Señor,
hoy ví tu cielo.
Me encontraba caminando
con la soledad a mi lado,
cuando de repente me encontré
con unos ojos de mirar desprevenido.

Señor,
hoy ví tu cielo
en la mirada pura y limpia
de unos ojos esmeraldas inscrustados
en el rostro divino del amor.

Señor,
hoy ví tu cielo
en los ojos de belleza profunda y oceánica
que adornaban a un angel extraviado
en la tranquilidad de la tarde.

Señor,
hoy ví tu cielo
en los ojos grandes de mirar plácido y sereno
que invitan a soñar eternamente.

Señor,
hoy ví tu cielo
en lo ojos de la que hoy es mi mujer...