Diario Clarin Sábado 14 de octubre de 2000 En la tele es más festejo La que hizo del revoleo del poncho una marca registrada, la que convirtió a Arequito en un Liverpool —según Guillermo Andino, antes de los brindis y forzando un paralelo con Los Beatles y su ciudad natal—, festejó su cumpleaños número 20 en cámaras. Junto a su hermana Natalia, papá Omar y abuela Valeria fueron los comensales del día en Almorzando con Mirtha Legrand y con Jeremías, su novio, animaron (es una manera de decir) dos bloques de Siempre listos. La promoción de su nuevo trabajo discográfico y la presentación en sociedad de "Jere" fueron los dos acontecimientos más destacados de su recorrida televisiva de cumpleaños. Vestida con blusa blanca, bombacha (criolla), con la infaltable banderita argentina y rastra, arrancó los festejos en la pantalla de América junto con Mirtha. "¿Tenés ganas de casarte?", "Sí; no ahora, pero no lo descarto" y "¿Sintieron mucho la muerte de Rodrigo?", "No nos conocíamos, pero sí", fueron dos de las inquietudes de Mirtha respondidas por la cantante. La cosa no tomaría verdadero clima festivo sino hacia el final, cuando el living se llenó de parientes. A los comensales se sumaron la mamá, Jeremías, primas y hasta un "amigo de la familia" para cantarle el feliz cumpleaños. Una torta esponsoreada (Alimentos Bs. As. se leía sobre la cobertura), un perro de regalo aportado por César Isella y serios problemas técnicos a la hora de cerrar cantando completaron el primer tramo de festejos. Por la tarde la cosa siguió en el programa de Guillermo Andino y Federica Pais con distinta ropa (la Sole cambió su "uniforme" por unos jeans) y menos gente. Si bien detrás de cámaras estaba todo el clan, en la pantalla el protagonismo fue de la pareja Sole-Jere. Luego de la obligada mención del nuevo CD con que se abrió la charla, llegaron las revelaciones. Así nos enteramos que el romance nació siendo compañeros en la nocturna, que el primer beso fue en el auto en la puerta de la casa de ella ("Qué lindo", se conmovió Andino), que los padres de Sole son, para Jere, "las dos personas más dulces que vi en mi vida", que Jere dejó la facultad para acompañarla y que para que se cumplan los deseos antes de soplar las velas hay que meter los dedos en la torta (?). Testimonios grabados de Griselda, su madre ("Siempre fue una nena madura"); de Karina, su amiga ("Siempre tiene una picardía"); de Andrea, su prima ("Es divertida y desopilante") y una nueva aparición de la abuela Valeria completaron, junto a la torta aportada por su hermana Natalia, el segundo tramo de festejos. Festejo que, al coincidir casualmente con los lanzamientos de disco y novio nuevos, sirvió para matar unos cuantos pájaros de un solo tiro.