Diario Clarin
Lunes 12 de abril de 2004
 
TELEVISION: LOS SHOWS DE LOS "RINCON DE LUZ" EN ISRAEL
                            Gira por la ciudad de la furia
En su paso por Tel-Aviv, los chicos del programa de Cris Morena viven "del hotel al estadio y del estadio al hotel"
 
Gira por la ciudad de la furia Cómo se hace para mantener en cierto orden a 12 chicos de entre 10 y 14 años durante dos semanas "del estadio al hotel y del hotel al estadio"? Las actuaciones del grupo de Rincón de Luz en Israel plantearon más de un desafío: algunos artísticos, otros de convivencia y, por supuesto, los relativos a la seguridad, en una "ciudad de la furia" a la que un equipo del básquet español rehusó venir, quedando eliminado de las semifinales europeas, por miedo.
En el estadio Yad Elyahu, de Tel Aviv, el grupo de protagonistas del programa infantil de Cris Morena (que ya no se emite en la Argentina, pero sí aquí, y con mucho éxito) realizó el sábado a las 10.30 de la mañana su quinta función, con la presencia de Soledad al frente del elenco y su hermana, Natalia Pastorutti, como artista invitada.
Los más chiquitos se alternaron en el escenario con sus "primos-hermanos" mayores de Erreway, que en Israel culminan una gira internacional, comenzada hace casi dos meses en América latina. Como ellos, reciben cartitas, pósters, ositos de peluche, chupetines y hasta alguna declaración de amor de tono mucho más elevado del que sus madres desearían.
Los Rincón ocupan todo el octavo piso del hotel Sheraton Moriah y envidian a sus vecinos del noveno, los Rebeldes, con ruido permitido (y muchas veces, no tanto) a la hora en que a ellos los meten en la cama. Cinco mamás forman parte de la comitiva.
No fue fácil lograr que el grupo llegara hasta aquí. Los temores lógicos de los padres acerca de qué podría pasar en un país amenazado apenas unos días antes con un "baño de sangre", requirieron un par de reuniones con el empresario israelí Yair Dori, quien les explicó personalmente cuáles serían las medidas de seguridad en cada lugar que pisaran los chicos. Y precisamente por seguridad, esos lugares no podían ser muchos. "Del estadio al hotel, y del hotel al estadio". O casi.
"Todo empezó por una broma que Florencia y Maru le hicieron a José, y él se las quiso devolver", cuenta Laura, 10 años, quien, como todos, asegura que "yo no tiré, a mí me tiraron". Empezaron con jabón en el pelo y dentífrico en la cara, y terminaron en una guerra campal de cartones de leche chocolatada. Es que estar encerrado mucho tiempo no es fácil, y a esa edad hay más energía de la que se gasta sólo en las funciones, justificaron varios adultos. Sin embargo, el castigo para la mayor travesura de la gira no tardó en llegar: tuvieron que limpiar ellos mismos y no se les permitió entrar en el playroom durante tres días. Ni juegos de computadora, ni playstation, basta de películas de terror y de piyama parties. Ellos se la bancaron y siguen pensando, como Florencia, que "fue muy divertido".
Por las dudas, se los empezó a ventilar un poco más. Un asado hiper custodiado en una mansión con pileta, una visita a Mac Donald's y dos salidas a la playa justo bajo el hotel... rodeados siempre por los hombres de seguridad, por supuesto. Sin olvidar una excursión a la peluquería, que las coquetitas aprovecharon ¡¡para depilarse!! y hacerse algunos cortes de pelo.
Nadia, Milagros y Tali, las más grandes, las que ya pasaron hasta por Chiquititas, durmieron juntas y se convirtieron, de alguna manera, en referentes de todas las demás. Los nenes hicieron seguido su rancho aparte, pero terminaron involucrados en las faenas más "grossas".
Hubo lágrimas en la despedida de este grupo que, por ahora, no sabe siquiera si se volverá a reunir. Que al show le faltaran ajustes notables no les importó nada a esos miles de chicos (6.500 por función) que cada mañana aplaudieron a sus "idolitos", quizá sin sospechar que ellos también temen faltar tanto al colegio, también extrañan y también hacen desastres, adrede, con la chocolatada.