El muchacho se dedicó a las labores del campo y a pastorear borregos. Su tío le enseñaba a leer en el poco tiempo libre y a hablar la lengua castellana.El trabajo en el campo absorbía la mayor parte de su tiempo, quedándole poco para el estudio. Al joven Benito se le había despertado el deseo de aprender y superarse y se le metió la idea de que sólo en la ciudad lo lograría. Sin embargo el sentimiento de no dejar a su tío y la cabaña donde había vivido su niñez y su orfandad, luchaba en su interior contra el deseo de volar. Al fin venció el deseo y el 17 de diciembre de 1818, a la edad de doce años, se escápó de su casa y se fue caminando a la ciudad de Oaxaca a donde llegó aquella misma noche.
Su hermana Josefa, que se había casado con un tal Tiburcio Lopez, del pueblo de Santa María Tahuiche, se había colocado de sirvienta cuando su marido, entregado a la bebida, la abndonó. El patrón de Josefa era Don Antonio Maza y fue en su casa donde Benito se albergó al llegar a la ciudad de Oaxaca.
Después encontró trabajo en una grnaja ganando dos reales diarios. Más tarde, quizá ayudado por el mismo señor Maza, se colocó en casa de Don Antonio Salanueva, hombre piadoso miembro de la Tercera Orden de San Francisco, que ejercía el oficio de encuadernador y empastador de libros. Salanueva ofreció a Benito mandarlo a la escuela a camio de su trabajo; el muchahco aceptó inmediatemente el ofrecimiento.
El atraso de la enseñanza era muy marcado en aquella época. Después de algún tiempo de haber estado en la escuela, benito, ansioso de mejorar su aprendizaje, decidió dejarla y entrar al Seminario. No era su deseo de ser clérigo lo que lo empujó a tomar esa decisión, sino el prestigio que tenían los eclesiásticos de aquel tiempo, ya que se les consideraba poseedores de grandes conocimeintos por lo que se les guardaba un gran respeto. Benito pidió a Salanueva le permitiera llevar a cabo su decisión y a cambio le prometió esforzarse para compaginar el trabajo en casa de su benefactor con el estudio en el Seminario. Don Antonio recibió con agrado los deseo del joven y lo estimuló para llevarlos a cabo.
El 18 de octubre de 1821 Benito Juárez ingresó al Seminario a estudiar gramática latina, concluyendo sus estudios en 1823. Estudió posteriormente Filosofía y Teología, llevando este último curso para complacer a salanueva quien deseaba que se ordenara como sacerdote, a pesar de la repugnancia qiue sentía Benito por la carrera eclesiástica.
En 1827 se formó un Congreso para crear la cnstitución para el estado de Oaxaca. El Congreso era en su mayorpia liberal por lo que promulgó algunas leyes que favorecía la libertad y el progreso para sociedad oaxaqueña. Entre otras cosas creo el Instituo de Ciencias y Artes, que era independiente de la tutela del clero y estaba destinado a instruir a la juventud en diferentes ramos del saber humano. En agosto de 1828, Juárez, que esrtudiaba a disgusto el curso de Teología en el seminario, ingresó al Instituto, a donde la mayoría de los padres de la ciudad se negaban a mandar a sus hijos, por considerarlo un establecimiento de prácticas herejes. Los pocos alumnos que asistían eran mal vistos por la sociedad.
En 1829 Juárez abandonó la casa de su protector, sin dejar de sentir gratitud y afecto por él. Comenzó a ganarse la vida con varios empleos eventuales. Em cierta ocasión sirvió la mesa en un banquete ofrecido en Oaxaca al General Antonio López de Santa Anna. Al mismo tiempo progresaba en sus estudios. En 1830 se hizo cargo, como susbtituto de la cátedra de Física, ganando un salario de treinta pesos. Al año siguiente concluyó sus estudios en Jurisprudencia y entró a lapráctica en el bufete del Licenciado Don Tiburcio Cañas; ese mismo año fue nombrado Regidor del Ayuntamiento de la capital. A principios de 1833 fue electo diputado del Congreso del Estado y en enero del año siguiente presento Jurisprudencia Práctica ante la Corte de Justicia del estado, siendo aprobado y recibiendo el título de abogado. A los pocos días la Legislatura lo nombró magistrado de la misma Corte. En abril de 1834, terminado el régimen de Gómez Farías y elevado Santa Anna al poder, Juárez fue cesado de sus funciones y se dedicó al ejercicio de su profesión hasta el año de 1841 en que fue nombrado Juez de Primera Insatncia del ramo civil y Hacienda de la capital del Estado.