Diácono

 

 

 

(gr. diákonos, literalmente "servidor [ayudante]").

 

Dirigente de la iglesia cuyas cualidades se describen en 1 Ti.3:8- 13.  Se

acepta generalmente que Hch. 6:1-6 es un registro de la institución de este

cargo o servicio, aunque no aparezca el título "diácono".  Como resultado de

las quejas de que las viudas de los judíos helenísticos en la iglesia de

Jerusalén no estaban recibiendo lo que les correspondía en la distribución

diaria, se eligieron "siete varones de buen testimonio" para supervisar la

distribución de la ropa, la comida, etc, (vs 3, 5, 6).  Estos hombres no se

limitaron a esas tareas, también trabajaron activamente en la evangelización (v

8; 8:5, 26-40).  En ciertas iglesias protestantes de hoy los diáconos son una

orden inferior del clero en vez de laicos (asignados para atender

principalmente los asuntos temporales de la iglesia) y pueden oficiar como

pastores.  Las cualidades para ser diácono, como las describe Pablo en 1 Ti.

3:8-10, 12, 13, son: ser honesto, sin doblez  (como para no decir una cosa a

una persona y una diferente a otra), no "dado a mucho vino", no codicioso y

guardador con "limpia conciencia" de la verdad que le fue revelada. 321 Además,

debe ser un hombre que ha demostrado su capacidad y que en su vida de familia

ha sido un ejemplo, esposo de una sola mujer y que gobierna bien su casa.

 

(tomado del Diccionario Bíblico Adventista)