Diario La mañana (Neuquen)
Domingo 1 de diciembre de 2002
 
                Gran fiesta con Soledad en el centro neuquino
 
Soledad viene de Arequito, y desde Córdoba a Neuquén le quedaba solo una ruta: la del Día Universal de Lucha Contra el Sida. Si vinculamos Sida con juventud, estamos listos. Si relacionamos Sida con vida, vamos bien. Parece ser que de eso se trata.
Soledad ha surgido con la fuerza de una chica entusiasmada con lo que hace, apasionada por lo que le gusta: cantar. Y le ha ido tan bien, que se convirtió en un símbolo o un modelo, lo que no es poco. Hoy estará en la Vuelta de Obligado, cantando para miles de personas que podrán verla poco y escucharla mucho.
Todos saben con anticipación que: les guste más o menos, que quieran o no el folklore, igual estarán allí. Tal vez porque vale la pena encontrarse con una piba que revoleando poncho haya impuesto una chacarera (aunque sea solo una) en la oreja de millones de pibes ensordecidos por la metálica, y que una zamba tenga el sabor de una melodía para hamacarse abrazados si no se sabe usar el pañuelo. Así está la cosa: en los boliches aparece la voz de Soledad como una ráfaga mezclada con otros ritmos para mover a los chicos, en la televisión como una «acumuladora» de puntos para el rating, en los festivales como una taquillera, en la radio como una moda, la cuestión es que siempre aparece y así como ganan plata los productores y los sellos, ella cosecha aplausos y adhesiones. ¿Acaso no es el sueño de un artista?.
La Subsecretaría de la Juventud organiza esta fiesta, después que la cantante recorrió otros escenarios del interior, lo que permite que mucha gente pase un rato grato y reconfortante. Si estas cosas dan buenos resultados en materia de convocatorias, lo bueno será que deje espacio para pensar también en los muchos jóvenes que esperan la oportunidad en la zona.
Lo cierto es que Neuquén es una zona invadida por las curiosidades, deben existir pocas ciudades que en un día domingo pueda tener en el centro mismísimo del paseo familiar a «La Sole», la Ruta de los Murales, los artesanos, los murgueros, algún grupo o solista que nunca falta y cientos de jóvenes metiendo energía como para mover un Chocón.
En fin, Sida y juventud, Sida y vida. Porque es posible pensar que en la medida que todos los que hacen el amor descubran que son únicos responsables de «su» vida, habrá menos riesgos.
Hoy, entre tanta ebullición de propuestas artísticas conmemorando esta fecha, también habrá reparto de preservativos, lo que ha dejado de sonrojar a más de uno, por suerte. Por eso ¡a vivir!.