1973
Valiosa aportación al Tesoro Artístico-Cultural de Corella
Un Corellano.
Corella Taurina
por ANTONIO PASTOR IBARBUEN

Valiosa aportación al Tesoro Artístico-Cultural de Corella

A los muchos atractivos con que nuestra Ciudad cuenta y en los que la vista se recrea contemplando sus verdes campos, su casco viejo sembrado de casonas cargadas de historia y el bonito conjunto que ofrece la zona de nuevas viviendas, unido todo ello al clima seco y soleado que durante la mayor parte del año se disfruta, hemos de reseñar lo que en breve plazo será realidad que a no dudar realzará grandemente la vida cultural y social de la Ciudad.

Se trata de la FUNDACION ARRESE, que, como su nombre indica, proviene de la generosa donación que los Excmos. Sres. D. José Luis de Arrese y su esposa Dª Mª Teresa Sáenz de Heredia, hacen de su Casa-Museo y valioso contenido en obras de tipo artístico, religioso e histórico, al acervo cultural de Corella.

Es ya un hecho asimismo, que la Iglesia de la Encarnación, popularmente llamada de San Benito, ha sido también adquirida por los Sres. de Arrese, para agregarla a dicha Fundación e instalar en élla el Museo de Arte Sacro, que encerrará valiosas obras de arte religioso: cuadros, tallas, ornamentos, etc.

Esta Fundación ha sido constituida por escritura notarial de fecha 28 del pasado mes de Junio, y para su sostenimiento, los Sres. ds Arrese han aportado inicialmente un capital de seis millones de pesetas y todo su patrimonio, que pasará a formar parte de dicha Fundación, al fallecimiento de los mismos.

Esta nueva faceta cultural viene a llenar el vacío existente en este aspecto, que a no dudar será del agrado y satisfacción de todos los corellanos, al propio tiempo que acrecentará el interés por visitar nuestra Ciudad, que tantas simpatías cuenta entre los habitantes de otras regiones.

En estos Museos, las futuras generaciones tendrán ocasión de conocer el glorioso pasado de Corella y también los hechos de muchos de sus hijos que, como misioneros y guerreros especialmente, se esparcieron por el mundo al servicio de la Religión y de la Patria.

El progreso de nuestra Ciudad, que tan profundamente va cambiando su fisonomía y formas de vida, quedará perfectamente conjuntado con estos Museos, que serán remanso de paz dentro de la trepidante vida moderna, al par que lugares de evocación de personas y hechos pertenecientes a un largo y fructífero pasado.

Como Corellanos, hagamos patente nuestra gratitud a los Srs. de Arrese, que tan profunda huella de su paso dejarán en la historia de la Ciudad, por su interés y altruismo en beneficio de la misma.

Un Corellano.

Corella Taurina
por ANTONIO PASTOR IBARBUEN

Por primera vez escribo para vosotros, amigos. Esto quiere decir que os aprecio, y espero me tolereis sin censura alguna y con agrado. Por esta deferencia podeis contar con mi reconocimiento.

Corella ha destacado siempre en los tres tercios del más recio abolengo, usando el simil taurino, como son: tierra de reses bravas; su plaza de toros, una de las más antiguas de España; y sus grandes aficionados.

Nuestra Ciudad ha sido una de las primeras del país en la cría de reses bravas, ya que su antigüedad se remonta a los siglos XV ó XVI. En este último siglo, tenemos datos sobre un tal José Bea, como ganadero de reses bravas, que vendíó al Regimiento (Ayuntamiento) de Pamplona para los Sanfermines dos toros, que quizás fuesen de los primeros que se mataron en estas fiestas; uno de estos cornúpetas, de 6 años, era negro y rabicorto, y el otro, de cuatro años, de librea baya, según la reseña, conocido con el nombre de «Sillado».

