Por Mildred Largaespada
Las preguntas son: ¿tienen algo que ver un periodista que se
autocensura y el hambre?, ¿Un
Presidente que no permite controles en su gestión y la pobreza
generada durante su período
de gobierno?, ¿La democracia y la economía?, ¿La
libertad de expresión con la economía?, ¿El
Premio Nobel de Economía con Nicaragua?
Amartya Sen tiene algo que decir sobre todo esto: "Nulla economia
sine ethica" (Ninguna economía sin ética). El profesor
Sen es el recién laureado Premio Nobel de Economía
de
1998. Es indio, tiene 64 años, se ha casado tres veces, ha enseñado
en MIT, Stanford,
Berkeley, Harvard, Delhi School of Economics, London School of Economics
y actualmente
enseña en el Trinity College de la Universidad de Cambridge
(Reino Unido). La Real
Academia Sueca de las Ciencias consideró muy importante su obra
como investigador que
ha relacionado varias ideas: las causas de aparición de las
hambrunas, la falta de libertad de
expresión, la democracia y la teoría de la elección
colectiva, el fomento de una prensa libre, y
nuevos índices para medir el bienestar económico,
entre otras.
El profesor Sen es un académico reconocido por sus análisis
sobre la pobreza y su expresión
más catastrófica: el hambre. Basó sus conclusiones
en sendos estudios sobre las causas de
las hambrunas en India, Bangladesh y China, entre otros países.
"Uno de los hechos más
notables en la terrible historia del hambre es que nunca ha habido
hambruna importante en
ningún país con una forma democrática de gobierno
y con una prensa relativamente libre.
Han ocurrido en los antiguos reinos y en sociedades autoritarias contemporáneas,
en
economías tribales primitivas y en dictaduras tecnocráticas
modernas, en economías
coloniales gobernadas por imperialistas del Norte y en países
que acaban de alcanzar la
independencia en el Sur y que están gobernados por líderes
nacionales despóticos o por
partidos únicos intolerantes", escribe en un artículo
publicado por Los Angeles Times.
E insiste: "El hambre no ha afligido nunca a ningún país
que sea independiente, que
convoque (a) elecciones con regularidad, que tenga partidos de oposición
para manifestar
las críticas, que permita que los periódicos informen
libremente y cuestionen la validez de las
políticas de los gobiernos sin censura".
¿Que qué tiene que ver la libertad de expresión
y la independencia de los medios de
comunicación? Pues, según el profesor Sen, retomando
el ejemplo de las hambrunas que
vivió China en el período de 1958-1961 (cuando murieron
30 millones de personas), el
gobierno chino no sufrió ninguna presión desde los medios
de comunicación pues los tenía
controlados, los funcionarios del partido le informaban de lo que quería
escuchar y existen
pruebas de que las autoridades chinas hasta creían tener muchos
más granos para alimentar
a la población de los que realmente existían en bodega.
No hubo alerta periodística de esta
escasez, ni crítica del partido. "Cuando las cosas van razonablemente
bien puede que no se
eche mucho de menos el papel disciplinario de la democracia, pero cuando
se cometen
graves errores políticos este vacío puede ser desastroso",
argumenta.
Otro de los méritos de Amartya Sen es el estudiar nuevos
índices para medir el bienestar real
de la población. El documento de la Academia Sueca que razona
la concesión del Nobel
señala: "Sen ha enfatizado que lo que crea bienestar no son
los bienes en sí mismos, sino la
actividad para la que son adquiridos. De acuerdo con este punto de
vista, el ingreso (la
renta) es significativo por las oportunidades que crea. Pero las oportunidades
de hoy —o
capacidades, como las llama Sen— también dependen de
otros factores, como la salud;
estos factores deberían ser considerados cuando se mide el bienestar.
Indicadores
alternativos del bienestar, como el Indice de Desarrollo Humano de
Naciones Unidas, están
justamente elaborados a partir de este espíritu". Son aquellos
índices que no utiliza el
Gobierno de Nicaragua cuando mide el bienestar de los nicaragüenses.
Sen cree que enfocar los asuntos como políticas de derecha o
de izquierda, tiene sentido,
pero considera más importante enfocar los temas dentro de la
división: contextos
democráticos y no democráticos. Sen se manifiesta gran
defensor del Fondo Monetario
Internacional (FMI), aunque deja claro que el papel de este tipo de
instituciones financieras
"consiste en combinar el problema de la estabilización a corto
plazo con el trabajo a largo
plazo, por un lado, y la protección a los más vulnerables,
por otro", señala en una entrevista
publicada por El País. En este aspecto, se manifiesta más
cercano a la nueva preocupación
del Banco Mundial, "que pone gran énfasis en la necesidad de
redes de protección social
que protejan a los pobres, además de poner en marcha programas
de fomento de la
democracia".
No basta sólo la mejoría del crecimiento
per cápita
La concesión del Nobel a Sen significa que las cosas están
cambiando, que cada vez es más
evidente el fracaso de las propuestas del neoliberalismo, pues es un
modelo que fomenta la
desigualdad e hipoteca la vida de las personas pobres. Al neoliberalismo
le basta con que el
crecimiento per cápita sea positivo y alto. Sen viene
a decir que no basta eso, que falta crear
capacidades u oportunidades. Y sobre todo que no se puede condenar
a miles de personas
durante diez años a que esperen el "efecto catarata", que se
supone vendrá cuando los ricos
consoliden su riqueza y se pongan a crear empleos. La catarata, en
Nicaragua, no llega ni a
chorrito de agua, porque el mayor volumen se dedica a actividades de
poco riesgo o de poca
rentabilidad social.
La relación que hace el profesor Amartya Sen entre ética
y economía, se resume en su frase:
"Se necesitan dos cosas: políticas públicas y liderazgo".
Se entendería que precisamos de
líderes con propuestas que no excluyan a los grupos sociales
más pobres y que tomen
decisiones consultando a todos los agentes sociales involucrados para
una eficaz
elaboración de políticas públicas. Sen
parte de la teoría de la elección social y la enriquece
con su concepto de "elección colectiva", que va más allá
de la votación donde gana la
mayoría: cuando hay acuerdo general, las elecciones sociales
no son controversiales; y
cuando las opiniones difieren, el problema es encontrar métodos
para conducir juntos las
diferentes opiniones y convertirlas en decisiones que tengan que ver
con todos y no sólo
con unos pocos. Siempre hay un punto que atañe a todos, el reto
es encontrarlo.
Se observa en las distintas propuestas del profesor Sen un protagonismo
importante de la
Comunicación Social, tanto en lo que se refiere a los métodos
de la elección colectiva, para
una mejor gestión de la comunicación entre los individuos,
como por el papel que otorga a
los profesionales del periodismo en el reto de reducir la pobreza.
Sus ideas son pertinentes
para un debate entre distintas disciplinas en Nicaragua. ¿No
les parece?.
Regresar a Nobel de
Economía 1998
[Principal]
[Enlaces regionales y mundiales]
[Páginas nacionales económicas]
[Institutos de investigación]
[Temas y trabajos]
[Diarios y revistas]
[Listas y foros]
[Facultades]
[Asoc.y Colegios de Economistas]
[Congresos y Seminarios]
[Enlaces bursátiles]
[Instituciones gubernamentales]
[Org.Internacionales]
[Buscadores y otros enlaces]
[Premio Nobel]
Derechos Reservados 1998-2008 © Peter Abad