Revista Gente
Martes 3 de abril de 2007
 
                                                        Me voy a casar con mi primer y único novio
 
x495.jpg (35092 bytes)A los 26, se casa. A dos semanas de dar el sí, y totalmente romántica, prepara su boda con Jeremías Audoglio, el único chico con el que salió en su vida, y al cual ella misma le propuso matrimonio. Y la primera dama de Arequito -donde hará el Civil, en el jardín de su casa- cuenta su historia de amor, los nervios, las ganas de ser mamá, y cómo será todo, paso a paso. Entre los invitados, Diego Maradona -si su salud se lo permite-, y Mirtha Legrand. ¿El poncho? Bien, gracias.
Hagamos memoria: ¿quién encaró a quién?
-¡Yo a él! ¡Ja, ja, ja! Pero si no hubieran existido indicios, nunca me hubiera tirado a la pileta. Jeremías fue mi primer novio. Me perdí mucho de eso cuando era adolescente. Lo veía en el pueblo y para mí era inalcanzable. Siempre lo vi como el más lindo de todos y nunca pensé que se pudiera fijar en mí: era el más popular del grupo. Yo lo miraba y lo llamaba "el chico de la manchita", porque tiene una en la frente. Ahora me caso con él: mi primer y único novio.
Y sí, Soledad, a sus 26, se casa, o se nos casa, justamente, con el chico de la manchita, o Jeremías -Audoglio, 28, de Arequito también, su novio desde hace casi siete años, el único que tuvo en su vida, a quien conoció en la escuela nocturna a sus 19, y su road manager cuando sale de gira-. Es, por lo menos, raro, porque está esa transición de Soledad, de esa chica que revoleaba ponchos y parecía la hija o la hermanita de uno, hacia algo decididamente más bombón. Dos millones de discos -lo que resulta en unos 26 discos de platino-, más de una década de carrera con dos millones de cartas de fans recibidas, 700 mil personas que la vieron el año pasado por toda la República. Ahora, todo esto de ser La Sole de Arequito, de su carrera, se detiene por un tiempo.
El viernes 6 de abril suspende todo, para retomar su música en julio. Hay una boda que planear. El Civil será el 21 de este mes -el mismo día del aniversario de casados de Omar y Griselda, papás de Soledad-, y, obviamente, en Arequito, en el jardín de su propia casa. No podía ser de otra forma. El 28, de blanco, por iglesia y bien tradicional, en Arequito. Es más, en casi siete años de noviazgo, jamás convivieron. "Soy más chapada a la antigua", dice. Y no oculta ni por un instante lo emocionada que está.
-Volviendo a Jeremías, ¿qué cosas te gustaron de él?
-Ayyy. ¡es hermoso! Me cuesta ver a otro chico más lindo que él. Es bien proporcionado, armónico. Su nariz es una de las cosas que más me gustan. Es simpático, familiero. Si bien somos muy diferentes, tenemos cosas en común. Siempre que podemos nos vamos de pesca, viajamos a Arequito, vamos a la cancha. Jeremías es el maduro de la relación, mientras que yo soy inquieta y estallo todo el tiempo.
-Te conoció cuando usabas aparatos, prueba de que la relación duró bastante.
-Jajaja. Sí, tal cual. ¡Imagináte el amor que me tenía! Igual era sólo en los dientes de abajo. ¡No era para tanto!
-Ahora estamos a días del casamiento. ¿Quién está más ansioso de los dos?
-Yo estoy diez veces más ansiosa que él. Jere se muestra tranquilo, aunque el otro día estaba con dolores de panza. Por suerte, no tuvimos muchas diferencias a la hora de organizar el casamiento. Cuando fuimos a comprar su traje para el Civil, estaba muy contento.
-¿Alguna vez pensaste que las cosas se iban a dar así?
-Siempre fui muy Susanita, pero nunca imaginé todo esto. Cuando era chica pensaba en la fiesta de quince. Después, de grande, una quiere formar una familia, establecer raíces. Durante la misa voy a llorar un montón, al igual que mi mamá y mi hermana Natalia. ¡Somos muy lloronas!
Para el llanto de las Pastorutti faltan más de dos semanas.
Mientras tanto, Sole nos cuenta cómo será su boda, paso a paso.
EL CIVIL. Para la ceremonia, un vestido confeccionado por su tía Alicia y 60 invitados, todo muy íntimo. El festejo será en la casa de los Pastorutti en Arequito, especialmente ambientada por la empresa Dark, y habrá varios gazebos en el parque que la rodea, para mantener un clima cálido y familiar, como desean los novios. ¿El Juez de Paz? Un amigo de la familia, Jorge Estanovich. Los testigos, varios amigos de la infancia. De almuerzo, un catering muy parrillero, provisto por Desi.
