Regresa de nuevo la noche oscura
de radiante y blanca luna nacarada
y haciendo sombra a la hermosura
ilumina la sonrisa de tu cara.
¡Cómo adoro esos tiernos momentos!,
cuando tu amor, testigo de tu ansia,
vuela libre acortando la distancia
y acalla dulcemente mis lamentos.
Este amor, cárcel de dorada virtud,
es sustento de mi alma en la noche,
es mi esperanza en el día, es mi luz.
Vuelve a sonreír la dicha sin medida,
eres tú la estrella que tanto soñé
Por siempre brillará tu luz en mi vida