Discurso de clausura del V Congreso de los CDR

Fidel Castro

Al mundo no le queda otra alternativa que salvarse

Estimados invitados;

Queridos delegadas y delegados al V Congreso de los CDR, por la unidad que

defendemos (Aplausos):

Pienso que acabamos de obtener la segunda victoria, que fue el excelente desarrollo y los resultados de este congreso, con huracán o sin huracán; incluso, bajo el huracán, o perseguido por el huracán (Risas), que llegó hasta aquí detrás de nosotros, aunque sin vientos muy fuertes, pero lluvias suficientes como para mojar bien el teatro "Carlos Marx",

donde hoy tendríamos de 4 000 a 5 000 invitados, si no se hubiesen producido penetraciones del agua que afectaron los servicios eléctricos, y aunque nuestra gente era capaz de restablecer eso en 24 horas, no se podía excluir cierto peligro, ya que estaba relacionado con la electricidad, y preferimos por eso, tal y como habíamos previsto, que si no podíamos utilizar el teatro "Carlos Marx", clausuráramos el congreso aquí mismo donde hemos trabajado.

Esperamos que los que íbamos a invitar para estar presentes aquí tengan la oportunidad de verlo por la televisión, porque este acto se está trasmitiendo en vivo y en directo.

Espero que Marquitos haya reservado lo más posible la electricidad para los habaneros y para el resto también, porque sabemos que han restablecido en casi todas las provincias el 90% del servicio. En Guantánamo hace como dos días ya tenían el 75%. ¿Cómo estamos ahora, Marquitos? (Marcos expresa que ya estamos por arriba del 90% en todo el país, prácticamente.)

Por encima del 90% en todo el país, prácticamente, ¿no? ¿Entonces los cederistas nos están escuchando, hay electricidad? (Le dice que sí.) Bien, después les puede llegar el periódico o alguna otra noticia, pero nos alegramos mucho de que en tan breve tiempo se hayan restablecido la electricidad y las comunicaciones en general; todos los caminos también permiten ya la comunicación.

Del congreso hemos hablado, no es necesario que nos extendamos mucho. Parte de lo que hemos hablado y discutido se ha trasmitido por la radio, la televisión y otros medios.

Tenemos además el informe completo, con las pequeñas modificaciones que se le hicieron para hacerlo más estricto. No aparecen ahora ciertas cosas, como si fuesen habituales o normales, y ya ustedes se lo llevan, más los que vamos a imprimir, para que llegue por lo menos una copia a cada comité de defensa -ustedes saben que son más de 100 000-, y un poco más para que otras organizaciones de masa reciban copia del informe, que -como ya les dije-, a nuestro juicio, había quedado muy bien hecho, y realmente refleja el extraordinario esfuerzo realizado por ustedes, extraordinario y creciente, tan necesario, y que se puede medir por datos. Ahí están todos (Muestra documentos). Algunos ni los traje, pero recordamos muchos de ellos y no voy a repetirlo tampoco, baste señalar que se ha roto un récord impresionante en este duro año, con 570 000 donaciones, y casi todos los índices indican mejoría. Espero que no sea solo porque se haya tratado del año del congreso y que, por el contrario, como fruto del congreso, sigan mejorando los índices. Algunos son muy difíciles ya de superar.

Digamos, ese 91% de participación de la población en los CDR es un índice realmente alto y estimulante, que convierte, indiscutiblemente, a esta organización en la más amplia de

todo el país, con más de 7 millones de ciudadanos, sin incluir los niños, que también se van organizando en ellos, aparte de su organización de pioneros. Es una bonita idea la de los CDR infantiles, como una educación, como una motivación para ellos.

Esa participación les permite a ustedes un mayor trabajo dentro de la organización, puesto que ustedes se han planteado hacer un trabajo cada vez de más calidad y ejercer una influencia cada vez mayor sobre la comunidad. Después de todo lo que hemos visto, no tengo la menor duda de que lo alcanzarán.

