La popular cantante se presentó anoche en Tucumán y habló de su nuevo CD, que está a punto de salir al mercado
Apareció
sonriente y con unos enormes anteojos de sol. Los fans, reunidos en el primer piso del
hotel, la miraron con respeto. No hubo ovaciones, pero sí un respetuoso aplauso. Es que
los custodios (había más de doce en todo el hotel) controlaron tan bien la situación
que a nadie se le ocurrió ni siquiera levantar la voz. "Perdón que aparezca así,
con estos lentes, pero es para estar más cómoda", declaró Soledad Pastorutti,
quien vino a Tucumán para actuar anoche en la cancha de San Martín. De inmediato comenzaron las preguntas, casi todas referidas a su nueva producción "Libre", que está a punto de salir al mercado. "El disco tiene ese nombre porque lo pude grabar con mucha libertad y porque tratamos de no encerrarnos en un solo ritmo", dice. Y de ahora en adelante lo repetirá casi como si fuera una plegaria primordial.
Es que, según "el Huracán de Arequito", este disco marca una nueva etapa en su carrera. Más madura, más plena. "Con este disco apostamos al cambio, porque reflotar viejas fórmulas es desgastante. Hay que hacer cosas nuevas", agrega.
Un paréntesis
Y cuando "la Sole" habla de cambio, se refiere también a otros aspectos de su carrera y hasta de su vida personal. Dice, por ejemplo, que le importa mucho disfrutar de su relación con Ezequiel, su novio, pero que por ahora no está pensando en casarse. "El noviazgo es una etapa de conocimiento que yo no quiero saltear. Prefiero disfrutarla para no equivocarme", enfatiza.
Pero a Soledad le cuesta mucho hablar de su vida privada. Por eso vuelve una y otra vez a su carrera de la que, dice, se siente orgullosa. Aunque, para sorpresa de todos, la cantante hizo un anuncio imprevisto: "me gustaría dejar los escenarios el año que viene, pero sin dejar de trabajar. Estoy analizando hacer algo de cine. De hecho, ya he recibido algunas propuestas interesantes. Me encantaría volver al cine aunque sea como un dibujo animado".