LA IGLESIA. Para su casamiento religioso, 500 invitados, más vestido de Laurencio Adot ("no cuento nada, porque trae mala suerte", dice convencida), y zapatos de Ricky Sarkany (tres pares, "para poder bailar toda la noche"). Será una semana después del Civil, el 28 de enero a las 18:45, en Arequito. Sole llegará a la parroquia Nuestra Señora del Rosario junto a su padre, Omar. Mientras tanto, en el altar, Jeremías (vestido por Tito de Matices), la esperará acompañado por sus padres, Carlos Audoglio y María Esther Avaruci. La ceremonia será celebrada por los sacerdotes Jorge Nardi, José María Lamas, Walter Luque y Ariel Barbero, y se transmitirá a través de dos pantallas gigantes que estarán en el frente de la iglesia, como para que la gente no se la pierda. "El cortejo va a ser imponente. Son ocho chicos, dos de ellos sobrinos de Jeremías. ¡Todos adorables!", dice Soledad. Y aunque prefiere no develar con qué canción va a ingresar al templo con su vestido de novia, habrá varias sorpresas. En el intercambio de anillos -con Sole y Jere grabados en su interior-, sonará el Ave María interpretado por su profesora de canto, Susana Naidich. A la salida, el coro de Arequito recibirá a los recién casados con un tema especial.
LA FIESTA. Desde allí, en forma de caravana, directo hacia el salón de fiestas en la ciudad de Rosario. A las 22, ingresarán los novios, con She, de Elvis Costello. Soledad apunta: "Es una canción hermosa. Apenas nos conocimos la tomamos como nuestra. Cuando Jere la escucha en la radio, enseguida me llama y me la hace escuchar". Muy romántico, por cierto. ¿El wedding planner? Adrián Pavia. La lista de invitados es, por lo menos, interesante: Mirtha Legrand, Horacio Guarany -con quien Soledad grabó un disco-, Diego Maradona -si su salud se lo permite-, Claudia Villafañe, Facundo Saravia, Jorge Guinzburg y Los Nocheros. En el salón, una barra de tragos a cargo de la Escuela de Coctelería Forum, y un stand de Persicco con más de 140 kilos de helado. Las luces y el sonido estarán a cargo de Néstor Deligio y Ariel Marti, amigos de la familia Pastorutti. Durante la recepción, se servirá finger food, y a continuación se pasará al salón, donde habrá 80 mesas para el momento de la comida. Como detalle especial para la Sole: cerca del escenario colocarán diferentes instrumentos musicales para los que quieran subir y se animen a tocar. Todo regado con cerveza Quilmes y vinos de Finca El Portillo. ¿Luna de miel? Europa o el Caribe. Todavía no saben.
-¿Qué va a pasar cuando te digan "Señora Audoglio"?
-¡Ja, ja, ja! ¡Me voy a sentir mayor! Es raro, pero me gusta mucho. Uno asume un compromiso, y espero que salga bien.
-¿Cómo te propuso casamiento?
-¡Se lo propuse yo! Lo veníamos hablando. ¡pero él se había olvidado! La primera vez fue en la graduación de mi hermana. Me dijo: "En dos años nos casamos". Los dos años pasaron y tuve que arremeter. Igual estaba muy claro que en algún momento nos íbamos a casar. Vimos el calendario y elegimos el 21 de abril. Como no había salón para esa fecha, tuvimos que pasar el festejo para el 28.
-¿Y cómo te imaginás que va a ser el 28 de abril?
-¡Espero que termine a las 12 del mediodía del 29! Me gusta bailar, tengo muchos pares de zapatos preparados. También me voy a cambiar el vestido para usar algo más cómodo. Tenemos pensado quedarnos hasta el desayuno, bailando sin parar. Me gustaría que Jere me cante. ¡aunque desafine!
-Tener hijos. ¿ya hablaron de ese tema?
-Sí, es una de las razones por las cuales tenemos ganas de casarnos. Queremos formar nuestra propia familia. No sería raro que tengamos varios. Y sé que apenas llegue el primero, las cosas van a cambiar un poco.
¡Igual está la ayuda de las abuelas!
-Y en la noche de bodas, ¿qué lugar ocupa la virginidad?
-Yo hago lo que me parece que está bien. y con mi pareja no me fue mal siendo así. Ese tema lo manejo con mucho respeto. Cuando pasa una época, hay una insistencia en que todo debe ser de cierta manera, pero las cosas cambian. También veo que la gente, al tema de la virginidad, se lo toma a broma. En fin, te dejo picando la respuesta. ¡Ja, ja, ja!