Diario Clarin Martes 09 de febrero de 1999 Otro escenario copado por la Sole Más de 200 mil personas disfrutaron del Festival Nacional de la Tonada, que concluyó el domingo pasado en Tunuyán, después de cuatro noches de folclore nacional y latinoamericano. El plato fuerte del encuentro, sin dudas, fue Soledad, quien en la jornada inaugural logró reunir casi 70 mil almas, cinco mil más que en la edición pasada, cuando el show central estuvo a cargo de Mercedes Sosa. Soledad puso toda su energía sobre el escenario y le cambió la cara al festival. Es que por primera vez en 18 ediciones, los jóvenes fueron mayoría entre el público: las gradas del anfiteatro de la ciudad de Tunuyán -a 80 kilómetros al sur de la capital mendocina- quedaron tapadas por banderas, remeras, pancartas y un centenar de carteles de clubes de fans y nombres de localidades de Mendoza y provincias vecinas. Ante semejante evidencia, la Sole se dio el lujo de leer uno por uno los carteles. Parecía un recital de rock pero con ponchos, empanadas y vino bien cuyano. El anfiteatro resultó colmado en su capacidad, y la Policía tuvo que apuntalar con unos cincuenta efectivos las vallas de seguridad para evitar que la euforia de los fans alcanzara el escenario. A pesar del cansancio por las distintas presentaciones que viene ofreciendo por los múltiples escenarios folclóricos del país, la santafesina no se guardó nada. Habló todo el tiempo con el público, reclamó palmas y gritos, revoleó el poncho como nunca y en el final -ya entrada la madrugada- se animó con una tonada, género tradicional de los cuyanos, que hizo vibrar a la multitud. Después del show se hizo tiempo para hablar del futuro: volvió a hablar de su nuevo trabajo, el mismo que en la segunda quincena de abril empieza a grabar en Estados Unidos con el productor Emilio Estefan, marido de Gloria Estefan. Este nuevo disco de Soledad, que contendrá canciones de folclore latinoamericano, será su carta de presentación en Estados Unidos y Latinoamérica, sitios en los que empieza a ser conocida lentamente. Aunque también tiene ofertas para ofrecer varios shows en Australia, un desafío que la emociona: "Todavía no definimos todos los temas del disco que voy a hacer con Estefan pero, seguro, habrá canciones populares peruanas y centroamericanas, porque me gustan mucho. Será un disco más amplio, abierto, para un público que no me conoce mucho", explicó Soledad, flanqueada por su hermana Natalia. Para fin de año también planea grabar un disco en el país aunque aseguró que "será más nuestro, más argentino". Soledad dijo que quiere que la conozcan en Estados Unidos pero sin perder al público que siempre la apoyó. Además, indicó que quiere que "la gente descanse un poco porque, afortunadamente, tenemos mucha difusión y no queremos cansar a nadie". Volviendo al escenario, otros que cosecharon aplausos a montones fueron el Chango Spasiuk y Los Chalchaleros, que contaron con un espectador famoso: el ministro del Interior Carlos Corach, quien decidió tomar unas minivacaciones en la provincia. En el aeropuerto, Corach sólo preguntó dos cosas: a qué hora cantaban Los Chalcha y dónde podía pescar truchas. Eso sí, debió soportar la silbatina que le prodigó el público que también admira al conjunto salteño. De la última Tonada del siglo también participaron Peteco Carabajal, los Tucu Tucu, Los Alonsitos, el mendocino Pocho Sosa, el Chaqueño Palavecino y Amboé, junto a músicos del continente como, entre otros, Francisco Giménez (Paraguay), Luiz Carlos Borges (Brasil) y Los Kjarkas (Bolivia).