LA SANDUNGA

Autor: Juan D. del Moral

Tus trenzas causan despecho,
no por negras y sedosas,
sino porque son dichosas
cuando ruedan por tu pecho.

¡Ay Sandunga! ¡Sandunga mamá por Dios!
Sandunga no seas ingrata
cielos de mi corazón.

Eres un granito de oro,
prendido en mi corazón,
porque sabes que te adoro,
te vales de la ocasión.

¡Ay Sandunga! ¡Sandunga mamá por Dios!
Sandunga tu amor me mata
negra de mi corazón.

Al pie de un árbol bendito,
llorando me arrodillo,
las lágrimas de mis ojos
se cuajaban al caer.

¡Ay Sandunga! ¡Que Sandunga!
¡Válgame Dios Sandunga,
Sandunga eres tehuana,
cielos de mi corazón!