Ustedes tenían viejas tareas y ahora tienen nuevas tareas, y las nuevas son estratégicas. Las cuestiones planteadas sobre el desarrollo de los valores patrióticos y revolucionarios y la batalla ideológica tienen enorme trascendencia; la lucha contra el delito y la lucha contra las ilegalidades; la participación activa de ustedes en cooperación con las demás fuerzas del país y en cooperación con el Ministerio del Interior y la Policía Nacional Revolucionaria.

Discutimos bastante sobre ese tema ayer y acordamos que teníamos que seguir discutiendo con la más firme decisión de afrontar esas dificultades y darles una fuerte batalla, usando la organización, la inteligencia, los métodos más adecuados de control, presión, persuasión e influencia social, lo que hablamos aquí sobre esto que no es necesario repetir. Estoy seguro de que todos los compañeros de ustedes en todo el país, los millones de miembros de los CDR, que constituyen la inmensa mayoría del pueblo, y el resto también, y hasta incluso algunos delincuentes se van a alegrar, porque a ellos no les gusta que les roben. Se van a alegrar si hay menos robos, porque ellos deben ser víctimas también de sus propios robos. Va a tener más tranquilidad todo el mundo. Este es uno de los puntos que más afectan a todos los ciudadanos.

La lucha contra las ilegalidades es vital, la batalla por la supervivencia de la Revolución y la defensa de la Revolución, muy asociada a la batalla ideológica, porque el enemigo -como ya se dijo-, usa todos los medios posibles, hoy concentrados contra Cuba en este terreno.

Ya les conté cómo en un cable de ayer vimos la sorprendente noticia de que en 1964 Estados Unidos estuvo a punto de llevar a cabo un ataque nuclear contra China. Digo sorprendente, porque a pesar de lo acostumbrados que estamos a las cosas increíbles que hacen nuestros vecinos del Norte, no deja de sorprendernos semejante información. No estoy inventando esto, lo dice uno de los periódicos de más circulación en Estados Unidos, a partir de documentos desclasificados del Departamento de Estado.

Muchas veces hemos denunciado hechos, y hay que esperar después años a que aparezcan los famosos documentos desclasificados de cualquier tipo: documentos de la CIA sobre planes y acciones contra Cuba, documentos del Pentágono donde, por ejemplo, hacen constar cómo recibieron instrucciones de preparar el pretexto para una invasión militar directa a Cuba después de la invasión mercenaria y la derrota de Girón, propósitos que fueron conocidos desde entonces y que dieron origen a las medidas adoptadas por Cuba y la URSS, que ocasionaron la Crisis de Octubre de 1962.

Constantemente aparecen documentos y nuevos documentos; los hay que no han sido publicados, desde luego, y algunos que a lo mejor publican, qué sé yo, dentro de 200 años. Ellos tienen bien reglamentado todo eso.

Es decir, siempre nos sorprenden con planes como aquellos que les mencionaba hoy. En la actualidad, desde luego, las relaciones entre Estados Unidos y China son normales, marchan bastante bien. Estados Unidos ha comprendido lo que es China, el enorme poder real y, sobre todo, potencial de ese país, en muchos campos: científico, económico, militar y otros. Han actuado con más realismo en relación con China; además, es un gigantesco y creciente mercado de cientos de miles de millones de dólares.

Algunos de sus voceros han dicho con todo el mayor cinismo del mundo que con China vale la pena cambiar de política de confrontación y comerciar, aunque se trate de un país socialista, porque es un enorme mercado para exportaciones, un enorme campo de inversiones, con una fuerza de trabajo calificada, disciplinada y barata. Saben que no pueden prescindir de eso en el terreno económico; pero saben, además, que no pueden prescindir de China en el terreno político.

En este mismo momento, un momento de grave crisis económica internacional, de la cual hablaré después, los chinos están haciendo una importante contribución para evitar la debacle por la vía de no devaluar el yuan, su moneda, que es convertible solo en parte, solo limitadamente, por lo cual no ha podido golpearla apenas la crisis asiática, pero una moneda cuya devaluación produciría consecuencias tremendas, y posiblemente ya un desenlace catastrófico de la crisis económica, porque agravaría la situación de todos los países del sudeste asiático y agravaría la situación del yen, es decir, la moneda de Japón, que constituye la segunda economía mundial y que hoy está atravesando un momento muy difícil de recesión.

