la flor que no cesa;
de ese modo Agustín
Tosco, como la tierra
de donde el cordobazo
alzó su polvareda.
Como
ese grito crudo
que sale de los gremios,
de los talleres grises
y las Villas Miseria:
así, Agustín Tumulto,
de esa manera entera,
avanzamos contigo
y con la clase obrera. . .
Nadie sabe en qué
aire
te volviste bandera
transparente, Agustín,
sangre de sangre nuestra,
cordobamente hermano,
para que el día vuelva:
contigo en cada nido,
en cada campanario
y el motín de palomas
que de tu sangre vuela.
Nadie se ha detenido,
nadie ha dicho: me rindo;
a cada santo y seña
tu multitud regresa.
Con los puños al aire
hacia la vida nueva
y tu overol azul
de Patria en Primavera.
Armando Tejada Gómez
HUACO
Yo soy el coraquenque ciego
que mira por la lente de una llaga,
y que atado está al Globo,
como a un huaco estupendo que girara.
Yo soy el llama, a quien tan sólo alcanza
la necedad hostil a trasquilar
volutas de clarín,
volutas de clarín brillantes de asco
y bronceadas de un viejo yaraví.
Soy el pichón de cóndor desplumado
por latino arcabuz;
y a flor de humanidad floto en los Andes,
como un perenne Lázaro de luz.
Yo soy la gracia incaica que se roe
en áureos coricanchas bautizados
de fosfatos de error y de cicuta.
A veces en mis piedras se encabritan
los nervios rotos de un extinto puma.
Un fermento de Sol:
¡levadura de sombra y corazón!"
César Vallejo
En
las mejillas turbulentas del día
el
rubor rojo del sol en retirada
oscurece
el ceño, envejece el verde
joven
en las hojas tiernas
pinta
con tinta china los barrotes
va
quebrando, los rayos dispersos
en
la desigualdad de la tierra.
Es
noche en los barrios o en la ruta
no
reina la impersonalidad de luces fluorescentes
las
sombras dibujan los perfiles
resaltan
una aguileña/ una postura insumisa/ un grito seco
Los
ojos se esfuerzan en penetrar
el
adentro/el afuera
un
mate manco amarga las entrañas
recalienta
el invierno, la forja
de
un vasto itinerario compartido.
¿Existe
o no existe? ¿Es la noche el reflejo
en
negativo del día? ¿O es la posibilidad
de
otro día, de un sol armado con luces solidarias?
Es
noche, lo sabemos.
El
día baja la persiana a sus negocios.
La
tiniebla nace virgen, estrella trepada al horizonte
Es
noche, lo sabemos
El
mayor peligro acecha nuestras playas.
La
oscuridad
está abierta
Néstor
Ventaja
Generaciones y
generaciones
jodidas por la
estética
cometida con
premeditación
dijo el que
estaba desde la barricada
haciéndola
detrás de.
Jodidos y
jodiendo a los demás
por dorar
demasiado la píldora
por eso
a no poetizar
ya más
lo podrido
está podrido
lo enfermo
está enfermo
no digo
no quedar en la
puteada
gritó el que
estaba desde la
pero sí
que hay que
acabar con el miedo
a pegar el
cascotazo
dijo pegando el
lanzando un
habla
di tu palabra
y si eres poeta
“eso”
será poesía
que tu palabra
sea irrupción
de lo espontáneo
que lo que digas
diga tu
existencia
antes que “tu
poesía”
que tu ritmo sea
pulso de la vida
antes que un
elemento
de la música
gritó
arrojando otro
pegando
que tu verso
dé la vida
antes que su
comentario
asoma
asoma
de entre tantas
sofisticadas
acumulaciones
dijo asomando el
que estaba desde la barricada
asomando
libre de la
complicidad de “lo poético”
asome
tu duro
estallido
de palabras
golpeando
rompe el mito
de que has
nacido antes que nada
para expresar
“lo bello”
para decirlo
ante todo
“bellamente”
¡Comienza a
abandonar esos prejuicios!
¡COMPRENDE QUE
ES IMPORTANTE
QUE TE TEMAN!
Gritó el que
estaba
Detrás
Lanzando
Arrojando otro y
otro
Cómo
No hacerlo
entonces
en medio de un
país
podrido por la
injusticia
golpea
golpea
en la llaga
libre de la
“belleza”
libre de “lo
poético”
y golpea
gritó asomando
detrás de
desde la
y que ése sea
tu gesto
y que tu palabra
sea
tu gesto
Leónidas
Lamborghini
De El
Solicitante Descolocado
Libros de
Tierra Firme
Edición
original 1971i
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