Sendic y el problema del agro
    
   

     No es extraño que el problema agrario haya sido el rompe cabezas de las primeras revoluciones socialistas, algunas de las cuales se dieron antes que la revolución industrial llegara al campo. Esta tomó auge allí por 1940, y el gran aumento de productividad que trajo se atribuye en dos tercios a la química (plaguicidas, fertilizantes, herbicidas, etc) y un tercio a la máquina; con la variante de que ambos vienen de fuera del agro.

    Con la reciente sustitución de mano de obra por máquinas, en los últimos cultivos que empleaban mano de obra masiva en la cosecha, como los de la remolacha y el tomate, el desplazamiento de mano de obra del agro llegó bastante más lejos que en la industria en los países adelantados.
Pero no caer en globalismo: cada cultivo es distinto y representa una respuesta diferente a la mecanización. Por ejemplo el arroz, la caña de azúcar y el algodón fueron cultivos de mano de obra masiva antes de la revolución industrial y ésta la redujo en varias veces pero manteniendo la ventaja de la gran explotación sobre la pequeña. En cereales ya es un poco distinto: ejemplo, una granja típica del oeste de Estados Unidos con 140 hectáreas puede ser arada por dos hombres con sendos tractores en una semana y contratando alguna m quina para la cosecha, llena con ella 150 camiones. O sea, una producción en serie competitiva con la gran explotación y con trabajo casi familiar.

    En horticultura se dan más variedades según el cultivo. Lo mismo en ganadería: la carne es más económica en gran extensión, pero en la leche ésta tiene poca ventaja sobre la mediana. Además en algunos casos es mejor la granja de producción múltiple y otros la específica, etc. No se puede decir para el agro lo mismo que para la manufactura cuando pasa de artesanal a fabril: "La producción pasó de individual a social; la propiedad quedó individual".

    El problema agrario es por eso de difícil solución para el socialismo, pero más lo fue para el capitalismo. Su historia est llena de hambrunas rurales, de levantamientos campesinos y, en el mejor de los casos, de emigración masiva de la población.

    Hay un clásico problema que trajo el minifundio y la miseria campesina: de la parcela de la que vivía bien el abuelo, viven mal los 4 hijos y peor los 16 nietos. El anverso es el latifundio que creció con las tierras de los emigrantes. Después de las marchas y contramarchas de las primeras revoluciones socialistas, las últimas han optado por un r‚gimen mixto donde coexiste la granja privada (aunque sujeta al Plan) y la empresa socializada.

    El problema tiene solución distinta para cada país, ya que algunos parten de más del 90% de población campesina y otros del 10%, siendo en este último caso más fácil porque expropiando a los latifundistas se socializa la mayor parte de la tierra.

* Fuente: Raúl Sendic, "Reflexiones sobre POLITICA ECONOMICA (Apuntes desde la prisión)", Editor Mario Zanocchi, 1985.