Todo eso influye tremendamente en la situación económica mundial e incrementa seriamente los riesgos de que la crisis se generalice ya inevitablemente.

China también posee ya un peso importante en la economía mundial,

y ha resistido a pie firme la necesidad de devaluar su moneda, lo cual ha

constituido una contribución importante a la economía internacional

Es decir que en este momento la República Popular China, a un costo de decenas de miles de millones de dólares, está manteniendo el valor del yuan. Devaluarlo significaría la mejor condición para competir con las mercancías del sudeste asiático, que ahora se venden mucho más baratas después de la dramática devaluación de sus monedas, y China, naturalmente, pierde ventas, pierde mercados, no solo las ventas que pierde por el golpe que ha sufrido la economía de esos países, sino también por la vía de la competencia que le hacen en las actuales circunstancias esos productos.

Ya veremos a América Latina y a otros muchos países inundados de mercancías de los llamados tigres en un tiempo, y que ahora tratan, desesperadamente, de incrementar las exportaciones. Es decir, China no solo constituye un enorme mercado, un enorme campo de inversiones; China también posee ya un peso importante en la economía mundial, y ha resistido a pie firme la necesidad de devaluar su moneda, lo cual ha constituido una contribución importante a la economía internacional. Aunque nadie, desde luego, podría afirmar si ese sacrificio grande que hacen ahora, más allá de una prueba de su responsabilidad y de su preocupación por los asuntos mundiales, tendrá, al fin y al cabo, resultado alguno. Si acaso dilatar un poco la crisis, evitar un desenlace rápido y general, pero que, según todos los indicios, más tarde o más temprano, se va a producir inevitablemente.

Casi desde que se fundó EE.UU. sus primeros dirigentes políticos plantearon la cuestión de la ocupación de Cuba, estaba entre sus planes; nuestros antecesores lo impidieron y nosotros tenemos el deber de hacerlo imposible, hasta ahora lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo

Bien, ya no hay aquella hostilidad, aquel bloqueo, aquella guerra económica contra China, todo lo contrario, se producen inversiones cuantiosas, considerables intercambios comerciales -creo que los chinos exportan mucho más de 50 000 millones a Estados Unidos, si no me equivoco, a pesar del yuan sin devaluar y de la competencia de los otros-, visita del Presidente de Estados Unidos a ese país, se reúne con los líderes, habla al pueblo. Los chinos le abrieron las puertas, lo recibieron casi como se recibe a un Papa, es decir, pusieron, como nosotros, a su alcance los medios nacionales de comunicación, habló a todos los chinos. Creyó realmente que les habló, porque, a decir verdad, se le ocurrió llevar a unos traductores de chino, y ustedes saben que si a veces cuando alguien de lengua materna inglesa habla español lo hace muy enredado, ya se imaginarán ustedes a alguien de lengua materna inglesa hablando en chino, cuando, además, el chino que se habla en Pekín no se entiende en Cantón, ni en Shangai, ni en otros muchos lugares.

Como les decía, creía estarle hablando a 1 200 millones de chinos y la inmensa mayoría de los chinos, por lo que sabemos nosotros, estaban bastante irritados, porque no entendían a los traductores aquellos. Después estuvo en la Universidad de Pekín y también con los mismos traductores, pronunció allí su discurso, habló; muy bien, muy contento, muy feliz.

Recuerdo esto para señalar cómo son las relaciones: el campo socialista no existe, excelentes relaciones con muchos de sus fragmentos, invitados algunos de ellos a ingresar en la OTAN, han aceptado. Y con Rusia asustados, pero no por el armamento nuclear, no por las confrontaciones, sino asustados por la tremendísima crisis económica que ha estado atravesando Rusia y que amenaza también en la economía globalizada con extenderse rápidamente a otras partes. Están bien asustados con eso y tratan de ver qué hacen, pero virtualmente están confesando ya su impotencia. Más adelante algunos daticos les brindaré sobre eso.

