Si Dios me diera una hermana,
quisiera que fueras tú.
Te conozco desde siempre,
desde el infinito azul.Cuando buscaba un consuelo
porque el dolor me ahogaba,
tu palabra a lo lejos
tibiamente me abrigaba.Si reir, por el contrario,
era lo que yo buscaba;
nuestra risa a la distancia
era lo que resonaba.Consuelo en el dolor,
risa en la algarabía;
todo eso y mucho más
hallé en tí amiga mía.
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