Felix Astol

La tierra de Borinquen
donde he nacido yo
es un jardín florido
de mágico primor.

Un cielo siempre nítido
le sirve de dosel
y dan arrullos plácidos
las olas a sus piés.

Cuando a sus playas llegó Colón
exclamó lleno de admiración, ¡Oh!

Esta es la linda tierra
que busco yo,
es Borinquen, la hija,
la hija del mar y el sol
del mar y el sol, del mar y el sol
del mar y el sol, del mar y el sol.