Es decir, ya no tienen donde concentrar sus ataques, su hostilidad. Saquear es otra cosa, invertir lo suyo y lo que no es suyo otra cosa también, pero no es la guerra económica, no es la hostilidad. Queda algún otro país todavía, por ejemplo, la República Democrática de Corea; allí los coreanos estaban construyendo un reactor nuclear, y por temor, para convencerlos de que no hicieran ese reactor nuclear, argumentando la necesidad de una tecnología segura, van a suministrar los recursos entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur para la construcción de dos reactores nucleares, e, incluso, le están suministrando mientras tanto unas 500 000 toneladas de combustible para las plantas termoeléctricas. Es decir, aunque se mantiene un fuerte nivel de confrontación con ese país, es una situación diferente, llegan incluso a eso.

Con relación a Cuba todo es diferente. Bueno, le tienen prohibido a Rusia continuar la construcción de la planta nuclear de Cienfuegos. En teoría, los rusos se han comprometido a seguirla construyendo, pero eso tarda, lleva tiempo, mucho tiempo; si acaso se mantiene allí la cooperación y algunos suministros para mantenimiento de lo construido, pero sería iluso contar con eso por ahora, por largo tiempo, y más aún teniendo en cuenta la terrible situación de ese país. Mientras tanto hacen campaña contra todo lo que se parezca a una planta nuclear en Cuba y que eso es un peligro para Estados Unidos. Ellos pueden construir cien en su territorio, nosotros no, es un escándalo mundial, aunque esté autorizado por la Organización Internacional de Energía Atómica y tenga todas las garantías. Por eso es que tenemos que buscar otras fuentes de energía.

Con Viet Nam tienen unas relaciones similares a las de China: inversiones. Nos alegramos de que los vietnamitas que han luchado tanto, que perdieron cuatro millones de vidas, sin contar inválidos y otros daños y sufrimientos humanos, tengan ahora su oportunidad de vivir en paz, comerciar y desarrollarse, sin renunciar a los principios, a las ideas del socialismo.

Les digo esto para demostrar cómo todo, todo, todo es contra Cuba, su vecino más próximo, la manzana madura que nunca cayó ni caerá de la mata y que ellos esperaban recoger, como dijeron hace mucho, mucho tiempo. Porque casi desde que se fundó ese país, sus primeros dirigentes políticos plantearon la cuestión de la ocupación de Cuba, estaba entre sus planes; nuestros antecesores lo impidieron y nosotros tenemos el deber de hacerlo imposible, hasta ahora lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo. Pero todos los recursos de propaganda, todas las campañas, todas las maniobras, todas sus mentiras y su guerra ideológica se encaminan fundamentalmente hacia Cuba.

Los imperialistas hablan de derechos humanos, pero nunca hablan de los

problemas verdaderamente humanos, del hombre en la propia potencia

hegemónica y en el resto del mundo. Nosotros, en cambio, hablamos

siempre y hablamos mucho de cosas humanas mil veces más humanas

que las que ellos dominadores del mundo hacen por el hombre

Esto no quiere decir que no hagan guerra ideológica contra China, que no traten de ejercer la influencia de otro modo, si es posible no atacarla verbalmente, pero divulgar mucho la cultura de Estados Unidos, penetrar en todas partes con la influencia cultural, hábitos de consumo y otras formas de penetración; quisieran introducir en China el estilo y las concepciones de la sociedad de consumo, algo que sería una colosal locura. Pero ellos no pueden actuar de acuerdo con otros principios, porque estos son los principios que rigen una economía capitalista, y eso llevarlo a cabo en competencia con otras economías capitalistas también poderosas. Llevan el modelo del consumo que, como hemos expresado otras veces, es insostenible por completo, inconcebible para miles de millones de habitantes de la Tierra.

Ellos seguirán tratando también de subvertir el orden en China. Ellos tratarán por métodos más sutiles de imponerles a esos países criterios, conceptos, ideas y formas de las sociedades occidentales. Y a los vietnamitas también, no van a renunciar a usar sus medidas.

