Diario La Capital
Domingo 29 de abril de 2007
 
                                                        Soledad se casó y Arequito se vio desbordada
Una multitud siguió la emotiva ceremonia oficiada en la iglesia Nuestra Señora del Rosario
 
foto_general_m_189688.jpg (13416 bytes)Soledad Pastorutti y Jeremías Audoglio dieron el sí que les faltaba y se casaron por iglesia. Después de casi siete años de noviazgo y a una semana de la unión civil ayer hicieron realidad el sueño más esperado: ratificar ante Dios su amor en matrimonio. Más de 500 invitados participaron de la ceremonia religiosa que también fue vista a través de una pantalla gigante por una multitud de vecinos y fans de la popular folclorista congregados frente a la iglesia Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Arequito.
Nadie quiso perderse detalles de este acontecimiento histórico para la vida social del pueblo. Y la boda tuvo el brillo que se esperaba. Eran las 19.30 cuando La Sole llegó a la iglesia junto con su padre Omar a bordo de un VW Passat color azul noche. Entre miradas curiosas, cánticos y muestras de cariño caminaron tomados de los brazos sobre un alfombra roja y en compañía de un simpático cortejo integrado por ocho chicos, cinco varones con trajes negros y fajas, y tres nenas con vestidos blancos y coronitas.

Las ansias de Jeremías
Al entrar al templo los esperaba en el altar un ansioso Jeremías junto a los demás padrinos sus padres Carlos Audoglio y María Esther Avarucci y la madre de Soledad Griselda Haydée Zachino El encuentro de los novios fue emotivo y estuvo matizado por una canción titulada Tema de amor de la película Cinema Paradiso la cual fue interpretado por el quinteto rosarino de cuerdas Amadeus
La iglesia estaba adornada para la ocasión con rosas y lilium en tonalidades de blancos y amarillos suaves, telas que colgaban y algunas velas. Todos los detalles estuvieron prolijamente cuidados y acordes a la ceremonia religiosa que ofició el padre Jorge Nardi con la colaboración de los sacerdotes José María Lamas, Walter Luque y Ariel Barbero.
A la Sole, quien tiene 26 años, se la veía hermosa y feliz. Lucía un vestido blanco al estilo ebasé, bordado en colores naturales y con una faja al tono cuya costura fue hecha por el reconocido modisto Laurencio Adot. En una muñeca tenía flores y de su cabellera semirrecogida salía una cola transparente atada a una trencita. No menos atractivos le quedaban los zapatos de Ricky Sarkany, quien además le reservó otros dos pares para la fiesta.

De jaquet
Jeremías 28 vestido por Tito de Matices al igual que los padrinos tenía un jaquet negro con chaleco y corbata del mismo color y una camisa blanca con zapatos Sarkany Similar look lucieron los padrinos aunque para diferenciarse del novio usaron trajes tradicionales
La mamá de Jeremías usó un vestido negro de crepe bordado en deshilado y minicanutillos, el cual fue confeccionado por la modista local Sara García. En tanto Griselda, la madre de Soledad, tenía un vestido gris con la parte arriba de color salmón y con detalles en bordeado plateado.
Uno de los momentos más emotivos fue el intercambio de anillos -grabados en su interior con las iniciales Sole y Jere- cuyo acto fue acompañado por el Ave María, interpretado por la profesora de canto de La Sole, Susana Naidich.

Final a toda orquesta
La boda terminó con un show de fuegos artificiales que iluminaron la iglesia y la plaza central del pueblo
Cerca de las 20.30 y luego de esforzarse demasiado para logar subir al auto que en su parte trasera tenía atados algunos tachitos y un cartel alusivo a la boda, los recién casados partieron en caravana hacia Rosario, donde se realizó una fiesta para 800 invitados. El escenario elegido fue el salón Metropolitano del Shopping Alto Rosario y ningún detalle quedó al descuido.
Los novios entraron al lugar acompañados de la canción "She", de Elvis Costello, y todo era glamour y alegría. Al cierre de esta edición la fiesta recién comenzaba y prometía momentos y sorpresas especiales. Un escenario con instrumentos musicales esperaba que alguien suba para cantar y tocar.
Se encontraban, entre otros, Raúl Portal, Facundo Saravia, Alejandra Darín y Melina Petriela, quienes también estuvieron en la ceremonia religiosa al igual que los músicos de Soledad, familiares y amigos. En la recepción se sirvió finger food.
La entrada de la cena incluyó minishot de humita, mollejas glaseadas y una miniprovoleta con tostada. Mientras que el plato principal fue cordero arrollado en su jugo con papines, batatas y zanahorias, todo regado con vinos y champaña de Finca El Portillo. De postre hubo crumblé de manzana con helados de crema y los invitados también disfrutaron de una barra de tragos de la Escuela de Coctelería Forum. Claro que tampoco faltó la cerveza y la mesa dulce cuyas delicias fueron demandas por doquier.
La Sole y Jeremías se irán de luna de miel a Europa, un regalo que les hicieron los invitados.
El casamiento por civil se había realizado el pasado 21 del mes en curso, el mismo día que los padres de Soledad, Omar y Griselda, cumplieron 28 años de casados.
 