Debido al nombre de este toro, la Peña Taurina Corellana «Los 50», en colaboración con «Diario de Navarra» ha creado un trofeo de plata, enmarcado, que va ganando popularidad y que se viene entregando al torero triunfador de nuestras Fiestas Patronales.

En el siglo XVII tenemos otro ganadero, de los más importantes de esta época, D. Agustín Ximénes, cuyos toros se corrieron en Pamplona durante 22 años. Sus primeras citas datan del año 1643, y se corrieron en las fiestas de San Fermín, desde el año 1648 al 1670. Estos toros aventajan en antigüedad a los del Marqués de Santa Cara, posteriormente Carriquiri.

Aparece en el siglo XVIII otro ganadero llamado Juan Escudero Valero, que durante los primeros años de este siglo, vendió más de 90 toros al Ayuntamiento de Pamplona y fueron lidiados en las fiestas patronales. Esta ganadería pasó en el año 1715 al también vecino de Corella, Martín Virto.

Siglo XIX.- Miguel Poyales, fundador de la ganadería de Alaiza con procedencia Guendulain. Estos toros se corrieron por primera vez en Pamplona en el año 1851; en Barcelona, de 1857 al 1862; y con divisa verde, en Madrid, el 24 de Septiembre de 1865. Esta ganadería la vendió Miguel Poyales en el año 1872 a Evaristo Echagüe, quien años más tarde la enajenó al tudelano Roque Alaiza.

En relación con el segundo «tercio», Corella cuenta con una amplia Plaza de tendidos y palcos, capaz para unos 5.000 espectadores, que se construyó por acciones, siendo su principal accionista, el ganadero Miguel Poyales y su coste, la irrisoria cantidad de 20.000 pesetas.

La inauguración de la plaza se celebró con ocasión de las fiestas patronales de San Miguel, el día 29 de Septiembre de 1848, con toros de la famosa ganadería aragonesa conocida por la de «La Campanilla», que estoqueó «Curro Cúchares». Tras este célebre diestro, han desfilado por su ruedo toreros de gran cartel como: «Punteret», «Litri» (padre), «Cocherito de Bilbao», «Granero», Ricardo Torres -Bombita», «Amorós», Cayetano Ordóñez "Niño de la Palma", «Manolete» con la banda cómica «Los Califas», y un sin fin de grandes figuras.

En el guarda-arnés de esta plaza se conservaban hasta hace unos años, seis monturas primitivas de picadores y la famosa «media luna», que se empleaba para desjarretar a los toros mansos.

Y por último, hemos de ensalzar la gran afición que se ha mantenido enhiesta durante estos últimos siglos, y que ha hecho que no hayan faltado en nuestra plaza, las tradicionales corridas de toros en las fiestas patronales, las eventuales novilladas, becerradas, operaciones de marca y tienta de reses bravas, o las simples capeas de vacas.

Como consecuencia y fruto de todo éllo y para encauzar esta entusiasta afición, se constituyó la Peña Taurina «Los 50». Es de justicia ensalzar la labor taurina que viene desarrollando en pro de nuestra incomparable «fiesta nacional». El objeto de esta Peña, fundada en el año 1970 por los más entusiastas aficionados, consiste en hacer desfilar por nuestro pueblo a los mejores taurinos navarros en cada una de sus actividades, como charlistas, ganaderos, toreros y aficionados.

En los tres años de vida, esta Peña ha celebrado varias conferencias con proyección de películas de la fiesta, Concursos de Pintura, Fotografía, etc. etc., hechos que patentizan el interés y desprendimiento por las cosas del toro, con la más elevada alcurnia.

Espero me perdoneis la extensión y que no continúe. Parte de lo que tenía que decir lo he escrito y supongo que de poco servirá. Y termino pidiendo perdón a los más competentes, por cualquier error informativo -nunca a hechos de cierta importancia- que se deslice al correr la pluma.

Y con la ayuda de San Miguel: FELICES FIESTAS.