Revista Caras
Miercoles 2 de mayo de 2007
 
                                                                                   "Siempre soñamos con este día"
La romántica boda de Soledad y Jeremías, en Arequito
 
x501.jpg (20453 bytes)El sábado 28 de abril sobre Arequito brillaba el sol en todo su esplendor. Desde muy temprano iluminó con sus rayos el pueblo de ocho mil habitantes, situado a 90 kilómetros de la ciudad de Rosario. Por primera vez en la historia de ese lugar, su gente aceleró su andar un tanto cansino y dejó de lado su ‘pachorra’. La tradicional plaza cambió su fisonomía habitual y un riguroso vallado anunció que algo muy importante estaba por suceder. La blanca fachada del templo bautizado, en 1904, como parroquia Nuestra Señora del Rosario, fue surcada por reflectores con haces de luz en tono salmón. Cristian Fernández, Nerina Pizzarotti y Silvia Cagnone, del Estudio Dark, la decoraron. Blancos tules colgaban desde las columnas, cañones de luces y conos blancos sirvieron para contener las flores. La alfombra roja, flanqueada por románticos pétalos de rosas, aguardó ansiosa la entrada triunfal de la novia. Segundos antes de las 19:35, la Agrupación Coral Arequito, dirigida por Luis Baetti, entonó una melodía que anunciaba la llegada de Jeremías Audoglio (29) con sus padres María Esther Avaracci (51) y Carlos Alberto Audoglio (51) y con Griselda Haydée Zachino (51), la mamá de Soledad. Sobre los bancos de la iglesia, discretas tarjetas indicaban la ubicación de los íntimos invitados, junto con bolsitas de tul que contenían pétalos blancos para arrojarles a los novios a la salida del templo.
A las 19:40, Soledad Pastorutti (26) hizo su entrada triunfal a Nuestra Sra. del Rosario del brazo de su padre, Omar Alberto Pastorutti (52), precedida por un cortejo integrado por sobrinitos de “Jere” e hijos de primos, Mariano Zacchino, Santiago Ghione, Julián Calcaterra, Mateo Ratti, Renzo Sagioratto, Liza Lis Biga, Celina Raati y Alfonsina Juzefiszyn. En el altar la esperaban los sacerdotes Ariel Barbero, José Lamas, Emanuel Caballero, Walter Luque y Jorge Nardi. Cada uno tuvo emotivas palabras hacia los novios, que conocen desde niños. En las primeras filas se ubicaron, pañuelo en mano, Natalia Pastorutti (24) con su novio Andrés Manini, las abuelas de “Sole”, Valeria Zacchino (70) y Elvira ¨Pastorutti (84) y la de “Jere”, Ida Bravi (85). Faltando cinco minutos para las 20:00, y en medio de un silencio absoluto, se impuso el seguro “Sí, acepto” de cada uno de los novios que sellaron su amor ante Dios. Soledad y Jeremías se fundieron en un largo beso que concluyó con un aplauso por toda la familia. Mientras los ojos de Sole se llenaban de lágrimas, su ex profesora de música, interpretó el tradicional Ave María. En medio de una lluvia de pétalos, a las 20:05 cruzaron el portal de la iglesia, mientras el cielo se iluminaba con los fuegos artificiales de “FB”, de Eduardo Falvella y Fabián Baruti, como un brindis de explosiones y colores con los que Arequito homenajeó a su hija más querida. Sole elevó su mirada, y mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, volvió a besarse con su marido. “Fue una ceremonia muy emotiva. Todo el tiempo tuve que estar conteniendo las lágrimas” -expresó Soledad-. Luego, abordaron su Volkswagen Passat rumbo a Rosario. Una gran caravana irrumpió en la ruta que une ambas ciudades, ya que los invitados que no fueron en sus automóviles, contaron con la posibilidad de ser trasladados en micros de la empresa Manuel Tienda León. La gran fiesta estaba a punto de comenzar.