2001 resultó clave para la Sole: cantó "Libre" y se enamoró
Un disco que marca el momento en que comenzó a cantar "en serio". Y estuvo con Guarany
2001 fue un año clave en la vida de Soledad Pastorutti. Es que no sólo fue el de su apertura afectiva, ya que conoció a su flamante esposo Jeremías Audoglio, sino que también editó un trabajo bisagra en su carrera. El arte y el amor se cruzaron en su vida como un mágico designio.
No por casualidad el disco de la Sole de ese 2001 se llamó "Libre". Ese trabajo, con la producción artística del baladista rockero Alejandro Lerner, sintetizó un repertorio tan ecléctico como atractivo.
Para muchos, fue el momento en que empezó a cantar "en serio". Ya habían pasado seis años de aquel poncho al viento en Cosquín. La Sole aparecía despejada de esa imagen aniñada de sus comienzos, con la clásica banderita argentina y el tono folclórico por sobre todo su aspecto. No era más la gauchita argentina, ahora se había convertido en una cantante.
El corte de ese tema giró por las radios y la televisión casi insistentemente. Se trataba de "El tren del cielo", hoy convertido en uno de los bises obligados de los shows de la Sole en cualquier lugar del país y del mundo.
Ese disco, en el que tocaron talentos como Pedro Aznar, Lucho González, Jota Morelli, Ernesto Snajer y Daniel Homer, entre otros, tuvo chamamés, bachatas, zambas, chacareras y candombes, pero, por sobre todo, contó con una variedad de compositores tan disímiles como importantes.
Allí Soledad cantó "Libre", de Nino Bravo; "Quiero abrazarte tanto", de Víctor Manuel; "Otro día más", de Alejandro Lerner; "Ayer te vi", de Víctor Heredia, y "Todos juntos", de Los jaivas. Claro, también estaban "Chacarera de un triste", "Canción de jangadero" y "El tren del cielo".
La Sole cumplía justo en ese 2001 sus 21 años, la mayoría de edad tan esperada, se ponía de novia, se corría del folclore, miraba hacia otro horizonte, no hay duda. El sello Sony/BMG, en una jugada marketinera con una cintura llamativa, decidió relanzar "Libre". Y lo hizo con un nuevo arte. En la foto de tapa aparecía la Sole mujer, con una imagen más atractiva. Era el momento de mostrar el cambio.

Con Guarany
A partir de allí la chica de Arequito emprendió una de las giras más importantes de su carrera Argentina Bolivia Brasil Canadá Chile Costa Rica Perú y Uruguay
Sin embargo, trascartón sorprendió con un gesto muy valioso. Cuando más lejos parecía que se iba, demostró que estaba más cerca que nunca. Es que tras esa gira se juntó con Horacio Guarany y conmocionaron al público en el Luna Park.
Esta suerte de homenaje que la Sole quiso hacerle a quien fuera uno de los músicos más influyentes en su vida se trasformó en un álbum en vivo: "Sole y Horacio juntos por única vez".
Se abría entonces otro interrogante: ¿es que la Sole volvía al folclore definitivamente? No, nada de eso. Ya su madurez y su carrera asentada sobre tierra firme le permitía ir y volver cuantas veces fuera necesario.
Hoy, cuando planea un proyecto artístico con miras al exterior, Soledad sabe que la llave de su crecimiento está dentro suyo. Cuánto más auténtica, mejor. Esa es la Sole, la misma que está parada arriba de ese vagón del tren del cielo, y sigue por esos rieles guiada por el sonido de su voz y su corazón.
 
De Casilda a Arequito
Soledad Pastorutti nació el 12 de octubre de 1980 en Casilda y se crió en Arequito. Comenzó desde muy pequeña su carrera artística y de a poco se fue transformando en la atracción de los festivales de la zona, siempre con el apoyo de sus padres y la compañía de su hermana Natalia. Siendo una adolescente y gracias a su padrino artístico Cesar Isella tuvo la posibilidad de cantar en Cosquín y no lo desaprovechó: conmovió la plaza Próspero Molina.
Soledad también incursionó en el mundo de la actuación: en 1999 participó en la película "La edad del sol" y en 2002 grabó la telenovela infantil "Rincón de Luna", producida por Cris Morena y Yair Internacional Group. Y tuvo el honor de ser convocada para cantar ante el Papa Juan Pablo II en Toronto, y de ser invitada al mundial de fútbol de Francia de 1998.
 
La boda, un tema excluyente
La boda de Soledad y Jeremías se convirtió en el tema de conversación excluyente de los arequitenses y seguramente seguirá generando comentarios por mucho tiempo. Los lugareños lo vivieron de una manera especial por tratarse de un acontecimiento que seguramente quedará grabado en la historia del pueblo. "La gente sólo habla del casamiento de la Sole y generó tal movimiento que los comercios de venta de ropa trabajaron a full y en los locales de quiniela el número 63 -la boda- todavía lo siguen jugando", coincidieron en señalar varios vecinos.
Tanto Soledad como Jeremías tuvieron su despedida de solteros. A él se la hicieron en Arequito y comentan que sus amigos no se privaron de pasearlo por las calles del pueblo como Dios lo trajo al mundo detrás de una camioneta, una suerte de ritual tradicional para este tipo de ocasiones.
Lo de ella parece que fue más reservado. Dicen que la Sole se juntó con su grupo de amigas en Rosario y luego de cenar arrancaron hacia un local céntrico para seguir con la diversión.
 
Feliz
"Esta es la noche más feliz de mi vida. La ceremonia fue muy emotiva, todo salió bárbaro y lo más importante es que me casé con el hombre que amo", dijo la Sole al salir de la iglesia en medio de la algarabía de los vecinos y fans que la acompañaron en ese momento trascendental.