La hostilidad con nosotros es derrocar a la Revolución, su idea, destruir la Revolución, aplastar la Revolución. Y, como decíamos anteriormente, hoy se concentran fundamentalmente en los programas anunciados, requeteanunciados, de la guerra ideológica, a través del famoso Carril II, y en la guerra económica; dos cosas: guerra ideológica y guerra económica, para asfixiar al país económicamente, tratar de ahogarlo, debilitarlo, crear las condiciones óptimas para que sus podridas ideas puedan penetrar o puedan engañar con ilusiones a mucha gente que no conocen, como conoce ese joven que nos habló hoy, de las realidades del mundo y del sistema dominante. Por eso hay que seguir explicando constantemente por qué tienen lo que tienen y sobre la base de qué tienen lo que tienen. Se puede llegar a preguntar también cuánto tiempo puede perdurar el orden económico que han impuesto al mundo.

Ellos podrían estar mejor, también allí las riquezas podrían estar mejor distribuidas, más justamente, han acumulado tecnologías, ciencia, industrias, todos los recursos suficientes para producir en abundancia.

El tipo de sociedad que han desarrollado es ruinoso para la naturaleza y es ruinoso para el mundo, ya que ellos consumen el 25% de la energía cada año, y son los que más han contaminado la atmósfera y los mares, los que más están contribuyendo al cambio de clima, y son los que más se resisten a tomar medidas. Están en mejor disposición los europeos, los japoneses y todos los demás países de tomar medidas relacionadas con el medio ambiente; los gobernantes de Estados Unidos son los que más resistencia hacen, son los que menos se preocupan por eso. Tampoco pueden preocuparse, porque el sistema no les permite preocuparse en serio por la tragedia, ya que allí se trabaja para el capital, para las ganancias, mediante leyes anárquicas que no se pueden ocupar de nada, ni del medio ambiente ni del hombre, es lo que resulte del desarrollo caótico que engendran.

Pero ese es un país donde no debiera haber 43 millones de personas sin servicios médicos asegurados; un país donde no debiera haber las desigualdades que existen, las diferencias enormes, fabulosas de fortuna, al extremo de que algunos tengan más de 50 000 millones de dólares de riqueza y otros tengan que dormir bajo los puentes. Eso no tiene sentido, no tiene pies ni cabeza, con tantos recursos técnicos y materiales de que disponen, la productividad del trabajo alcanzada en la producción y los servicios. El trabajo agrícola manual de recoger tomates y vegetales eso es tarea de inmigrantes mexicanos, haitianos y de otros países, eso no es ya trabajo de norteamericanos. Es trabajo de inmigrantes extranjeros, todo lo demás se realiza con máquinas.

Bien, para que no engañen a la gente es preciso conocer todas esas realidades. No hay que olvidarse del imperialismo, del sistema imperialista, su origen en el sistema capitalista desarrollado y a dónde conduce el mundo. Sobre este tema hay que poner el acento necesario porque conduce, inevitablemente, a grandes catástrofes.

Todo eso forma parte de la batalla ideológica y metiéndole a todo el mundo en la cabeza la ilusión imposible del automóvil personal. Como he dicho otras veces, trato de imaginarme a China con un automóvil en cada casa de familia, los100 millones de hectáreas que tienen los chinos para producir alimentos no alcanzarían ni para garajes y parqueos, carreteras y autopistas; no quedaría tierra cultivable allí. Esperamos de la proverbial sabiduría china, que mediten sobre todas estas cosas.

Y la India, por el estilo; Africa, por el estilo, y América Latina, por el estilo; entre las grandes tragedias que tienen, esa es una de ellas. En ciudades como México, la cantidad de automóviles es tremenda, la contaminación que junto al humo de las industrias originan es físicamente insoportable; entonces han establecido algunas regulaciones, que la chapa impar no camina tal día y la chapa par no camina el otro. ¿Qué han hecho los que tienen dinero?, comprar otro automóvil, uno para cada día, esos no tienen problema, excepto interminables congestiones de tránsito y la misma atmósfera envenenada.

Las dificultades en el tráfico que tienen muchas ciudades grandes, incluso en el propio Tokio, son terribles, se tardan las personas tres horas en llegar de un lugar a otro, no